ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ )La ola de críticas contra el obispo de Alcalá de Henares por vincular la homosexualidad y la prostitución tiene, para el arzobispo de Oviedo, como responsable a "ciertos 'lobbies gays' y de algunas formaciones políticas". El asunto se remonta a la homilía del Viernes Santo, cuando el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig, hizo unas polémicas declaraciones arremetiendo contra la homosexualidad y el aborto delante de sus fieles y las cámaras de TVE, que transmitía en directo la misa.
Desde principios de mes, el contenido de aquella homilía está siendo examinado por el juzgado de instrucción número 6 de Alcalá de Henares. Y, las consecuencias de aquellas palabras, se abordaron en el ayuntamiento de la localidad madrileña, que aprobó el veto de Reig en los actos oficiales de la corporación al entender que sus opiniones perjudican la imagen de la ciudad.
'Hay mucho sufrimiento en liza que debe ser tratado con inmensa misericordia'
Ahora, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, se ha solidarizado con Reig en un comunicado en el que denuncia la "campaña de acoso y desprestigio" que a su juicio viene sufriendo el obispo de Alcalá. En la misma nota de prensa, añade, que a su vez expresa su respeto por los homosexuales. "El delito -explica- de presunta alta traición de este obispo, la gravedad que dicen que tuvieron sus palabras en la homilía del Viernes Santo consiste en haber dicho que hay gente destruida no por la homosexualidad sino por la vivencia desgarradora de esa circunstancia, tan desgarradora que terminan destruidos afectiva y psicológicamente".
En su opinión, Reig está siendo objeto "de una dura ofensiva que en nombre de pretendidas tolerancias que tienen el rasero mezquinamente ideologizado le dicen todo tipo de lindezas: que se vaya, que se calle y que sea vetado y proscrito". Añade que "es la dictadura de una falsa democracia inclemente y radical de unos señores que se empeñan en adueñarse de las escena, cobrar peaje por entrar y que amenazan con expulsarte de su plató si te sales de sus guiones".
"No son tonterías con las que jugar", añade el arzobispo de Oviedo, "porque hay mucho sufrimiento en liza que debe ser tratado con inmensa delicadeza y misericordia, y ésta es la actitud de la Iglesia, a la que no queremos ni podemos renunciar". Jesús Sanz manifiesta igualmente su "respeto solidario a las personas homosexuales que no quieren vivir en ningún infierno de escarnio y reprobación ni de falsedad" y destaca que son personas llenas de dignidad que no deben ser objeto de discriminación y que frecuentemente son utilizados ideológicamente.
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