Por Jorge Pérez *
PERU.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) “La oración eficaz del justo puede mucho” Sant. 5:16
“Porque no hará Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos, los profetas” Amós 3:7
Una Indicación divina.
Ante el crecimiento de la delincuencia y la violencia que procuraba establecer una forma de vida con códigos criminales de extorsión y sistematizar una red mafiosa en la sociedad Trujillana y liberteña, signada por el miedo, que era sufrida en silencio por cientos, sino miles de empresarios de todo tipo, comerciantes, pequeñas tiendas, profesionales independientes y hasta Autoridades, Dios, el Señor, inspiró al cuerpo pastoral, efectuar una Convocatoria para una Jornada de Oración y clamor.
El miércoles 30 de setiembre 2009, en el lugar simbólico de la Plaza de Armas los pastores presentes, líderes y hermanos, en representación de la iglesia, levantaron su voz al cielo denunciando esta peligrosa situación, pidiendo perdón por los pecados personales, sociales y de las autoridades en especial, pecados que abren las puertas de ingreso a todo tipo de mal.
Señalando a los espíritus malignos como los originarios autores espirituales de esta situación y levantando un clamor que engendrara un espíritu de valor en la gente que había sucumbido al miedo, a la intimidación, convirtiéndose en “esclavos de su temor”; para libertarse de esa esclavitud moral y declarando el apoyo moral a la labor de las Autoridades establecidas.
Este clamor, fue seguido de la proclamación profética de la Palabra de Dios a los aires espirituales “Para que la multiforme sabiduría de dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús, nuestro señor” Efesios 3:11.
Estas Jornadas se replicaron seguidamente en la Plaza de Armas de La Esperanza, en la Plaza de Armas de Florencia de Mora y en la Plaza de Armas de El Milagro y fueron gestando ese valor mora, esa fuerza interior que en lo profundo del ser humano se había acurrucado, se había devaluado, se había achicado.
Enseguida, siguieron las 72 horas de clamor en la Maratón de Oración y lectura de la Biblia que consolidó el sentir divino de clamar, declarar y decretar la voluntad de Dios en el ámbito de la Ciudad, Región y Nación.
Y la respuesta vino, se dio el parto
La prensa había estado dando a conocer tímidamente primero y luego de la oración, se hizo eco más y más, hasta darle cobertura por dos semanas consecutivas a nivel nacional é internacional. Entretanto, varios delincuentes murieron en enfrentamientos entre ellos mismos, se habló de un inexistente “Escuadrón de la muerte” en la Policía que había estado operando entre bambalinas y esa intranquilidad inicial, se fue convirtiendo en un rumor, en un sentimiento y en una firme decisión de sacudirse de esa opresión de miedo e intimidación.
En el siguiente paso de esta secuencia, las Autoridades principales de la Ciudad, se reunieran el 8 de Diciembre para tomar Acuerdos sobre qué hacer para devolver la tranquilidad a la otrora “Capital Internacional de la Primavera”, la pacífica ciudad anhelada para vivir por muchas personas de todo el país y publicaron el “Pronunciamiento de Trujillo” en el cuál hacían precisiones y formulaban pedidos para enfrentar la delincuencia.
Dos días después, el gremio de transportistas efectuó una Marcha declarando que “era hora que la población se sacudiera del miedo y enfrentara a los delincuentes” y que se apoyaba la labor de la policía.
Días después, se volvieron a reunir las Autoridades y decidieron hacer un llamado a la población a tener valor para enfrentar las acciones delictivas, a denunciar a los extorsionadores y no permitir que la tranquilidad de nuestra ciudad se alterara por las acciones del mal. Hoy, la gente se ha levantado, se ha sacudido del miedo y la sensación de valor sigue cundiendo en la población.
Las autoridades unidas, acordaron efectuar una Convocatoria masiva a una “Marcha por la Paz” fijando el viernes 18 de Diciembre para esa gigantesca manifestación de unidad contra la delincuencia.¡Oración respondida, Gloria a Dios!
Seguimos orando y batallando
Estos hechos, nos muestran una vez más que “La oración eficaz del justo puede mucho” Sant. 5:16 b. y que “…todo aquél que pide recibe, y el que busca, halla y al que llama, se le abrirá” Mt. 7:8 y nos animan a seguir orando y librando la buena batalla de la fé para procurar un tiempo mejor, para la gente de nuestra Ciudad, Región y Nación.
La oración sin cesar por esta situación, la fé firmemente fijada en el Señor y el ejercicio de la autoridad que Cristo nos dejó, son la forma de vida de una Iglesia que está llamada en este tiempo y en este lugar a mostrar que “…el reino de Dios se ha acercado” a la población de esta querida ciudad de Trujillo.
¡Bienaventurados los que sois parte de este desafío!
