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HUNGRIA.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )Decenas de miles de manifestantes han salido a las calles de Budapest para criticar la nueva Constitución del país, que ha entrado en vigor el pasado uno de enero con el único apoyo del partido gobernante. La Unión Europea ya ha advertido de que algunas partes del texto constitucional contradicen los valores europeos.
La nueva Carta Magna cierra con llave los derechos homosexuales al prohibir la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Así mismo, tampoco se podrá abortar.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ya prometió en su llegada al poder hace dos años, con hacer la revolución en el país con los principios de “Dios, orgullo patrio, cristiandad y familia tradicional”.
Ha desaparecido la denominación de República de Hungría y el país se llama ahora oficialmente solo Hungría. Con la mayoría de dos tercios en el Parlamento, el partido conservador Fidesz ha modificado el país a su medida blindándolo para mantenerse en el poder.
Las nuevas medidas solo podrán modificarse con una mayoría de dos tercios del Parlamento, lo que garantiza su continuidad, debido a la amplia mayoría de Fidesz. Sin embargo, el gobierno ha declarado que la Constitución mejora el marco legal de Hungría y que, por primera vez, un Parlamento elegido democráticamente es el autor de la misma.
