Editorial:
Agencia la Voz felicita la iniciativa del Congresista Perry de Perú. Esperamos que otros legisladores Evangélicos de América Latina, imiten esta iniciativa con una comisión investigadora. Además de investigar también a otros que lucran con la fe sana del evangelio a través de los medios masivos de radio y televisión. Detengamos a estos mercaderes de la fe.
Josh Mcbride
Director Internacional
AGENCIA LA VOZ
PERU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El grupo “Pare de sufrir” es una secta que lucra con la religiosidad popular de las personas, quienes por encontrar curación a sus diversas enfermedades o soluciones a sus problemas, son timados económicamente, confirmó el congresista Juan David Perry Cruz, al descartar que esta religión pertenezca a las iglesias evangélicas.
El parlamentario, miembro del partido político Restauración Nacional, agrupación que lidera el pastor y ex candidato presidencial Humberto Lay Sun, reveló que las sectas religiosas tienen por finalidad aprovecharse de la buena fe de las personas, exigiéndoles a cambio de algunos “beneficios” contribuciones económicas para provecho de sus líderes.En el Perú diversas sectas religiosas timan a sus seguidores con falsas promesas como curaciones, venta de diversos artículos, promoción de objetos de otros países, especialmente de Israel, etc. Si bien es cierto que las contribuciones financieras son voluntarias por parte de las membresías religiosas, si está penado la estafa y el lavado de activos.Como se sabe, la organización brasileña “Pare de sufrir” es acusada de ciertas prácticas turbias como el lavado de activos y otras formas de delitos financieros. El grupo religioso recauda anualmente en Brasil, la suma de US$ 765 millones por concepto de contribuciones como diezmos y ofrendas, monto exonerado de impuestos y derivados a paraísos financieros a nombre de los líderes del grupo religioso.En Brasil, el grupo está acusado de lavado de activos y de dinero. En el Perú esta práctica está penada y considerada como delito financiero. Se disfraza la existencia de la fuente y el uso ilegal de bienes o fondos producto de actividades deshonestas para presentarlas como legítima. En general involucra la ubicación de fondos en el sistema financiero, la estructuración de transacciones para disfrazar el origen, propiedad y ubicación de los fondos.Desde esta perspectiva, Perry Cruz, instó a la población, no dejarse sorprender con “ofrecimientos o soluciones que tergiversan los principios elementales de la ética y moral en el país, por tal motivo estamos pidiendo que se forme una comisión investigadora”.