EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) La industria de la carne es la segunda causa del calentamiento del planeta, sólo después del consumo de energía en edificios y por delante del transporte, según un informe de la FAO y la opinión de un asesor clave de Al Gore durante la administración de Bill Clinton.
Emisores de gases
Un informe de la FAO (agencia de la Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) con el título Livestock's Long Shadow (La larga sombre del ganado), aseguraba ya en el 2006 que los 1,500 millones de reses que hay en el mundo eran responsables del 18 por ciento de los gases de efecto invernadero, un porcentaje mayor que el de automóviles, aviones y demás formas de transporte juntas.Los gases vienen de muchos procesos. La quema de combustible para producir fertilizantes para piensos, la tala de árboles y vegetación para pastos, el transporte del ganado y luego de la carne... todos ellos se combinan para acumular el 9 por ciento de todas las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el más común de los gases de efecto invernadero.
Pero es que además estos animales generan una enorme cantidad de gases en sus peculiares aparatos digestivos que se expulsan a través de flatulencias o eructos, compuestos principalmente de metano, un gas 20 veces más nocivo para el calentamiento global que el CO2.El consumo de carneSegún el economista Jeremy Rifkin, asesor de Al Gore sobre ecología durante la administración de Bill Clinton, el consumo de carne de vaca es un agente primordial del cambio climático.La enorme cantidad de alimento que necesitan las vacas no es un problema menor."Estamos destruyendo el Amazonas para alimentarlas. Hay que producir 900 kilogramos de comida para obtener un kilogramo de carne", comenta Rifkin.
Tratar un millón de vacas con una hormona de crecimiento permitiría producir más leche con menos recursos, generando una reducción del volumen de gases de efecto invernadero equivalente a 400 mil autos menos en las rutas, según un estudio de científicos estadounidenses.El estudio, publicado por Judith Capper, investigadora de la Universidad Cornell, en el noreste de Nueva York, subraya que la producción de leche a gran escala requiere de vastas superficies de cultivos y de importantes fuentes de energía para producir los alimentos necesarios para el ganado.
Según ella, el recurso a esta hormona de crecimiento STH reconstituida, primer producto de la biotecnología utilizado en el ganado estadounidense desde hace casi 15 años, permite reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de metano en la atmósfera, ya que se precisa menos energía y tierra de cultivo pero asegura niveles de producción lechera suficientes para satisfacer la demanda.Ahorros y beneficiosLa investigación muestra que dar un complemento hormonal de crecimiento cotidiano en los alimentos a un millón de vacas permitió producir la misma cantidad de leche con 157 mil animales menos, comparado con una cantidad similar de bovinos sin este complemento alimentario.
Según ella, el recurso a esta hormona de crecimiento STH reconstituida, primer producto de la biotecnología utilizado en el ganado estadounidense desde hace casi 15 años, permite reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de metano en la atmósfera, ya que se precisa menos energía y tierra de cultivo pero asegura niveles de producción lechera suficientes para satisfacer la demanda.Ahorros y beneficiosLa investigación muestra que dar un complemento hormonal de crecimiento cotidiano en los alimentos a un millón de vacas permitió producir la misma cantidad de leche con 157 mil animales menos, comparado con una cantidad similar de bovinos sin este complemento alimentario.
Esta diferencia permitió ahorrar 491 mil toneladas de maíz y 158 mil toneladas de soya y la reducción de 2.3 millones de toneladas en alimentos para el ganado.Permite además disminuir la superficie de las tierras cultivadas en 219 mil hectáreas así como la erosión del suelo en 2.3 millones de toneladas anuales, según esta investigación.
En una entrevista al diario español El País, Rifkin propone gravar con impuestos la producción de alimentos para ganado y animar a producir comida para hombres."Igual que hemos puesto límite al dióxido de carbono, tenemos que frenar el consumo de carne", asegura.P. ¿Cómo se explica este desequilibrio?
R. Hay que tener en cuenta que hay una relación entre los crecientes precios de la energía, los costes de la comida y el cambio climático. La ONU ha hecho un informe llamado Feed versus food (Forraje frente a comida) en el que se concluía que el 39 por ciento de los campos del mundo se utiliza para animales.Otro 47 por ciento es alimento para las personas. El otro 15 por ciento es para productos industriales. Estamos utilizando el campo para alimentar a los animales cuando hay 2,700 millones de personas que gastan más de la mitad de su dinero en comida.P.
R. Hay que tener en cuenta que hay una relación entre los crecientes precios de la energía, los costes de la comida y el cambio climático. La ONU ha hecho un informe llamado Feed versus food (Forraje frente a comida) en el que se concluía que el 39 por ciento de los campos del mundo se utiliza para animales.Otro 47 por ciento es alimento para las personas. El otro 15 por ciento es para productos industriales. Estamos utilizando el campo para alimentar a los animales cuando hay 2,700 millones de personas que gastan más de la mitad de su dinero en comida.P.
Pero los granjeros tienen que ganarse la vida.
R. Por supuesto. Éste es un tema que quiero que quede claro. Hay que hacer la transición de manera que no afecte a los granjeros. Por eso son tan importantes los incentivos para el cultivo de alimentos para personas.
P. Esta teoría la hizo usted pública a principios de los noventa con su libro Beyond the beef (Más allá de la carne). ¿Por qué nadie le hace caso?
R. Sí, es una historia vieja. Es muy triste que ni siquiera un líder mundial se haya preocupado de ello. Sólo hay dos personas que estamos hablando de ello. Rajendra Pachauri (el presidente del Panel Internacional del Cambio Climático y Premio Nobel de la Paz en 2007 junto con Al Gore) y yo. Ah, y Paul McCartney, que está muy involucrado y ha propuesto el lunes verde para que el primer día de la semana todo el mundo haga dieta vegetariana.
P. ¿Por qué están tan solos?
R. Porque concierne a la industria global de la ganadería y habría que cambiar los hábitos de la gente. Fíjese que precisamente su dieta, la mediterránea, que se basa en tomar grandes cantidades de fruta y verdura y muy poca de carne, es perfecta. El problema es que en países como el mío se consumen cantidades de carne inadmisibles. Tomamos incluso más proteínas de las que podemos digerir.
P. ¿Usted come carne?
R. No. Se puede decir que soy vegetariano al 95 por ciento. Empecé en 1977, pero bebo leche y tomo un poco de pescado.
6:57:00


