México -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) A fin de acabar con la costumbre de que las Iglesias o asociaciones religiosas deben esperar a que las autoridades de cualquier nivel volteen a verlos para apoyarlos, un grupo de jóvenes encabezados por Rafael Ramos, realizan actividades de gestión, basados de cierta forma en esa frase de “al que no habla Dios no lo escucha”.
Incluso reconocieron que su trabajo podría generar cierta molestia, ya que las religiones tradicionalistas podrían mostrarse en contra de estas acciones por considerarlas fuera de lo “tradicional”.
Sin embargo, aseguraron, la intención de esto es que se den cuenta que independientemente de la religión que profesen también son ciudadanos y tienen derecho de acceder a los beneficios que los gobiernos ofrecen a través de los diversos programas que existen, pero que no les van a llegar a la puerta de su casa, deben buscarlos, informarse, actuar.
Asimismo, Rafael Ramos negó que haya un grupo de asociaciones religiosas en concreto, no hay nombres, hay personas, en su mayoría son jóvenes, que convencidos de que sólo buscando el beneficio social se pueden rescatar los valores familiares.
Incluso dejó claro que tampoco simpatizan con algún partido, ni siquiera tienen un nombre para su grupo, “sólo somos un grupo de jóvenes, cristianos y evangélicos que deseamos aportar algo a la sociedad”, externó.