sábado, 17 de noviembre de 2007

La inmigración, la televisión y la locura


Por Andrés Oppenheimer


(AGENCIALAVOZ ) El 8 de noviembre, tuve el honor de ser llamado repetidamente ''un loco'' en el aire por el conductor conservador de la cadena de televisión Fox News, Bill O'Reilly, a raíz de una columna que escribí pidiendo una solución integral para el problema de la inmigración en Estados Unidos.
He aquí mi respuesta.

No voy a caer en la tentación de descalificar personalmente a O'Reilly -ni a su colega de la CNN Lou Dobbs, otro campeón de la cruzada contra la inmigración -acusándolo de ser un xenófobo antihispano. En lugar de utilizar la descalificación personal, como lo hizo O'Reilly conmigo, me enfocaré sobre lo absurdo de sus argumentos. Decidan ustedes quién tiene razón.
Primero, los hechos. En mi columna del 4 de noviembre, El peligro de la ''intifadahispana'', argumenté que el incremento de la histeria antiinmigrante en Estados Unidos es una tendencia preocupante. Señalé que la escalada antiinmigrante creará un submundo de casi 13 millones de personas que no se irán de Estados Unidos, ni pueden ser ubicadas para su deportación, y que -si no se les da una oportunidad para ganarse la ciudadanía- se volverán cada vez más frustrados, y más enojados.
Utilicé la palabra ''intifada'' para describir el escenario más pesimista de lo que podría suceder si no se les da a los indocumentados absolutamente ninguna posibilidad de ascenso social. En ese contexto, cité el caso de las manifestaciones de los jóvenes palestinos en Israel en la década de los noventa, y las protestas de los jóvenes musulmanes en los suburbios de París en el 2005.
Mi argumento se centraba en los 1.8 millones de jóvenes indocumentados que fueron traídos a este país siendo muy pequeños, que a menudo no hablan otro idioma que el inglés y que muchas veces ni siquiera recuerdan sus países de origen. Muy pronto, estos jóvenes serán lanzados a un mercado laboral en el que no tendrán ninguna posibilidad legal de conseguir un empleo.
¿Qué pasará con estos jóvenes? Muchos no podrán solicitar ingreso a una universidad, van a crecer en las calles, y muchos de ellos se van a unir a las pandillas que ya están aterrorizando a muchas ciudades de Estados Unidos.
Los jóvenes indocumentados, especialmente los más brillantes, necesitan que se les dé una oportunidad para ganar la ciudadanía de los Estados Unidos, como fue contemplado en el proyecto de ley Dream Act que fue recientemente derrotado en el Senado.
Apenas salió publicada mi columna, me inundaron de e-mails de todo el país. Para el miércoles, había nada menos que 94 páginas de comentarios a la columna -cerca de 1,000 comentarios- en el sitio miamiherald.com. Muchos de ellos eran abiertamente hostiles hacia los inmigrantes hispanos, y muchos aducían - equivocadamente - que mi columna llamaba a la violencia.
El 8 de noviembre, O'Reilly dijo en su programa de televisión, en una conversación con la analista de Fox News Laura Ingraham, que ``hay un columnista loco en Miami, Miami Herald, que dice que los hispanos se van a rebelar''.
Ingraham aseveró que yo había ''sugerido algo semejante a iniciar una guerra de clases.''. O'Reilly respondió, ''Es un chiflado. Es un chiflado, este tipo''. Ingraham añadió que yo formaba parte de ``un ala anarquista de extrema izquierda''.
Mi opinión: para que a nadie le quepa duda, nunca hice un llamado a la violencia, ni lo haría. Sugerir que hice tal cosa, como se hizo en el programa de O'Reilly, es periodismo irreponsable.
Pero mucho más irresponsable es lo que están haciendo a diario en sus programas de televisión estos campeones de la cruzada antiinmigración, al incitar al pueblo norteamericano a alzarse contra los ''ilegales'' - la mayoría de ellos hispanos - sin ofrecer ninguna solución realista al problema inmigratorio.
Mientras la brecha de ingresos entre Estados Unidos y América Latina continúe siendo tan amplia como ahora, mientras los empleadores de Estados Unidos sigan contratando a inmigrantes indocumentados para hacer trabajos mal pagados que los norteamericanos no quieren hacer, y mientras los consumidores de Estados Unidos sigamos queriendo pagar menos por los servicios realizados por trabajadores indocumentados, el flujo inmigratorio continuará, no importa cuántos muros se construyan a lo largo de la frontera.
Si se quiere reducir la inmigración ilegal, hay que permitir una mayor inmigración legal, y al mismo tiempo aumentar la cooperación económica con los países latinoamericanos, para que los países de la región crezcan más, reduzcan más la pobreza, y sus habitantes tengan menos necesidad de emigrar.
Y, sobre todo, hay que darles a los 1.8 millones niños indocumentados que han crecido en Estados Unidos una vía para la legalización. De otra forma, estaremos crean-
do una subclase de parias sociales, muchos de los cuales terminaran uniéndose a las pandillas callejeras. ¿Les parecen locos estos argumentos? ¿Son ideas anarquistas de extrema izquierda? Decidan ustedes.

