Por José Linares Cerón
EE.UU.-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El Presidente del Gobierno Español no debe olvidar que, si hay una libertad individual especialmente vinculada al origen del sistema democrático, Rodríguez Zapatero ante las Juventudes Socialistas, llamadas a sí mismas "nuevos rojos", proclamó que "ninguna fe puede oponerse a la soberanía popular, que reside en el Parlamento, ni a las leyes que de la misma
dimanan".
Sin duda que el presidente del Gobierno hizo un análisis propio de otra época o de otro país. Pienso que su agresividad laicista no tiene lugar en la España actual, Vale la pena que nos preguntemos seriamente si la fe cristiana dificulta realmente el desarrollo de una cultura democrática..
Si esto fuera así, sería difícil de explicar que la democracia haya nacido precisamente en el seno de los países de cultura cristiana. Sin exageración podemos decir que los principios que rigen la vida democrática han nacido del cristianismo. La igualdad y los derechos de las personas, la soberanía de los pueblos, el concepto de autoridad como servicio al bien común y no como simple dominio o imposición, la igualdad de todos ante la ley, todo esto, nace históricamente de la experiencia cristiana y de los valores morales del cristianismo. Incluso cuando semejantes ideas se afirman contra la Iglesia, quienes las defienden de la cultura cristiana.
El Estado democrático se organiza como defensor y protector de las libertades de los ciudadanos. Entre estas libertades o derechos de los ciudadanos están universalmente reconocidas como algo esencial la libertad de conciencia y la libertad religiosa. Ahora bien, la Iglesia, que ha sabido vivir en todas las épocas y situaciones de la historia, entiende que, en las sociedades modernas y democráticas, puede y debe vivir en el espacio de la libertad religiosa plenamente reconocida, sin privilegios de ninguna clase. Los ciudadanos son quienes en virtud de su propia decisión personal abren el espacio necesario para que la vida religiosa y moral tenga un lugar en la sociedad y las instituciones civiles puedan legítimamente tratar con las instituciones religiosas que representan en materia religiosa la voluntad y los derechos civiles de los ciudadanos. El Estado democrático no confesional es aquel que, sin tener ninguna religión como propia, protege positivamente la práctica religiosa de sus ciudadanos como parte del bien común, sin imponer preferencias ni rechazos que no vengan impuestos por las exigencias del bien común o del orden público. Aunque el Estado no sea confesional, la sociedad sí puede serlo, tal como lo decidan libremente los ciudadanos en el legítimo derecho de su libertad. Ellos son quienes, en el ejercicio de su libertad, dan un determinado tono religioso a la vida social. Dentro del patrimonio cultural y espiritual de una sociedad. Las convicciones morales de sus ciudadanos, su propia historia espiritual. El Estado sirve y protege la libertad de los ciudadanos y por tanto también la vida religiosa que ellos libremente quieran tener y desarrollar. Un Estado no beligerante en materias religiosas no puede imponer ni excluir una determinada confesión en contra de otra, ni tampoco ignorarlas a todas en favor de una pretendida profesión de laicismo. Esto es exactamente lo que dice el artículo 16 de la actual Constitución española.
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
1. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Si el Estado está al servicio de una sociedad concreta ¿no deben los gobernantes tener en cuenta y favorecer las decisiones y preferencias religiosas y morales de los ciudadanos? ¿Acaso la religión o las religiones libremente profesadas por los ciudadanos no forman parte del patrimonio cultural y espiritual de la sociedad tal como existe en realidad? En cuanto al “matrimonio” homosexual, Zapatero se mostró convencido de que “leyes como esta son irreversibles” e indicó que “en España, una mayoría política conservadora” no va a derogar la ley sobre el “matrimonio” entre homosexuales, porque, “una vez que han sido aprobadas leyes que amplían los derechos individuales y la sociedad las ha aceptado, es muy difícil dar marcha atrás”. Refirió también que estos cambios se irán abriendo camino en todos los países. Hoy dijo el Presidente gobierno Español "nadie puede imponer ni fe, ni moral, ni costumbres, sólo respeto a las leyes", que es el "ADN de la democracia". SR. ZAPATERO LA DEMOCRACIA GARANTIZA LA LIBERTAD DE OPINION. LA FAMILIA ES EL ADN QUE SOSTIENE LA MORAL DE LA SOCIEDAD.
