lunes, 29 de septiembre de 2008

Que hacer cuando los hijos pelean


Dr James Dobson


El problema quizá sea por su falta de control disciplinario en el hogar. La rivalidad entre hermanos es peor cuando no existe un sistema razonable de justicia en el hogar, donde los que “quebrantan la ley” no son detenidos, y si lo son, nunca se enfrentan a un juicio.

Es importante comprender que las leyes de la sociedad se establecen y se hacen cumplir para protegernos unos de otros. De la misma manera, una familia es una pequeña sociedad con la misma necesidad de que los derechos humanos sean protegidos.
Como ejemplo, supongamos que yo viviera en una comunidad donde no hubiera leyes establecidas. No hay policías, ni tampoco hay tribunales en donde los desacuerdos se puedan apelar. Bajo estas circunstancias, mi vecino y yo podríamos abusar el uno del otro impunemente. Él podría tomar mi máquina de cortar el césped y tirar piedras por mis ventanas, mientras yo me robo los duraznos de su árbol favorito y tiro basura en su jardín. Esta clase de antagonismo mutuo suele aumentar cada vez más, llegando a ser más violento con el paso del tiempo. Cuando se le permite que lleve su curso natural, el resultado final puede ser el odio y el asesinato, como se ha comprobado a través de la historia.

Ya he indicado que las familias son similares a las sociedades en su necesidad de tener leyes y orden. En la ausencia de la justicia, como sucedería con los vecinos, los hermanos empiezan a atacarse uno a otro. El mayor es más grande y más fuerte, lo cual le permite oprimir a sus hermanos y hermanas menores. Pero el menor también tiene sus propias armas. Busca vengarse rompiendo los juguetes y las posesiones valiosas del mayor y molestándolo cuando le visitan sus amigos. Entonces, el odio mutuo explota como un volcán enfurecido, arrojando su contenido destructivo encima de todos los que se encuentran en su camino.
En muchos hogares, los padres no tienen suficiente control disciplinario para hacer cumplir sus órdenes. En otros, están tan irritados por las peleas incesantes entre los hermanos, que se niegan a intervenir. En otros hogares, los padres obligan al hijo mayor a vivir tolerando la injusticia “porque tu hermano es más pequeño que tú”. De esta manera le impiden defenderse de las maldades de su hermanito o hermanita.

Es aun más común hoy, que tanto el padre como la madre estén trabajando mientras sus hijos quedan en casa desbaratándose unos a otros.
Vuelvo a repetir lo mismo a los padres: Una de sus responsabilidades más importantes es establecer un sistema imparcial de justicia y un equilibrio de poder dentro del hogar. Las “leyes” razonables se deben hacer cumplir igualmente para cada miembro de la familia. Para dar un ejemplo de esto, permítame hacer una lista de los límites y las reglas que mi esposa y yo desarrollamos a través de los años en nuestro propio hogar:

1. A ninguno de nuestros hijos se le permitía jamás burlarse del otro de una manera destructiva. ¡Punto! Ésta era una regla inflexible sin excepciones.
2. La habitación de cada hijo era su propiedad privada. Cada puerta tenía cerradura, y el permiso de entrar era un privilegio revocable. (Las familias con más de un hijo en cada habitación pueden designar un espacio para cada uno).
3. El hijo mayor no podía molestar al menor.
4. El hijo menor no podía irritar al mayor.
5. No se les obligaba a los hijos a jugar juntos cuando preferían estar solos o con otros amigos.
6. Interveníamos en cualquier conflicto verdadero lo más pronto posible, teniendo cuidado de mostrar completa imparcialidad y justicia.
Como sucede con cualquier sistema de justicia, este plan requiere: (1) respeto de los hijos hacia la autoridad del padre y de la madre; (2) disposición de los padres a servir como mediadores; (3) aplicación de las reglas, y algunas veces del castigo. Cuando este método viene acompañado de amor, el ambiente emocional del hogar puede cambiar de uno de odio a (por lo menos) uno de tolerancia.

La importancia del voto cubano-americano


Por Andrés Oppenheimer


EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) He aquí una forma de anticipar cuál será la política del próximo Presidente de Estados Unidos hacia Cuba y Venezuela: si uno de los candidatos gana las elecciones nacionales sin haber ganado en Florida, se sentirá mucho más libre para cambiar la actual política norteamericana hacia esas naciones.


Suena complicado, pero no lo es. Como se sabe, Florida es uno de los estados clave de la elección de noviembre, y tiene una gran población hispana que sigue con gran interés los temas latinoamericanos.
Supongamos que el candidato demócrata Barack Obama pierde en Florida, pero gana las elecciones nacionales. Obama, cuya plataforma para Latinoamérica pide un relajamiento de las restricciones a los viajes y las remesas familiares a Cuba, pero no apoya un levantamiento unilateral del embargo comercial a la isla, podría sentir la tentación de proponer terminar con las sanciones comerciales, según esta teoría. Varios influyentes legisladores demócratas ya están pidiendo eso.

Supongamos, por el otro lado, que el candidato republicano John McCain pierde en Florida, pero gana las elecciones de noviembre. McCain, cuya plataforma para Latinoamérica pide una continuación de la línea dura del gobierno de Bush con respecto al régimen cubano, podría concluir que no le debe demasiado a sus votantes cubano-americanos, según esta línea de pensamiento.
Así como su correligionario republicano Richard Nixon hizo historia entablando relaciones con China comunista, McCain podría sorprender al mundo iniciando conversaciones para la normalización de las relaciones con Cuba. McCain contaría con el apoyo de varios legisladores republicanos de los estados agrícolas del Medio Oeste, que quieren exportar a Cuba y ya están exigiendo el levantamiento del embargo.
Es cierto que el nuevo Presidente no podrá cambiar la política hacia Cuba por sí mismo. Según la ley Helms-Burton, de 1996, la Casa Blanca no puede levantar el embargo sin la aprobación del Congreso, ni reconocer a ningún gobierno de transición en Cuba que incluya a Fidel o a Raúl Castro.

