miércoles, 29 de agosto de 2007

Una Vision de Fe para El Salvador




Si queremos ver el futuro a través de los ojos de fe, es necesario ver hacia el pasado y mirar el presente en su mas cruda realidad.
( AGENCIA LA VOZ ) Veamos el pasado, venimos de una guerra de mas de 12 años y que dejara mas de 70,000 muertos y cientos de miles de personas desmovilizadas de sus territorios y gran parte emigrando interna y externamente, perdiendo así sus raíces por la necesidad de huir de la violencia de la guerra; y por la violencia social institucional que persiste en El Salvador no de los últimos 20 ni 30 años sino de por lo menos 400 años donde los sectores autóctonos y mayoritarios viven en un proceso de marginación en lo político, en lo económico y en lo social.
Nuestro país posiblemente el país mas violento de América y quizás del mundo, donde mueren asesinadas de 10 a 12 personas diarias, pareciera que El Salvador es un país sin una solución, especialmente porque los últimos 4 gobiernos o los últimos 20 años no dan sino respuestas punitivas y no preventivas a tan grave problema.
Se pretende resolver los problemas por la aplicación de penas mayores y por el incremento en las fuerzas policiales y se persigue casi de manera sistemática a las juventudes, se les violenta, pero no se les abre un camino de esperanza y oportunidades.
Esta situación de violencia debe enfocarse en sus raíces y no en sus consecuencias.
De acuerdo a estadísticas se sabe que en alto grado los delitos son cometidos por jóvenes de las maras y por el crimen organizado que se aprovecha de ellos.
Si nosotros queremos ir a las raíces o causas ultimas de esta situación debemos ver como se encuentran las familias en nuestro país, en un 60% los hogares son hogares incompletos donde faltan ambos padres o uno de ellos, especialmente el padre que abandono su hogar o emigro en busca de un destino mejor.
Esta es una razón por la que deberíamos buscar soluciones integrales que vayan en primer lugar a fortalecer a la familia, que se encuentra tan debilitada y con muchos jóvenes confundidos, asustados, amargados, y resentidos con una sociedad que no les ofrece nada, que no les ofrece un futuro, ni oportunidades para ser ciudadanos productivos y de bien para nuestro país.
He podido observar en muchos de mis viajes como en las fronteras a través de la misma policía, se adoptan interrogatorios hostiles a jóvenes que viajan de regreso a nuestro país por el simple hecho de ser jóvenes, o de usar algún tipo de vestimenta o por tener un tatuaje, actitudes que solo son un reflejo de la falta de comprensión de tan grave problema social y que expresan nuestros jóvenes en una rebeldía en sus corazones por las cosas que son como son y no como deberían ser.
Si queremos construir una nueva nación donde la violencia no sea el pan de cada día debemos empezar a escribir en nuestros ciudadanos jóvenes o viejos, hombres o mujeres, principios de dignidad, de solidaridad y de responsabilidad social. Sobre estos tres grandes pilares si es posible construir una nueva nación, con la visión que Dios tuvo al crearnos a su imagen y a su semejanza por lo tanto con la dignidad que todo ser humano debe vivir.
El Salvador así como Centro América y América Latina vive este tipo de problemas y nosotros solo deberíamos ver un poco el pensamiento de don Alberto Masferrer y parafrasearlo así: “ Es tiempo que hombres y mujeres decentes que conozcan y sean temerosos de Dios nos responsabilicemos por nuestros países, y seamos preactivos en la búsqueda de soluciones profundas y permanentes que le devuelvan a nuestros pueblos la esperanza y la alegría de vivir, sin emigrar, sabiendo que su país tiene las respuestas que el necesita para el y su familia.”
Construir de esta manera y con este espíritu nos da fuerzas renovadas para perseguir un sueño que los cristianos de manera especial nunca debemos abandonar, una nación gobernada por hombres y mujeres que vean en sus hermanos mas pequeños al señor Jesucristo. ( Mat 25:35 )
Una estrategia preventiva va mas allá de leyes penales de mas policías, etc.
Si realmente queremos prevenir hay que darle un enfoque en el entorno familiar fortaleciéndola pues de una familia sana tendremos una sociedad sana.
Podríamos considerar entre otras cosas algunos aspectos en lo económico proveer a las familias pobres una fuente de ingresos, programas de crédito que alcance aquellos que no son aceptados por el sector formal para convertirlos en microempresarios autosuficientes y generadores de riqueza.
Programas de capacitación, así como un masivo plan de carreras técnicas orientadas a los jóvenes y una participación masiva en el campo de los deportes.
Un gran complemento a lo anterior seria la parte moral y espiritual que robustecería a la familia y de manera especial a la juventud con los valores cristianos.
En algunos países de Europa el Estado por ley tiene una asignación presupuestaria para las iglesias y el desarrollo de sus programas sociales por tanto, todas estas estrategias sin la participación de las iglesias parece una tarea imposible; pero con la participación del Estado, la sociedad civil y las iglesias, podríamos ir construyendo poco a poco las grandes metas a las que debería aspirar nuestra nacion.

Econ.Edgardo Rodriguez Engelhard. Ex Candidato Presidencial de la Republica del Salvador, Empresario, Ex Presidente Nacional de la Fraternidad Internacional Hombres de Negocios del Evangelio Completo. Fundador de la Alianza de Partidos Cristianos de América Latina que se suscribiera en Virginia con el apoyo de la Christian Coalition of America. Actualmente involucrado en la formación de lideres Empresariales Cristianos en América Latina.

 
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