GUATEMALA.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )Harold Osberto Caballeros López está consciente de que para ser gobernante era indispen-sable separarse de la iglesia, ya que el artículo 186, inciso f), de la Constitución de la República así lo establece. Por eso oficializó el 31 de enero del 2006 su renuncia a la iglesia El Shaddai, la cual había dirigido por más de 20 años, para ingresar en el circo de la política.
“Yo sabía que tenía impedimento constitucional, sabía que me debía salir de la iglesia, que tenía que hacer un parteaguas, y no fue fácil, pero lo hice”, indicó.
La decisión de entrar en la política le surgió luego de haber participado en una investigación en la Universidad de Boston, Estados Unidos, del 2004 al 2005, cuando residía en el campus universitario.
En la investigación participaron 200 científicos sociales, entre ellos 63 sociólogos renombrados del mundo.
“Así fue como empecé viendo los resultados de la investigación, los cuales se convirtieron en cuatro tomos. Se estudió a los países en tres etapas: la primera, los que lograron salir del subdesarrollo; la segunda, los que están logrando salir; y la tercera, los que no logran despegar”, explicó.
El político aseguró que su profesor, a quien respeta y aprecia mucho, Marco Antonio Leal Castellanos le hizo un dictamen jurídico donde le explicaba que sí podía competir por la Presidencia si seguía varios pasos, los cuales Caballeros afirma que cumplió.
Para ser proclamado, concretó una alianza con la diputada Nineth Montenegro y su partido Encuentro por Guatemala, en una sorpresiva acción, luego de un coqueteo durante varios meses con Adela de Torrebiarte, fundadora de Acción de Desarrollo Nacional.
Sereno y relajado
El expastor ofreció la charla a Prensa Libre en una sala de sesiones en su oficina, en la zona 14. Al conversar se muestra relajado, seguro y confiado en que prevalecerá el ordenamiento jurídico, y no el político, para ser inscrito y participar en el proceso electoral.
Caballeros se considera optimista y persistente: “Si alguna cualidad tengo son esas dos”.
Su vida
Caballeros nació en el seno de una familia católica que, con los años, se convirtió en protestante. Es padre de cuatro hijos: Harold, Andrea, Cristina y David. Se casó con Cecilia Arimany el 21 de octubre de 1980, y este año cumplen 31 años de casados. Se graduó de abogado y notario en la Universidad Francisco Marroquín.
A pesar de que los hijos de la pareja no residen en el país, él asegura que tienen un profundo amor por Guatemala y también sueñan con una mejor nación.
Comentó que tomaron como cosa natural su postulación para la Presidencia, pero sufren en los últimos días.
El político propone una revolución educativa, que consiste en enseñar a los niños pensamiento crítico, no castigar el disenso, promover el diálogo y los consensos, y a socializar; también, cooperativismo y emprendimiento, para que en 10 o 12 años haya una nueva Guatemala.