La moderna esclavitud del Golfo


BEIRUT.-( AGENCIALAVOZ ) Cuando dejó Sri Lanka para trabajar como sirvienta en Arabia Saudí, a Sepalika le prometieron 100 euros al mes. Semanas después llegó la sorpresa. "Cuando le dije a mi patrón que quería mi salario, me golpeó las mejillas (...) No comí en dos días para protestar, exigiéndoles mi sueldo. No me pagaron. No me dieron ni un céntimo en 10 meses de trabajo".

Nur, de 36 años, no tuvo mejor suerte en Kuwait. "La patrona se enfadó porque encendí el fuego antes de enharinar, y me pateó en la espalda. Después me atacaba por levantarme tarde, por no terminar mi trabajo. Me golpeaba con lo que tuviese en las manos, con una escoba, con un cuchillo... Su hijo me increpaba, me decía 'cállate y haz lo que mi madre dice, como un perro. Si no lo haces, te moleré todos los huesos'".
Es posible que Milliaun Mingos, de 21 años, no aguantase la presión: esta srilankesa de 21 años cayó por el balcón de la vivienda donde trabajaba, en el norte de Beirut, el pasado día 1. Si fue un suicidio, el de Milliaun sería al menos el quinto entre empleadas del hogar extranjeras que se registra en el Líbano en este año, una cifra que pone de relieve una realidad no admitida.
Hace unas semanas, la emisión en Francia de un reportaje titulado 'Líbano, país de esclavos' provocó una oleada de indignación en el país de los Cedros. Los periódicos se colapsaron con mensajes coléricos de lectores —algunos irreproducibles— que consideraban que el documental generalizaba convirtiendo unas cuantas excepciones en norma. Si bien no les faltaba razón, los casos no son tan raros ni exclusivos del Líbano, como demuestran las denuncias de la Organización Mundial del Trabajo, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y Human Rights Watch (HRW).
La conclusión es contundente: la explotación de los trabajadores domésticos en Arabia Saudí, Kuwait, el Líbano y Emiratos Arabes es un hecho. Impago de salarios, horas de trabajo excesivas, confiscación de pasaportes, restricción de movimientos, invasión de sus vidas privadas, escasez de alimentos, acoso sexual, abusos verbales y físicos... La situación de las trabajadoras asiáticas y africanas, sustitutas de las empleadas egipcias, sirias y palestinas que antaño trabajaban en los hogares del Golfo, roza a veces el esclavismo ante la impasividad de gobiernos cuyas leyes no protegen a los inmigrantes.
Las irregularidades constatadas por HRW, que la pasada semana publicó el informe de 131 páginas 'Exportadas y Expuestas' centrado en las empleadas de Sri Lanka, comienzan en el país de origen: las trabajadoras son engañadas por contratistas que no les informan sobre las condiciones de trabajo y les cobran tasas para cubrir el viaje que les dejan endeudados. Una vez en los países de destino, los empleadores —responsables de las domésticas a efectos legales— les requisan en muchos casos la documentación: algunas son obligadas a trabajar entre 16 y 21 horas diarias por sueldos de entre 10 y 30 céntimos de euro la hora sin tiempo libre ni posibilidad de relacionarse con miembros de su comunidad.
Una trabajadora doméstica que ha denunciado abusos de sus empleadores en Kuwait. Mujeres atrapadas
A Rajmani se la puede observar cada día, a las 5.30 de la mañana, tendiendo ropa en la casa de Ashrafiye, barrio cristiano de Beirut, donde trabaja. A las 17.30 horas trata de controlar a los niños, y a las 23.00 es posible verla en la calle, limpiando el coche del patrón. "Hasta a los perros les dejan salir, a nosotras nos tienen atrapadas. Aquí somos como esclavos", explicaba Omaya, de 25 años, al diario libanés 'The Saily Star'. Omaya, congoleña, hablaba desde un refugio creado por Cáritas para las domésticas que escapan. Se estima que 150.000 empleadas extranjeras trabajan en el Líbano —con una población de cuatro millones de habitantes—, la mayoría de Sri Lanka (80.000), Filipinas y países africanos como Etiopía, Eritrea, Nigeria y Sudán (unas 30.000).
Según HRW, cada año 125.000 mujeres de Sri Lanka se ponen en manos de agencias abusivas que les proporcionan trabajo como sirvientas. Se calcula que hay unas 660.000 en todo el mundo, el 90% de ellas en Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos y el Líbano. En teoría, tienen derecho a tener un contrato claro y coherente —se les hace firmar a menudo en árabe, idioma que desconocen—, a un número de horas de trabajo razonable, a gozar de descanso diario y semanal, a un salario mínimo y a una protección jurídica contra cualquier forma de explotación o abuso. En la práctica, los gobiernos fallan en países de origen y destino a la hora de proteger a estos ciudadanos.
En el caso de los mencionados países del Golfo, "la legislación laboral excluye categóricamente a los trabajadores domésticos de ciertos derechos básicos como las vacaciones, limitación de horas de trabajo o indemnizaciones. Las leyes de patrocinio de inmigración restringe la capacidad de los trabajadores de cambiar de empleador, incluso en caso de abuso", explica el informe de HRW. "Los Gobiernos de Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos deben extender sus leyes laborales a los trabajadores domésticos, asegurar que sus denuncias sean escuchadas y reformar la legislación para que los trabajadores no queden amarrados a sus empleadores", dice Jennifer Turner, investigadora de HRW. El Gobierno de Emiratos responde indignado que la organización "ignora muchos pasos positivos adoptados", aunque su reacción coincide con una huelga de 40.000 trabajadores asiáticos que protestan por los bajos sueldos.
En el caso libanés, el Ejecutivo "expone a los trabajadores srilankeses a abusos rechazando garantizarles días de descanso o limitar las horas de trabajo", denuncia Nadim Houri, experta de HRW. "Demasiados empleadores abusivos y agentes de trabajo sin escrúpulos explotan a estos trabajadores sin enfrentarse a ningún castigo real", añade. Para corregir esta tendencia, el abril de 2007 se creó un comité —a petición de la Organización Mundial del Trabajo— con la misión de redactar una legislación o, al menos, un contrato único acorde a las leyes más básicas que sea reconocido y respetado por todas las partes. Si la crisis política no impide sus trabajos, el Líbano podría convertirse en el primer país del Golfo en prevenir, por ley, los abusos contra sus trabajadores extranjeros.

