PERU.-(AGENCIALAVOZ) Cada vez se hace más claro que las ONG´s abortistas utilizan la buena causa de defender a la mujer de la violencia para su agenda propia. Lamentablemente este parece ser el caso de la campaña “Un billón a pie”, la cual en otros países no tiene la simple y justa lucha de esta causa, sino que detrás de la violencia física o psicológica se esconde el impulsar el aborto, pues según esta ideología la ”no despenalización del aborto” es otra manera de violencia contra la mujer. Nos encontramos en esta manipulación de contenidos y mensajes, el engaño a la mayoría de peruanos que se encuentran totalmente en contra del aborto. Un caso similar ya fue evidenciado desde nuestro blog: la Campaña Cartas de Mujeres“.
Así, haciendo un análisis de la campaña “Un
billón a pie”, es interesante cómo artistas, políticos y demás personajes,
periodistas que estamos seguros que en su mayoría no están a favor del aborto,
terminan apoyando esta campaña por falta de información o por haber recibido una
información sesgada, en la cual uno de sus componentes es impulsar el aborto.
En el Perú esta campaña tuvo como caras mediáticas a los artistas Jason Day y
Mónica Sánchez, y la compañía de la ex congresista Rosario Sasieta, aunque estas
dos últimas se han manifestado a favor del aborto.
¿Cuál es su origen?
La campaña “Un millón a pie” tiene otra
denominación y es “V- Day” y en inglés se llama “One billion rising“. La creadora de
esta campaña es Eve Ensler, una dramaturga, feminista y activista social
norteamericana conocida internacionalmente por su obra teatral Los
monólogos de la vagina (si alguien desea saber de qué se trata
esta obra que algunos han considerado pornográfica puede leer aquí).
Pero por eso precisamente también llama también “V-Day”, porque
el día se basa en 3 “pilares”: “Vagina”,
“Victoria” y “San Valentín”. Detrás del V-Day
se encuentra una ideología marcada en favor de la agenda de género. Precisamente
esa obsesión con la “V” hace que el logo de esta marcha muestre
una estilización de la figura de una mujer con una “V” gigante
encima de su zona púbica.
Por otro lado, Ensler ha manifestado reiteradamente su
apoyo al derecho al aborto por violación. Lamentablemente ella ha pasado ha sido
víctima de este crimen. Ensler ha escrito una poesía que es un poco el
motto de V-Day y se llama “Over it”.
Al principio estaba en la página web de la organización pero ya no (estaba aquí) . Calculamos que por
delatar la ideología detrás ahora sólo se puede leer en otra página, una del
Huffington Post (se puede leer aquí).
En ésta dice textualmente: “I am over the forces that deny women who have been
raped the right to have an abortion” (Estoy en contra de las fuerzas que le
niegan a la mujer que ha sido violada el derecho a un aborto”). Además, el 09 de
setiembre de 2011 envía una carta al editor del New York Times donde señala que
es sanador ( “healing”) que las mujeres se sientan realmente dueñas de su cuerpo
y que tengan acceso al derecho al aborto por violación de manera segura. (Ver
carta).
Pero precisamente, esta información de Ensler o
el “V-Day” y el aborto no aparece en los medios, sólo que es una campaña en
contra de la violencia contra la mujer. Ahí que parece una campaña justa.
Por no es así, tanto por su origen como la manera
en que las asociaciones a favor del aborto como DEMUS, PROMSEX, Manuela Ramos,
Movimiento El Pozo, se han adherido a esta campaña sin la protesta de sus
organizadores. Precisamente DEMUS, se subió a la campaña para apoyar tanto el
aborto por violación como el protocolo del mal llamado aborto terapéutico.
Indudablemente existen, como se ve en el Facebook de esta campaña
mucha otra gente ajena al tema abortista, pero precisamente ése es el
éxito: introducir esta campaña como una causa justa pero que ideológicamente se
encuentra entroncada con la agenda de género, los “derechos sexuales y
reproductivos” y el aborto, y tarde o temprano, o cuando la estrategia
comunicacional lo indique, aparecerán estos temas y no se podrá distinguir lo
bueno de lo malo.
Esta campaña viene siendo apoyada por muchos
grupos de buena voluntad alejados de cualquier apoyo al crimen del aborto. Por
ejemplo, grupos como la Sociedad Peruana de Síndrome de Down, YMCA, o las chicas
de fans de “Sailor Moon”, apoyan esta campaña. Pero esa es precisamente la
estrategia.