SAN SALVADOR.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )Una treintena de miembros de la iglesia Altar de Dios, en el cantón la Loma de Guazapa, fueron liberados por Fuerzas elite de la Policía Nacional Civil, tras ser mantenidos privados de su libertad por dos hombres que fueron capturados.
Los evangélicos participaban en una vigilia cuando a eso de la 1:00 de la madrugada llegaron un hombre de 50 años y un menor de edad que portaban fusiles M-16 y los encerraron a todos advirtiéndoles que si intentaban salir los matarìan a todos.
Sin embargo alguna de las víctimas logró advertir a través de un mensaje sobre lo que ocurría, por lo que instantes después llegaron agentes destacados en Guazapa.
Cuando los agentes llegaron se encontraron a los dos secuestradores parapetados apuntando contra la iglesia, por lo que pidieron refuerzos a las unidades élites de la PNC.
Los agentes del Grupo de Reacción Policial (GRP), de la Unidad Táctica Operativa (UTO) comenzaron a rodear a los secuestradores y a la iglesia, ubicada en las inmediaciones del kilómetro 18 de la carretera Troncal del Norte.
Instantes después llegaron los comisionados Mauricio Ramírez Landaverde y Héctor Mendoza Cordero, que ante las amenazas de disparar contra los feligreses, comenzaron a negociar con los secuestradores, que accedieron a liberar en primera lugar a los menores de edad y luego a las mujeres.
Al amanecer los delincuentes solo mantenían a nueve hombres privados de su libertad, los que finalmente fueron rescatados ilesos por la PNC que logró el arresto de los dos secuestradores, un hombre de 50 años identificado como José Miranda y un menor de 17 años, aparentemente pariente suyo.
Miranda al aceptar que mantuvo de rehenes a los 30 evangélicos dijo que lo hacía para llamar la atención por las injusticias que se cometen en los centros penitenciarios. "Tengo una hija presa y ella sufre", dijo.
Añadió que en ningún momento pidieron rescate para liberar a los evangélicos y negó ser miembro de pandilla, aunque el director de la PNC, Carlos Ascencio aseguró que los dos arrestados integran una pandilla que opera en la zona.
Ascencio, incluso, señaló que no se descarta la posibilidad de que la acción haya sido ordenada desde un centro penal, específicamente por Sabino López Preza, quien operaba en a zona y guarda prisión en el penal de San Francisco Gotera.
Algunos de los liberados señalaron que los secuestradores les decían que la acción era para que Centros Penales suavizara los controles en los centros penales.