Bueno ud esta repitiendo lo mismo términos, escrito en su articulo en el socialista. Titulara. Nos merecemos una España mejor. Y dijo Nuestro país debe ser el país de la tolerancia y el respeto radical a las opciones sexuales de cada individuo. Nuestra España es una España laica, una España en la que nadie podrá imponer sus creencias, ni en la escuela, ni en las leyes civiles, ni por supuesto en la investigación científica. Y por ello, reconoceremos el matrimonio entre homosexuales. Una España que incluya, que integre, que respete, que iguale, que tolere, que avance, que deje de perder oportunidades. No puede haber compromiso más elevado para un gobernante, que devolver España a los españoles. Ese es mi propósito y con él, los socialistas, nos presentaremos el próximo 14 de marzo ante la ciudadanía. Ha llegado el momento de tener un Gobierno que comparta los valores de la inmensa mayoría de este país.dijo zapatero.
He recibido Invitaciones a concentraciones Católicas y evangélicas, en muchos casos unidos, en protesta y gritar a una sola voz, en defensa de la familia.
Creo que es oportuno desde ahora, mostrar a través de sus votos; castigar a gobiernos defensores de la cultura de la muerte, en las urnas. Busque apoyar a candidatos que se identifiquen con sus convicciones y principios, será el principio de una protesta formal. Es posible que no logren una victoria momentánea, pero les aseguro que la próxima vez, bajaran el tono de voz a moderado.
Si leemos S. Mateo 5,13-16, nos dice claro que los cristianos "Somos la sal de la tierra". Que somos la "luz del mundo" y que esa luz no la podemos ocultar; que la debemos "poner en el candelero, para que alumbre a todos". El cristianismo no es una religión de alcoba (eso es lo que quisieran algunos señores como Zapatero). Los cristianos debemos manifestar nuestra fe, y vivir nuestra fe. Lo cual no significa privilegios, pero sí respeto a nuestras convicciones y justicia.
Pastor. José Linares Cerón, es Presidente Coalición Presencia Internacional y Preside Ministerio Oración Internacional.
EE.UU.-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El Presidente del Gobierno Español no debe olvidar que, si hay una libertad individual especialmente vinculada al origen del sistema democrático, Rodríguez Zapatero ante las Juventudes Socialistas, llamadas a sí mismas "nuevos rojos", proclamó que "ninguna fe puede oponerse a la soberanía popular, que reside en el Parlamento, ni a las leyes que de la misma
dimanan".
Sin duda que el presidente del Gobierno hizo un análisis propio de otra época o de otro país. Pienso que su agresividad laicista no tiene lugar en la España actual, Vale la pena que nos preguntemos seriamente si la fe cristiana dificulta realmente el desarrollo de una cultura democrática..
Si esto fuera así, sería difícil de explicar que la democracia haya nacido precisamente en el seno de los países de cultura cristiana. Sin exageración podemos decir que los principios que rigen la vida democrática han nacido del cristianismo. La igualdad y los derechos de las personas, la soberanía de los pueblos, el concepto de autoridad como servicio al bien común y no como simple dominio o imposición, la igualdad de todos ante la ley, todo esto, nace históricamente de la experiencia cristiana y de los valores morales del cristianismo. Incluso cuando semejantes ideas se afirman contra la Iglesia, quienes las defienden de la cultura cristiana.