Desfile de carrozas en la marcha del Orgullo Gay



ARGENTINA-. ( AGENCIALAVOZ ) La movilización partirá esta tarde desde Plaza de Mayo hasta llegar al Congreso. El año pasado convocó 20 mil personas.
Esta vez, la consigna es: “Nuestro Festejo es Reclamo. Igualdad. Libertad. Diversidad”.


La decimosexta marcha del Orgullo Lésbico Gay Trans Bisexual 2007 en la Ciudad de Buenos Aires se realizará este sábado desde Plaza de Mayo hasta el Congreso. Los organizadores de ese encuentro informaron que la marcha, que consistirá en un desfile de carrozas, comenzará a las 18 y partirá desde la Plaza de Mayo, donde a partir de las 15, se hará una feria y un recital under. Entre las organizaciones que participarán del evento están la Asociación Travestis Transexuales Transgénero Argentinas, la Comunidad Homosexual Argentina y la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans. La consigna de la marcha de este año es: "Nuestro Festejo es Reclamo. Igualdad. Libertad. Diversidad". En ese sentido, los participantes pedirán que la ley contemple el matrimonio gay y unión civil con todos los derechos, la derogación de los códigos de faltas y derecho a la identidad y a decidir sobre sus cuerpos. La marcha del orgullo gay se realizó por primera vez en 1982 y contó en esa oportunidad con la asistencia de 250 personas y fue creciendo hasta llegar el año pasado a 20 mil asistentes. El acto de cierre está previsto para las 20 frente al Congreso, donde se realizará la fiesta del orgullo gay 2007.

25 DE NOVIEMBRE - DÍA DE LA LIBERTAD RELIGIOSA


ARGENTINA-. ( AGENCIALAVOZ) El 25 de noviembre de 1981, se produjo la solemne proclamación por parte de la Asamblea de las Naciones Unidas de la “Declaración sobre la Eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones”

declaración que se constituyó como el instrumento internacional más específico sobre este tema, y el que más enfáticamente ha proclamado el derecho fundamental a la libertad religiosa, explicitando los distintos derechos que tanto para los individuos, como para las comunidades religiosas, derivan del mismo. El Consejo Argentino para la Libertad Religiosa, CALIR, ha trabajado para promover la plena vigencia y el reconocimiento de esa libertad esencial, y entonces propone que el día 25 de noviembre de cada año sea instituido como «Día de la Libertad Religiosa», lo que conduce a promover anualmente un día especialmente dedicado a la reflexión sobre sus implicancias, y sobre aquellos aspectos de la libertad religiosa que necesiten una mejor protección. Por ello cada año las instituciones, los medios de comunicación, las autoridades públicas, y muy especialmente los centros educativos, podrán prestar una especial atención al respecto, en la Argentina y en el mundo. El 25 de noviembre, aniversario de la Declaración de la ONU, fue considerada así una fecha propicia para esa celebración. Por lo tanto, se solicitó a las autoridades de la Nación Argentina la formal institución del Día de la Libertad Religiosa, su inclusión en los calendarios escolares, y su adecuada conmemoración cada año. De este modo, se invita especialmente a todos los interesados a participar de la Celebración del Día de la Libertad Religiosa, el próximo miércoles 21 de noviembre a las 12.30 en el Auditorio Santander Río, sito en Av. Santa Fe 1452 de la Capital Federal. Dada la trascendencia y connotación del evento, ACIERA apoya la celebración de un día específico consagrado a la libertad religiosa, sin olvidar que nuestra mayor expectativa institucional continúa claramente orientada a la obtención en la Nación Argentina de la "igualdad religiosa".

 
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