ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Jesucristo es posiblemente la figura histórica sobre la que más se ha hablado. Desde los primeros años en que se dio a conocer, desde que siendo un niño acalló a los sabios en el Templo de Jerusalén hasta hoy día cuando mucha gente pone en duda, de forma muy atrevida, su propia existencia.
Dos de las miles de visiones que se conocen en el mundo tienen presencia en Almería, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocidos como la Iglesia Mormona, y los Evangélicos, que tienen muchas ramas y entre ellas la de las "Buenas Noticias", que incluso tiene un programa de televisión todos los sábados por la mañana.Los Santos de los Últimos Días afirman ser la restauración de la "verdadera Iglesia que Cristo fundó sobre la faz de la tierra", cuyo mensaje se perdió preso de las disputas entre los primeros cristianos, fruto de los cuales llegó al mundo la "gran apostasía", algo previsto en la Biblia, libro en el que creen pero que no consideran obra cumbre de la Creación, dejando este honor al Libro de Mormón -de ahí su sobrenombre-, según ellos "el libro más perfecto jamás creado", y es que creen que fue revelado directamente por Dios a su profeta, Joseph Smith, que fue asesinado en su celda (estaba acusado de sedición) en 1844 después de un ataque a los suyos por parte de una multitud y en la que el propio Líder dio muerte a una persona como defensa. Años más tarde, el sucesor de Smith, Brigham Young, huiría junto a los Santos en busca de un lugar donde residir tranquilos, y así fue como llegaron a Utah, cuya capital, Salt Lake City, está considerado como el epicentro mormón mundial.Los mormones, que llegaron a España a finales de los años 60 y de manera legal, es decir, reconocidos por el Registro de Confesiones No Católicas del Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, algo muy importante para ellos, ya que "no quieren que se les relacione nunca con la palabra secta", algo que, probablemente, jamás suceda.A Almería también llegaron hace 30 años de la mano de la familia Sánchez y de dos misioneros encargados del proselitismo, algo muy importante para entender la filosofía de vida mormona. Actualmente, ya son 360 los miembros que conforman esta gran comunidad, aunque son sólo 160 los activos, es decir, los que participan semanalmente de las actividades de la Iglesia. El obispo del barrio de Almería, el ecuatoriano David Peña, es una persona con una mirada diferente, un poco elevada en su Fe, como la inmensa mayoría de los miembros de esta Iglesia, dirige a los Santos almerienses desde hace 3 años, de lo cual "se siente muy orgulloso", ya que está ahí por mandato de Jesucristo, asegura.La expansión de esta "Iglesia restaurada" en Almería la llevan a cabo actualmente cinco misioneros, uno de ellos, el Élder Barraza, barcelonés, cuenta como una vez llamaron a la policía ante su presencia, unos ancianos creían que eran seres extraños, pero la realidad, afortunadamente, es otra, y estas personas, que entregan dos años de su vida a predicar el Libro de Mormón allá donde les manden, pudieron seguir con su cometido. Por contra, destaca la historia de una persona que, estando ellos jugando a fútbol un sábado por la mañana, se presentó a venderles unas alfombras. Fue entonces cuando le invitaron a conocer la Iglesia y hoy, afirma, su vida ha dado un giro de 180 grados, ya que se bautizó hace escasos tres meses.Ser miembro SUD no es algo fácil en un mundo en el que lo religioso ha quedado en un segundo plano, en una época en que los apóstatas de la Iglesia están a la orden del día -¿quizá estemos ahora en la Gran Apostasía que menciona la Biblia y no fuera la que reconocen los mormones? Quien sabe-, en que mucha gente asume como propia aquello de "Dios ha muerto" de Nietzsche. El caso es que no dejan de ser como el salmón, remando a contracorriente, pero son felices y así parecen transmitirlo afirmando a cada momento que "el Espíritu [Santo] les acompaña sintiéndolo cada vez que están juntos orando. Toda una bendición".