El Estado democrático se organiza como defensor y protector de las libertades de los ciudadanos. Entre estas libertades o derechos de los ciudadanos están universalmente reconocidas como algo esencial la libertad de conciencia y la libertad religiosa. Ahora bien, la Iglesia, que ha sabido vivir en todas las épocas y situaciones de la historia, entiende que, en las sociedades modernas y democráticas, puede y debe vivir en el espacio de la libertad religiosa plenamente reconocida, sin privilegios de ninguna clase. Los ciudadanos son quienes en virtud de su propia decisión personal abren el espacio necesario para que la vida religiosa y moral tenga un lugar en la sociedad y las instituciones civiles puedan legítimamente tratar con las instituciones religiosas que representan en materia religiosa la voluntad y los derechos civiles de los ciudadanos. El Estado democrático no confesional es aquel que, sin tener ninguna religión como propia, protege positivamente la práctica religiosa de sus ciudadanos como parte del bien común, sin imponer preferencias ni rechazos que no vengan impuestos por las exigencias del bien común o del orden público. Aunque el Estado no sea confesional, la sociedad sí puede serlo, tal como lo decidan libremente los ciudadanos en el legítimo derecho de su libertad. Ellos son quienes, en el ejercicio de su libertad, dan un determinado tono religioso a la vida social. Dentro del patrimonio cultural y espiritual de una sociedad. Las convicciones morales de sus ciudadanos, su propia historia espiritual. El Estado sirve y protege la libertad de los ciudadanos y por tanto también la vida religiosa que ellos libremente quieran tener y desarrollar. Un Estado no beligerante en materias religiosas no puede imponer ni excluir una determinada confesión en contra de otra, ni tampoco ignorarlas a todas en favor de una pretendida profesión de laicismo. Esto es exactamente lo que dice el artículo 16 de la actual Constitución española.
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
1. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Si el Estado está al servicio de una sociedad concreta ¿no deben los gobernantes tener en cuenta y favorecer las decisiones y preferencias religiosas y morales de los ciudadanos? ¿Acaso la religión o las religiones libremente profesadas por los ciudadanos no forman parte del patrimonio cultural y espiritual de la sociedad tal como existe en realidad? En cuanto al “matrimonio” homosexual, Zapatero se mostró convencido de que “leyes como esta son irreversibles” e indicó que “en España, una mayoría política conservadora” no va a derogar la ley sobre el “matrimonio” entre homosexuales, porque, “una vez que han sido aprobadas leyes que amplían los derechos individuales y la sociedad las ha aceptado, es muy difícil dar marcha atrás”. Refirió también que estos cambios se irán abriendo camino en todos los países. Hoy dijo el Presidente gobierno Español "nadie puede imponer ni fe, ni moral, ni costumbres, sólo respeto a las leyes", que es el "ADN de la democracia". SR. ZAPATERO LA DEMOCRACIA GARANTIZA LA LIBERTAD DE OPINION. LA FAMILIA ES EL ADN QUE SOSTIENE LA MORAL DE LA SOCIEDAD.
Bueno ud esta repitiendo lo mismo términos, escrito en su articulo en el socialista. Titulara. Nos merecemos una España mejor. Y dijo Nuestro país debe ser el país de la tolerancia y el respeto radical a las opciones sexuales de cada individuo. Nuestra España es una España laica, una España en la que nadie podrá imponer sus creencias, ni en la escuela, ni en las leyes civiles, ni por supuesto en la investigación científica. Y por ello, reconoceremos el matrimonio entre homosexuales. Una España que incluya, que integre, que respete, que iguale, que tolere, que avance, que deje de perder oportunidades. No puede haber compromiso más elevado para un gobernante, que devolver España a los españoles. Ese es mi propósito y con él, los socialistas, nos presentaremos el próximo 14 de marzo ante la ciudadanía. Ha llegado el momento de tener un Gobierno que comparta los valores de la inmensa mayoría de este país.dijo zapatero.
He recibido Invitaciones a concentraciones Católicas y evangélicas, en muchos casos unidos, en protesta y gritar a una sola voz, en defensa de la familia.
Creo que es oportuno desde ahora, mostrar a través de sus votos; castigar a gobiernos defensores de la cultura de la muerte, en las urnas. Busque apoyar a candidatos que se identifiquen con sus convicciones y principios, será el principio de una protesta formal. Es posible que no logren una victoria momentánea, pero les aseguro que la próxima vez, bajaran el tono de voz a moderado.
Si leemos S. Mateo 5,13-16, nos dice claro que los cristianos "Somos la sal de la tierra". Que somos la "luz del mundo" y que esa luz no la podemos ocultar; que la debemos "poner en el candelero, para que alumbre a todos". El cristianismo no es una religión de alcoba (eso es lo que quisieran algunos señores como Zapatero). Los cristianos debemos manifestar nuestra fe, y vivir nuestra fe. Lo cual no significa privilegios, pero sí respeto a nuestras convicciones y justicia.
Pastor. José Linares Cerón, es Presidente Coalición Presencia Internacional y Preside Ministerio Oración Internacional.
( Un Extractó de la carta enviara al Gobierno Español. Comentarios del Autor )
22:26:00


