EE.UU.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )Sucede que la News Corp., de Rupert Murdoch, que está en una tormenta de críticas sobre la ética periodística, también es dueña de los derechos de la Biblia más vendida a nivel mundial, la Nueva Versión Internacional.
Zondervan, una casa editorial cristiana con sede en Estados Unidos que forma parte del imperio de News Corp., tiene 300 millones de copias de la traducción de la Biblia y es hogar de algunos de los nombres más reconocidos en el sector editorial cristiano, incluyendo al pastor Rick Warren.
El escándalo de espionaje telefónico se ha convertido en una situación incómoda para al menos un autor de Zondervan, quien afirma que pertenecer a la empresa de Murdoch puede crear un “dilema ético”.
Shane Claiborne, autora de Zondervan, activista cristiana de Filadelfia y una ocasional colaboradora del blog Belief de CNN, comentó recientemente a un bloguero cristiano:
“Los problemas actuales… en Inglaterra generan todo tipo de cuestionamientos éticos y yo esperaría que una compañía cuya misión es explícitamente cristiana, como Zondervan, aprovechara la oportunidad para testificar y dirigirse a la cultura que está tan terriblemente degradada”.
Otros autores de Zondervan han permanecido en silencio respecto a este asunto.
Los comentarios de Claiborne se hicieron durante una entrevista con Will Braun, quien bloguea para Geez, una revista de la cual es cofundador y que está dirigida “a los demasiado religiosos y los alejados de la iglesia”.
“A aquellos que nos importan las escrituras cristianas, ¿qué vamos a hacer con esta mezcla de magnates, acusaciones de espionaje telefónico y sobornos, y la santa palabra de Dios?”, escribió Braun. “¿Qué haremos con el hecho de que cada que compremos un producto de Zondervan contribuiremos al millonario imperio de Murdoch, el cual incluye una fortuna personal estimada por Forbes en 6,300 millones de dólares el año pasado?”
Braun no se anda con rodeos sobre su aversión a News Corp. “Quizá exagere con el vínculo entre News of the World y Zondervan. Pero creo que simplemente no debería existir vínculo alguno. La avaricia no tiene cabida en las publicaciones de la Biblia”.
La nota de Braun está llamando mucho la atención tras ser considerada en los blogs populares de la semana y siendo replicada por el USA Today y el New York Observer.
La vocera de Zondervan, Tara Powers, reaccionó a los cuestionamientos sobre el involucramiento de Murdoch con esta casa editorial con una declaración a CNN este viernes: “Durante nuestros 80 años de historia como casa editorial cristiana líder, Zondervan siempre ha operado con autonomía, independencia editorial y la libertad para cumplir nuestra misión de cumplir las necesidades de la gente con recursos que glorifiquen a Jesucristo y promuevan los principios bíblicos”.
Agregró que Murdoch no está involucrado en la mercadotecnia de la Biblia: “Como CEO de News Corp., el señor Murdoch no está involucrado en las operaciones empresariales del día a día de Zondervan".
Esta afirmación fue respaldada por Lyn Cryderman, ex editor de Zondervan.
“Durante mi papel como editor del grupo no recuerdo nada que ni remotamente pudiera ser considerado un involucramiento en las operaciones del día a día por parte de Rupert Murdoch”, señaló. Cryderman fue vicepresidente y editor de Zondervan del 2004 al 2007.
Zondervan opera bajo el nombre de HarperCollins, una compañía de News Corp., la cual adquirió a la editorial cristiana en 1988.
Zondervan también es la casa editorial referente para muchos autores populares cristianos, especialmente del lado evangélico.
Además de la Biblia Nueva Versión Internacional, publica otros 200 libros al año relacionados con temas cristianos de autores como Warren, Claiborne, C.S. Lewis, Lee Strobel, Karen Kingsbury y Rob Bell.
Zondervan asumió una postura de altos principios a inicios de este años cuando rechazó publicar el último libro de Bell: Love Wins (Gana el Amor). El pastor de Grand Rapids había publicado varios libros con Zondervan, alcanzando más de un millón de libros vendidos.
Cuando Bell escribió Love Wins, causó gran controversia, Zondervan decidió no publicarlo afirmando que la pieza no cumplía con su misión editorial. HarperOne, también propiedad de News Corp., acogió el libro y alcanzó el tercer lugar en la lista.