ARGENTINA.- (AGENCIALAVOZ.ORG) Un proyecto para su despenalización se intentaría tratar en el recinto de Diputados a mediados de septiembre. Pero la Iglesia se adelantó y habló de “consecuencias jurídicas, culturales y éticas”. La Cámara de Diputados de la Nación intentará el mes próximo lograr una definición para llevar al recinto uno de los dos proyectos de ley sobre la despenalización del aborto.
Así lo indicó a Noticias Argentinas el titular de la Comisión de Legislación Penal Juan Carlos Vega (Coalición Cívica), quien anunció que solicitará reunión entre el 15 y 20 de septiembre próximo.
En ese encuentro se pondrán sobre la mesa los dos proyectos que refieren a la modificación de los artículos 85 a 88 del Código Penal, donde se estipulan las penas para el delito del aborto, que oscilan entre uno y quince años.
Uno de esos proyectos, que lleva la firma de casi 50 diputados, tiene como eje la despenalización absoluta y total del aborto hasta las doce semanas de gestación y de manera "libre y gratuita", fundado en que es un derecho de la mujer decidir sobre su cuerpo.
El otro tiene como protagonista al diputado cordobés Juan Carlos Vega, quien ya firmó e ingresará por mesa de entrada la semana próxima el proyecto que intenta "operativizar" las cláusulas del artículo 86.
Ese artículo asegura que el aborto "no será punible" siempre que sea practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, y en dos casos:
"1°- Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios; o 2º- si el embarazo proviene de una violación o
de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto".
"El proyecto tiende a transformar el derecho de la ficción al derecho de la realidad. Esas dos hipótesis son hipócritas en la Argentina de hoy, porque por ejemplo, si una mujer dice me han
violado o tengo riesgos de vida en mi embarazo, el médico la manda al juez y éste tarda un promedio de tres años en decidir", explicó Vega en su diálogo con NA.
Por eso, en su proyecto, el diputado nacional esgrime que en caso de que la mujer quede embarazada en una violación será suficiente para acceder al aborto "con el certificado del médico
con el título de especialista", e incluso "será obligatorio" si el pedido se hace en un hospital público.
La situación es similar si la que está en riesgo es la salud de la mujer.
"El objetivo es evitar la judicialización del hecho, que en la actualidad lo transforma en un hecho ficcional", indicó.
En ese sentido, Vega anticipó a NA que convocará a la Comisión de Legislación Penal para una reunión en un mes "para que se dictamine por sí o por no alguno de los dos proyectos".
ADVERTENCIA DE LA IGLESIA
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) advirtió hoy que si el Congreso de la Nación promulga una ley que despenalice el aborto generará "consecuencias jurídicas, culturales y éticas" y pidieron un pronunciamiento de la sociedad a favor "del derecho a la vida".
"Una decisión legislativa que favoreciera la despenalización del aborto tendría consecuencias jurídicas, culturales y éticas. Las leyes van configurando la cultura de los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una cultura de la muerte. La ley, en cuanto base de un ordenamiento jurídico, tiene un sentido pedagógico para la vida de la sociedad", afirmó la CEA en un comunicado.
El tema del aborto fue central durante el encuentro que una veintena de obispos mantuvo hace una semana en el marco de la 159° reunión de la Comisión Permanente de la CEA.
Allí estuvieron los cuatro obispos integrantes de la Comisión Ejecutiva de la CEA, otros diez presidentes de las comisiones episcopales y los ocho obispos delegados de las regiones pastorales, en algunos casos acompañados por sus suplentes.
Presidida por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, la Comisión insistió en la defensa de la vida y consideró que "hablar de este tema, en el actual contexto nacional, tiene una significación muy concreta".
"La vida está muy amenazada por la droga y las diversas adicciones, la pobreza y la marginalidad en la que muchas personas viven su existencia en un estado de vulnerabilidad extrema; también la delincuencia aparece hoy en forma frecuente como atentado contra la vida", escribieron.
Y agregaron: "Junto con estos peligros nos encontramos frente al planteo del aborto. Queremos afirmar con claridad: cuando una mujer está embarazada, no hablamos de una vida sino de dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas. La biología manifiesta de modo contundente a través del ADN, con la secuenciación del genoma humano, que desde el momento de la concepción existe una nueva vida humana que ha de ser tutelada jurídicamente. El derecho a la vida es el derecho humano fundamental".
Los purpurados se anticiparon así a una discusión que podría plantearse en el Congreso en los próximos meses, pese a que la presidenta Cristina Kirchner ya se pronunció en contra del aborto.
Buscaron así evitar una reacción tardía como la que estiman que tuvieron durante el tratamiento de la ley de matrimonio igualitario, a la que la Iglesia también se oponía y que finalmente fue aprobada por impulso del kirchnerismo.
En ese sentido, los obispos indicaron que en la Argentina "hay un aprecio de la vida como valor inalienable", ya que la "vida propia y ajena es para los creyentes un signo de la presencia de Dios".
Por eso, aseguraron "valorar las recientes medidas adoptadas respecto del cuidado de la vida en la mujer embarazada", que es "absolutamente prioritario, en particular a las que se encuentran en estado de marginalidad social o con dificultades graves en el momento del embarazo".
