EE.UU.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )Un pelo le ha faltado a Rick Santorum para protagonizar en Iowa eso que los anglosajones llaman una victoria 'from behind', un triunfo inesperado después de no haber liderado ni una sola de las decenas de encuestas publicadas a lo largo del año pasado. Sólo ocho votos (un puñado sobre un total de 122.255 participantes en los 'caucus' republicanos) han impedido que el ex senador derrotara a Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts y favorito para disputarle la Casa Blanca al demócrata Barack Obama en las elecciones del 6 de noviembre.
Los sondeos más optimistas para Santorum preveían que conseguiría un apoyo en torno al 18%. Al final, tras un recuento ajustadísimo que se prolongó de madrugada, el aspirante de ideas ultraconservadoras superó con creces sus expectativas y alcanzó un 24,5%, apenas un punto por debajo de Romney (24,6%) y tres por encima del libertario Ron Paul (21,4%).
El ex senador por Pensilvania, que antes fue también congresista, casi no contaba para la batalla presidencial hasta la semana pasada. De hecho, los estudios de opinión a nivel nacional (de importancia relativa, más bien simbólica) siguen sin darle más que un 4% de las intenciones de voto. ¿Cómo ha hecho entonces para colocar su nombre en todas las portadas después de pasar desapercibido durante meses?
Antiabortista
Padre de siete hijos a sus 53 años, este descendiente de inmigrantes italianos e irlandeses intenta seducir a los electores más preocupados por la religión con su rechazo al aborto y al matrimonio homosexual. Y si bien esta vez los evangélicos de Iowa no se han congregado en torno a un único candidato como hicieron en 2008 con el antiguo pastor baptista Mike Huckabee, parece evidente que los valores conservadores han impulsado a Santorum en su lucha interna contra Romney, a quien el ala derechista del Partido Republicano ve demasiado moderado.
Presume Santorum de haber recorrido los 99 condados del estado agrícola de Iowa, un esfuerzo que los votantes le han recompensado otorgándole el 'momentum' o empujón necesario para elevarlo a la categoría de favorito. Al menos, favorito para encabezar el grupo de 'teloneros' que pretenden arrebatarle a Romney la etiqueta de candidato inevitable.
A favor del ex senador juega su escaso desgaste en la campaña. Mientras casi todos los rivales de Romney luchan a duras penas por sobrevivir a sus propios errores (Rick Perry, Michele Bachmann) y a sus historiales de infidelidades amorosas (Newt Gingrich), o directamente han tenido que retirarse por una combinación de ambas cosas (Herman Cain), en el caso de Santorum todavía no han salido a la luz esos temibles dossieres repletos de trapos sucios que han sepultado a tantos políticos a lo largo de la Historia.
Próximas escalas
Pero el hombre del 'momentum' también tiene por delante obstáculos difíciles de superar. Para empezar, carece del dinero y de la infraestructura para plantarle cara a Romney en la siguiente escala de las primarias, New Hampshire, donde el ex gobernador debería ganar cómodamente el próximo martes si se cumplen las previsiones de las encuestas.
Además, el tercer estado en votar, Carolina del Sur (21 de enero), es un territorio que Santorum no pisa desde hace dos meses.
En cualquier caso, el preferido de los más conservadores se ve capaz de retar al favorito y así intentó transmitírselo a los cientos de seguidores que en la noche del martes coreaban su nombre en Iowa. "Comienza el partido", les dijo. "Habéis dado el primer paso para recuperar este país".