EL SALVADOR.-(AGENCIALAVOZ) A los pies de la famosa estatua marmórea del Salvador del Mundo se concentraron ayer varios miles de personas convocadas por Red Familia, para participar en la marcha denominada “Familia, santuario de la vida”.
“Este es un clamor de los salvadoreños pidiéndole al mundo entero que se respete la vida y la familia en nuestro país. Que no vengan grupos internacionales a tratar de imponer ideologías ajenas a nuestra identidad cultural. Defendemos eso y esperamos que también lo hagan los gobernantes actuales... y futuros”, dijo Regina de Cardenal, presidenta de la Fundación Sí a la Vida.
Detrás de De Cardenal desfilaba un mar de carteles, como el de “Dios creó hombre y mujer”, escrito por la Asociación de Solidaridad Cristiana. En medio de la multitud, se atisbaba a su esposo y presidente de la Cámara de Comercio, Luis Cardenal, y también a la diputada del partido ARENA Margarita Escobar y al diputado David Reyes. Asimismo, hizo acto de presencia Lisseth Quijano, hija del candidato presidencial de ARENA: “La familia, el matrimonio es la base de la sociedad. Y velaremos, en el próximo gobierno de mi padre, porque a la familia se le dé la atención integral que se le merece”.
Cerca de Lisseth Quijano, y sosteniendo un cartel escrito en alemán, desfilaba también José Miguel Fortín, director del Instituto de Medicina Legal, quien no dejaba de hablar del caso de Beatriz, la joven salvadoreña que estaba embarazada de un niño sin cerebro a la que las autoridades denegaron el aborto por ser un delito por ley y que hasta la ONU tuvo que pedir al país que reconsiderara su legislación sobre el aborto. “El caso de Beatriz es emblemático de cómo la gente quiere mentir utilizando una tragedia humana para tratar incluso de cambiar la Constitución. Pero también se vio que cuando la gente dice la verdad, tal es el caso de nosotros, la verdad siempre brilla al final. Beatriz no estaba en un peligro de muerte, mintió porque dijo que se iba morir y sigue viva”.
La actividad fue apoyada por organizaciones pro familia pro-vida, y la participación de la Conferencia Episcopal de El Salvador, la Alianza Evangélica de El Salvador, entre otras organizaciones
Desfilaron autoridades religiosas, entre ellas pastores evangélicos y obispos, como el de Santa Ana, monseñor Romeo Tovar Astorga, quien aseguró que no tenía ninguna raigambre política. “Esta es una manifestación cristiana para defender los valores que la familia inculca a los hijos, precisamente porque se han perdido esos valores hay tanta gente desviada, especialmente en las maras”.
El obispo aclaró que no discrimina a los homosexuales, porque “una cosa es la maldad que proviene de la voluntad y otra cosa, muy distinta, las inclinaciones genéticas. Aunque lo normal es que el hombre tienda a la mujer y viceversa y se unan”.