ARGENTINA.- ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Con el proyecto de matrimonio homosexual primero y la despenalización del aborto después, al recinto de la Cámara de Diputados llegarán discusiones éticas, ideológicas y religiosas, en medio de la fuerte e histórica polémica que provocan esas iniciativas en la sociedad.
Por eso abrirá un escenario inédito en el parlamento: que diputados de distintos bloques abandonen la disciplina partidaria y formen alianzas circunstanciales con los de otras bancadas, al tiempo que se enfrentarán a sus compañeros. Además, son iniciativas que la Casa Rosada deja avanzar debido a que puede acercarla al medular bloque de la centroizquierda que inclina la balanza para el lado del oficialismo o de la oposición más dura ante cada tema que se trata en la Cámara baja. La modificación del Código Civil para que dos personas del mismo sexo puedan casarse y tengan los mismos derechos que las parejas heterosexuales podría llegar al recinto el próximo miércoles, aunque aún no está confirmado su tratamiento.
Luego de varias idas y vueltas, el proyecto de matrimonio gay obtuvo el jueves último dictamen de mayoría en el plenario de las comisiones de Legislación General y Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, por lo quedó listo para ser conducido al recinto.
Su destino es incierto, ya que muchos legisladores develarán sus posturas recién a la hora de votar, luego de que todos los bloques dieran libertad de acción a sus integrantes para que cada uno actúe según sus propias convicciones.
Lo que sí está claro es que la discusión será ardua y extensa, ya que existen posiciones extremas a favor y en contra.
Por la libertad de acción, todas la bancadas votarán de forma dividida, excepto las de centroizquierda, en las que se espera una decisión unida por el respaldo al casamiento gay.
Las diferencias llegaron incluso al conservador bloque PRO, en el que si bien la mayoría de sus miembros (su titular Federico Pinedo incluido) presentaron un proyecto que sólo permite la unión civil, tiene a la legisladora Laura Alonso en la lista de los que sí acompañarán la reforma del Código Civil.
"Voy a votar a favor en el recinto", subrayó Alonso en diálogo con Noticias Argentinas, y resaltó que se diferenció de su espacio porque "no hubo una posición oficial en el PRO".
Por ejemplo, en el Frente para la Victoria votarán a favor su jefe, Agustín Rossi, Juliana Di Tullio y Remo Carlotto, entre otros, pero se expresarán en contra la vicepresidenta segunda de Diputados, Patricia Fadel, y Jorge Landau.
Pasa lo mismo en el resto de las bancadas, y entre los que simpatizan con la propuesta están Juan Carlos Vega, Marcela Rodríguez y Fernanda Gil Lozano de la Coalición Cívica y la radical Silvia Storni.
Entre las posturas más conservadoras se encuentra la diputada Cynthia Hotton, del monobloque Valores para Mi País.
El choque de ideas, que se repetirá próximamente en el recinto, se plasmó el pasado jueves en el plenario de las comisiones, cuando por un lado estaban los representantes de la comunidad homosexual y por el otro un grupo de militantes católicos.
La propuesta que movilizó en los últimos tiempos Vilma Ibarra plantea cambiar del Código Civil la frase "hombre y mujer" por "cónyuges", para que no haya diferencias entre las parejas gay y las heterosexuales.
Esto incluye los derechos a pensiones por fallecimiento, herencia, asignaciones familiares, obras sociales y también la adopción compartida, uno de los puntos que provoca mayor rechazo en el ámbito religioso.
La discusión por la despenalización del aborto, que se espera aún más conflictiva que la del matrimonio gay, aún no tiene fecha de arranque en la Cámara baja.
Si bien la centroizquierda y diputadas como Julia Di Tullio y la radical María Luisa Storani impulsan la agilización del tratamiento, todavía no está previsto su análisis en comisión.
La iniciativa más fuerte que existe en este sentido lleva la firma de una treintena de diputados y la adhesión de otros tantos, y busca establecer el derecho de las mujeres "a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras doce semanas del proceso gestacional".
Pasado ese período, se podrán practicar abortos cuando "el embarazo sea producto de una violación, si estuviera en riesgo la salud o la vida de la mujer o si existieran malformaciones fetales graves".
Entre los que la alientan también están Adriana Puiggrós, Marcela Rodríguez, Storni, Claudio Lozano, Victoria Donda, Cecilia Merchán, Silvana Giudici, Lisandro Viale, Héctor Recalde, Gerardo Milman, Mónica Fein y Roy Cortina, entre otros (en su mayoría de centroizquierda).
Laura Alonso también se adhirió al proyecto de despenalización del aborto, y aseguró que su intención es "apoyar la campaña por el aborto legal y seguro".
La legisladora macrista dijo que aún no hay fecha de tratamiento, pero consideró que "algunos debates no se pueden acelerar y deben trabajarse voto a voto".
Su bloque en tanto, si bien aún no esbozó una "posición formal"
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