“Porque no hará Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos, los profetas” Amós 3:7
Una Indicación divina.
Ante el crecimiento de la delincuencia y la violencia que procuraba establecer una forma de vida con códigos criminales de extorsión y sistematizar una red mafiosa en la sociedad Trujillana y liberteña, signada por el miedo, que era sufrida en silencio por cientos, sino miles de empresarios de todo tipo, comerciantes, pequeñas tiendas, profesionales independientes y hasta Autoridades, Dios, el Señor, inspiró al cuerpo pastoral, efectuar una Convocatoria para una Jornada de Oración y clamor.
El miércoles 30 de setiembre 2009, en el lugar simbólico de la Plaza de Armas los pastores presentes, líderes y hermanos, en representación de la iglesia, levantaron su voz al cielo denunciando esta peligrosa situación, pidiendo perdón por los pecados personales, sociales y de las autoridades en especial, pecados que abren las puertas de ingreso a todo tipo de mal.
Señalando a los espíritus malignos como los originarios autores espirituales de esta situación y levantando un clamor que engendrara un espíritu de valor en la gente que había sucumbido al miedo, a la intimidación, convirtiéndose en “esclavos de su temor”; para libertarse de esa esclavitud moral y declarando el apoyo moral a la labor de las Autoridades establecidas.
Este clamor, fue seguido de la proclamación profética de la Palabra de Dios a los aires espirituales “Para que la multiforme sabiduría de dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús, nuestro señor” Efesios 3:11.
Estas Jornadas se replicaron seguidamente en la Plaza de Armas de La Esperanza, en la Plaza de Armas de Florencia de Mora y en la Plaza de Armas de El Milagro y fueron gestando ese valor mora, esa fuerza interior que en lo profundo del ser humano se había acurrucado, se había devaluado, se había achicado.
Enseguida, siguieron las 72 horas de clamor en la Maratón de Oración y lectura de la Biblia que consolidó el sentir divino de clamar, declarar y decretar la voluntad de Dios en el ámbito de la Ciudad, Región y Nación.
Y la respuesta vino, se dio el parto
La prensa había estado dando a conocer tímidamente primero y luego de la oración, se hizo eco más y más, hasta darle cobertura por dos semanas consecutivas a nivel nacional é internacional. Entretanto, varios delincuentes murieron en enfrentamientos entre ellos mismos, se habló de un inexistente “Escuadrón de la muerte” en la Policía que había estado operando entre bambalinas y esa intranquilidad inicial, se fue convirtiendo en un rumor, en un sentimiento y en una firme decisión de sacudirse de esa opresión de miedo e intimidación.
En el siguiente paso de esta secuencia, las Autoridades principales de la Ciudad, se reunieran el 8 de Diciembre para tomar Acuerdos sobre qué hacer para devolver la tranquilidad a la otrora “Capital Internacional de la Primavera”, la pacífica ciudad anhelada para vivir por muchas personas de todo el país y publicaron el “Pronunciamiento de Trujillo” en el cuál hacían precisiones y formulaban pedidos para enfrentar la delincuencia.
Dos días después, el gremio de transportistas efectuó una Marcha declarando que “era hora que la población se sacudiera del miedo y enfrentara a los delincuentes” y que se apoyaba la labor de la policía.
Días después, se volvieron a reunir las Autoridades y decidieron hacer un llamado a la población a tener valor para enfrentar las acciones delictivas, a denunciar a los extorsionadores y no permitir que la tranquilidad de nuestra ciudad se alterara por las acciones del mal. Hoy, la gente se ha levantado, se ha sacudido del miedo y la sensación de valor sigue cundiendo en la población.
Las autoridades unidas, acordaron efectuar una Convocatoria masiva a una “Marcha por la Paz” fijando el viernes 18 de Diciembre para esa gigantesca manifestación de unidad contra la delincuencia.¡Oración respondida, Gloria a Dios!
Seguimos orando y batallando
Estos hechos, nos muestran una vez más que “La oración eficaz del justo puede mucho” Sant. 5:16 b. y que “…todo aquél que pide recibe, y el que busca, halla y al que llama, se le abrirá” Mt. 7:8 y nos animan a seguir orando y librando la buena batalla de la fé para procurar un tiempo mejor, para la gente de nuestra Ciudad, Región y Nación.
La oración sin cesar por esta situación, la fé firmemente fijada en el Señor y el ejercicio de la autoridad que Cristo nos dejó, son la forma de vida de una Iglesia que está llamada en este tiempo y en este lugar a mostrar que “…el reino de Dios se ha acercado” a la población de esta querida ciudad de Trujillo.
¡Bienaventurados los que sois parte de este desafío!
*El Pastor Jorge Perez es Presidente de la Fraternidad de Pastores de Trujillo - Perú
21:45:00