"Deseamos escuchar, acompañar y comprender cada situación, procurando que todos los actores sociales seamos corresponsables en el cuidado de la vida, para que tanto el niño como la madre sean respetados sin caer en falsas opciones. El aborto nunca es una solución", indicaron.
Así lo indicó a Noticias Argentinas el titular de la Comisión de Legislación Penal Juan Carlos Vega (Coalición Cívica), quien anunció que solicitará reunión entre el 15 y 20 de septiembre próximo.
En ese encuentro se pondrán sobre la mesa los dos proyectos que refieren a la modificación de los artículos 85 a 88 del Código Penal, donde se estipulan las penas para el delito del aborto, que oscilan entre uno y quince años.
Uno de esos proyectos, que lleva la firma de casi 50 diputados, tiene como eje la despenalización absoluta y total del aborto hasta las doce semanas de gestación y de manera "libre y gratuita", fundado en que es un derecho de la mujer decidir sobre su cuerpo.
El otro tiene como protagonista al diputado cordobés Juan Carlos Vega, quien ya firmó e ingresará por mesa de entrada la semana próxima el proyecto que intenta "operativizar" las cláusulas del artículo 86.
Ese artículo asegura que el aborto "no será punible" siempre que sea practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, y en dos casos:
"1°- Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios; o 2º- si el embarazo proviene de una violación o
de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto".
"El proyecto tiende a transformar el derecho de la ficción al derecho de la realidad. Esas dos hipótesis son hipócritas en la Argentina de hoy, porque por ejemplo, si una mujer dice me han
violado o tengo riesgos de vida en mi embarazo, el médico la manda al juez y éste tarda un promedio de tres años en decidir", explicó Vega en su diálogo con NA.
Por eso, en su proyecto, el diputado nacional esgrime que en caso de que la mujer quede embarazada en una violación será suficiente para acceder al aborto "con el certificado del médico
con el título de especialista", e incluso "será obligatorio" si el pedido se hace en un hospital público.
La situación es similar si la que está en riesgo es la salud de la mujer.
"El objetivo es evitar la judicialización del hecho, que en la actualidad lo transforma en un hecho ficcional", indicó.
En ese sentido, Vega anticipó a NA que convocará a la Comisión de Legislación Penal para una reunión en un mes "para que se dictamine por sí o por no alguno de los dos proyectos".
ADVERTENCIA DE LA IGLESIA
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) advirtió hoy que si el Congreso de la Nación promulga una ley que despenalice el aborto generará "consecuencias jurídicas, culturales y éticas" y pidieron un pronunciamiento de la sociedad a favor "del derecho a la vida".
"Una decisión legislativa que favoreciera la despenalización del aborto tendría consecuencias jurídicas, culturales y éticas. Las leyes van configurando la cultura de los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una cultura de la muerte. La ley, en cuanto base de un ordenamiento jurídico, tiene un sentido pedagógico para la vida de la sociedad", afirmó la CEA en un comunicado.
El tema del aborto fue central durante el encuentro que una veintena de obispos mantuvo hace una semana en el marco de la 159° reunión de la Comisión Permanente de la CEA.
Allí estuvieron los cuatro obispos integrantes de la Comisión Ejecutiva de la CEA, otros diez presidentes de las comisiones episcopales y los ocho obispos delegados de las regiones pastorales, en algunos casos acompañados por sus suplentes.
Presidida por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, la Comisión insistió en la defensa de la vida y consideró que "hablar de este tema, en el actual contexto nacional, tiene una significación muy concreta".
"La vida está muy amenazada por la droga y las diversas adicciones, la pobreza y la marginalidad en la que muchas personas viven su existencia en un estado de vulnerabilidad extrema; también la delincuencia aparece hoy en forma frecuente como atentado contra la vida", escribieron.
Y agregaron: "Junto con estos peligros nos encontramos frente al planteo del aborto. Queremos afirmar con claridad: cuando una mujer está embarazada, no hablamos de una vida sino de dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas. La biología manifiesta de modo contundente a través del ADN, con la secuenciación del genoma humano, que desde el momento de la concepción existe una nueva vida humana que ha de ser tutelada jurídicamente. El derecho a la vida es el derecho humano fundamental".
Los purpurados se anticiparon así a una discusión que podría plantearse en el Congreso en los próximos meses, pese a que la presidenta Cristina Kirchner ya se pronunció en contra del aborto.
Buscaron así evitar una reacción tardía como la que estiman que tuvieron durante el tratamiento de la ley de matrimonio igualitario, a la que la Iglesia también se oponía y que finalmente fue aprobada por impulso del kirchnerismo.
En ese sentido, los obispos indicaron que en la Argentina "hay un aprecio de la vida como valor inalienable", ya que la "vida propia y ajena es para los creyentes un signo de la presencia de Dios".
Por eso, aseguraron "valorar las recientes medidas adoptadas respecto del cuidado de la vida en la mujer embarazada", que es "absolutamente prioritario, en particular a las que se encuentran en estado de marginalidad social o con dificultades graves en el momento del embarazo".
"Deseamos escuchar, acompañar y comprender cada situación, procurando que todos los actores sociales seamos corresponsables en el cuidado de la vida, para que tanto el niño como la madre sean respetados sin caer en falsas opciones. El aborto nunca es una solución", indicaron.
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