ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ.ORG )En noviembre de 2010 las Naciones Unidas pedían que se iniciara una investigación por las repetidas denuncias de abusos sufridos por ciudadanos de la República Democrática de El Congo que eran expulsados de Angola. Valerie Amos, subsecretaria general de asuntos humanitarios, exponía entonces que había más de 700 casos de violaciones y palizas entre los casi 7.000 deportados. En el punto de mira estaban las tropas angoleñas. El conflicto está relacionado con el tráfico ilegal de diamantes.
Casi nueve meses después, y según denuncian asociaciones humanitarias, la situación ha empeorado. «Hay cientos de casos de violaciones y de palizas entre los congoleños que son enviados a casa», dice la ONG italiana CISP al periódico 'Mail&Guardian'. «Los hombres son también violados. Muchas veces los abusos se producen cuando los soldados les obligan a desnudarse para buscar si llevan diamantes introducidos en sus cuerpos», explican los cooperantes.
Las víctimas
Según relatan las víctimas, que en el caso de las mujeres denuncian que son violadas repetidamente por los soldados, son encerradas denudas en celdas donde no se les da comida y se les obliga a azotarse entre ellas para obtener alimento. «Muchas víctimas llegan a nosotros arrastrándose por el suelo, por la falta de fuerzas, y con heridas infectadas o malaria. Otros mueren directamente en la cárcel», dice Antonio Mangia, uno de los cooperantes en la zona. «Hay también tiroteos en los campos de diamantes donde trabajan los congoleños y en muchos casos se les encierra y deja libres a cientos de kilómetros del puesto fronterizo que ellos cruzaron», explica la ONG. La larga lista de barbaridades incluye cuerpos tiroteados encontrados muertos en un río y palizas que acaban con vómitos de sangre.
Sin embargo, las autoridades angoleñas niegan estas acusaciones y mantienen que tienen derecho a expulsar a inmigrantes ilegales y conservar sus explotaciones de diamantes de aluvión (en río). «Las denuncias son falsas. Muchos de esos inmigrantes vienen a Angola a robar diamantes y ningún país en el mundo permitiría que eso pase. Los casos de violaciones y palizas son absolutamente falsos», ha declarado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Angola, Jose Fernandes.
La disputa por los recursos naturales
En todo caso se trata de un problema que se arrastra desde 2005 ,primer año en el que se comenzó a denunciar los abusos. En 2007, el responsable de Médicos sin Fronteras en RDC decía que «las violaciones y palizas en Angola se usan como modo intimidar a los inmigrantes para que vuelvan a sus casas».
La ONU ha decidido invertir 2,8 millones de dólares para un programa de vigilancia que se reparte por los más de 2.500 kilómetros de frontera que comparten ambos países. Además de la labor de observación, las unidades ofrecen atención médica y alimento a los inmigrantes congoleños. Según algunos analistas el conflicto tiene una razón de fondo, que es la guerra entre ambos países por los recursos naturales. «Hay una tensión creciente entre Angola y RDC», reconoce Petrus de Kock, del Instituto de Relaciones Internacionales sudafricano.