VNEZUELA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Hace cuatro meses comenzó a escuchar la palabra Dios, cuando decidió se cristiano evangélico. A Elvis Segundo Torres Riera de 30 años de edad, le quitaron la oportunidad de seguir leyendo la Santa Biblia, libro sagrado que lo acompañó hasta el último día de su vida. Ayer, aproximadamente, a las 2 y 30 de la madrugada, fue degollado con un objeto cortante que por poco le quita la cabeza.
Pasada la medianoche, el hoy occiso, caminaba entre la oscuridad que vigila la quebrada de la urbanización Antonio Carillo, en el oeste de Barquisimeto.
Vestía camisa color naranja, jeans azul, zapatos deportivos y en sus manos tenía unos protectores de cuero que le permitían cargar mucho peso.
Al parecer, llevaba un pequeño bolso de mano, en el cual estaban todas sus pertenencias, incluyendo una Biblia que lo acompañaba a todas partes.
Familiares de la víctima desconocen qué ocurrió. Si bien no sabían a dónde había ido la noche del sábado, manifestaron que, tal vez, lo mataron para robarle, porque "era una persona sana y no tenía problemas con nadie".
Alerta
Eran las tres de la madrugada cuando funcionarios de la Policía Regional, adscritos a la Comisaría 15, recibieron una llamada telefónica anónima, en la cual advertían sobre un cuerpo sin vida que se encontraba a orillas de un barranco.
Inmediatamente, se activó una comisión de uniformados, quienes llegaron al sitio y confirmaron la información.
A las siete de la mañana de este domingo, curiosos de la zona se acercaron al lugar del suceso, mientras los hombres de azul resguardaban el área del crimen.
Posteriormente, llegaron sus parientes, quienes quedaron sorprendidos por la forma en la cual perdió la vida uno de los nueve hermanos que conforman la familia Torres Riera.
Ninguno de ellos vio cómo quedó el cuello del cristiano evangélico. Entre lágrimas y rabia imploraban justicia.
Macabro
Elvis Segundo Torres Riera permaneció tendido en el suelo por más de ocho horas. Tenía la cara cubierta con una sábana.
En la escena del asesinato había una cápsula de escopeta, papeles con números de teléfonos, una fotocopia de su cédula de identidad y una tarjeta estampada que decía: "Querido Dios, pensó en la madre, tuvo que sonreír con satisfacción y la concebí profunda, generosa, bella, rebosante de espíritu y amor".
Después de la once del día, efectivos del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegaron a la quebrada, donde colectaron las evidencias que ayudarán a esclarecer cómo fue el homicidio.
Antes de montarlo en la furgoneta, quienes hicieron el levantamiento del cadáver le quitaron la funda de la cabeza, pero al ver las condiciones en las cuales se encontraba el fallecido, inmediatamente, se la colocaron de nuevo.
El objeto cortante utilizado para el delito, le destrozó la tráquea. Elvis Segundo Torres Riera se desangró, dejando una pequeña laguna roja en su alrededor.
Castigo a los culpables
Allegados y familiares exigieron justicia. Pidieron a las autoridades competentes dar con el paradero de los responsables.
"Es injusto que lo hayan matado. Él no tenía hijo. Era buena persona", comentó Betty Torres, pariente del degollado.
Se conoció que Elvis Segundo Torres Riera salió el sábado con su hermano menor de 18 años de edad, eso fue lo último que supieron sus deudos. Supuestamente, era su día libre. Él trabajaba como vigilante en un depósito, ya había cumplido dos años en ese oficio. Tenía residencia en el sector La Orquídea de Pavia, donde habitaba con su mamá.
Ayer, el cadáver ingresó hasta la Unidad de Anatomía Patológica del Hospital Central Universiario "Dr. Antonio María Pineda", donde sería retirado a fin de darle cristianas sepulturas.