HABANA.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )El Gobierno cubano informó este domingo que está mediando para resolver la crisis de un templo evangélico en La Habana, donde permanecen encerradas desde el 21 de agosto, en contra de la voluntad de familiares y líderes religiosos, más de 60 personas en un retiro espiritual voluntario.
"Se ratifica la disposición de continuar las gestiones necesarias para una solución favorable a este hecho, cuyo origen es ajeno a nuestras autoridades, que reiteran la voluntad de colaborar en ese sentido con los familiares, la comunidad y los representantes de las instituciones religiosas involucradas", dijo el Ejecutivo en una nota oficial.
El texto, divulgado en el noticiero de la televisión local, señala que en la Iglesia Pentecostal Asamblea de Dios, ubicada en una céntrica calle de la capital, se "presenta desde hace varios días una situación inusual, al mantenerse de manera prolongada dentro de la iglesia más de 60 personas, entre ellas 19 menores y 4 embarazadas".
El Gobierno indicó que los creyentes está reunidos "por su propia voluntad en el templo desde el pasado 21 de agosto" conovocados por un pastor que había sido retirado del servicio por su congregación religiosa y que "un grupo de familiares acudieron a las autoridades, preocupado particularmente por los niños, que no están asistiendo a la escuela, y por las embarazadas, que no reciben la atención médica prescrita para ellas".
Las autoridades, señaló, "han sostenido conversaciones con familiares, líderes religiosos y algunos miembros de la congregación", han "protegido el recinto y ofrecido atención médica".
Según el comunicado, se alertó a los creyentes del templo de "que una estancia prolongada, sin atención especializada, pudiera afectar la salud de las gestantes" y se les transmitió "la preocupación de que el tiempo transcurre sin que los niños asistan a la escuela".
El suceso trascendió, según vecinos del, lugar, cuando el viernes se produjo un incidente entre los creyentes reunidos y sus familiares, que pidieron la salida de los menores y las embarazadas, lo que provocó un nutrido cordón policial que se mantiene desde entonces.
William Herrera, de 26 años, hijo del pastor, dijo a la AFP desde el templo por vía telefónica que el grupo está formado por 62 personas, que tiene reservas de alimentos "para un tiempo prudencial" y que todos gozan de "buena salud y estado de ánimo".
Agregó que anteriormente han realizado "retiros espirituales" semejantes y no precisó cuándo terminará el actual, pero se quejó de la vigilancia policial en la calle, edificios y azoteas vecinas, pues se sienten observados y eso interfiere sus actividades.
El Gobierno aseguró que "las autoridades del orden público mantendrán la protección de la seguridad ciudadana para evitar cualquier incidente".
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