Pero, muchos observadores en Washington señalan que el próximo Presidente será el primero en cinco décadas que se enfrentará a una nueva realidad en Cuba, luego de la reciente renuncia de Fidel Castro como mandatario del país y de la asunción de su hermano Raúl, de 77 años, como su reemplazante.
''Si alguien gana la Presidencia sin ganar en Florida, no se sentirá tan comprometido a mantener la política actual, y podrá empezar a cambiarla'', me dijo Crescencio Arcos, un ex alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento de Estado. ``No podrá cambiarla de la noche a la mañana, pero tendrá enormes oportunidades de hacerlo''.
Jaime Suchliki, director del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami y partidario de las sanciones estadounidenses sobre la isla, no está de acuerdo con esta teoría.
''Ambos partidos seguirán intentando seducir a los exiliados cubanos, independientemente de quién gane en Florida'', dice Suchliki. 'Si Obama llegara a perder el voto cubano por un amplio margen, podría pensar: `Podríamos haber ganado una o dos bancas en Florida esta vez, y pronto habrá nuevas elecciones para el Congreso, de manera que no puedo levantar el embargo de inmediato' ''.

Según las últimas encuestas, Obama está ganando a nivel nacional, pero perdiendo en Florida. Una encuesta nacional del Washington Post/ABC con un margen de error de 3 por ciento revela que Obama está a la cabeza con el 52 por ciento de los votos, contra un 43 por ciento de McCain. Otras encuestas ponen primero a Obama con una ventaja de dos o tres puntos, dentro del margen de error.
En Florida, las encuestas señalan que McCain está ganando, pero muchas de ellas dicen que su ventaja está dentro del margen de error.

Mi opinión:
independientemente de quién gane en Florida, lo que determinará en gran medida la política estadounidense hacia Cuba será si el Partido Demócrata aumenta su modesta base de apoyo entre los cubano-estadounidenses, y --más importante aún-- si pueden ganar alguna de las tres bancas del sur de la Florida en manos de congresistas republicanos cubano-americanos.
Todas las encuestas sugieren que McCain ganará el voto cubano-estadounidense por el 70 por ciento. Pero los demócratas le están ganando a los republicanos en el registro de nuevos votantes y en la recaudación de fondos en algunos distritos del sur de la Florida. Si Obama supera las expectativas y logra cerca de un 40 por ciento del voto cubano-americano, o uno de los candidatos demócratas al Congreso gana una de las tres bancas republicanas cubano-americanas, eso será leído en Washington como un cambio significativo en la política del exilio cubano, y tendrá un impacto en la política exterior del país. La política estadounidense hacia Cuba siempre ha sido un tema de política doméstica, y esta vez quizás lo sea aún más.

Daniel Ortega, dijo que en su país anda Herodes ‘buscando niños para matarlos’,


Managua, Nicaragua -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo que en su país anda Herodes ‘buscando niños para matarlos’, en aparente alusión, aunque no lo precisó, a organizaciones que demandan la despenalización del aborto.


Ortega, recibió ayer a dirigentes evangélicos y reconoció el apoyo que brindan a programas sociales y dio la bienvenida al país, además, al predicador internacional Sony Hollan, quien estará este domingo entre los oradores que participarán en la Plaza de la Biblia en esta capital, en la celebración del 439 aniversario de la traducción al castellano de ese texto.

Sony Holland ex el presidente de la organización evangélica ‘Preaching Christ to the Nation’, que ha financiado en Nicaragua diversos proyectos en producción de alimentos y salud desde hace unos siete años.

Hoy, el mandatario se unirá a cientos de nicaragüenses en la tarde, hora local, para dicha festividad.

Verástegui pide a hispanos en California votar a favor de Proposición 4



LOS ANGELES.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) El actor Eduardo Verástegui se sumó a la campaña pro-vida en California para lograr el apoyo de los votantes a la llamada Proposición número 4 que permitirá a los padres de familia ser notificados cuando sus hijas menores de edad soliciten un aborto en alguna clínica local.

Verástegui grabó un video explicando la Proposición número 4, también llamada Ley de Sarah –en memoria de una niña que murió por un aborto legal al que fue sometida sin el conocimiento de sus padres.
En el video, el actor sostiene que “en California, una joven menor de 18 años no puede ir a un salón a broncearse la piel, no puede ponerse un arete, no se le puede proporcionar una aspirina” en la escuela sin el consentimiento de los padres, “pero un doctor puede practicarle un aborto químico o quirúrgico sin tener que informarle a algún miembro de su familia”.

Verástegui recuerda que la Proposición número 4 –que será sometida a consulta popular en las elecciones de noviembre próximo- “requeriría que el doctor notifique cuando menos a un miembro adulto de la familia antes de practicarle un aborto a una joven menor de 18 años”.
El actor recuerda que las jóvenes están más seguras “cuando sus padres o algún miembro de la familia están informados de la situación médica, ya que éstos pueden ayudarla a entender todas sus opciones, obtener el cuidado adecuado, y encontrar la mejor solución a los problemas que llevaron a esta situación”.

Asimismo, advierte que “es común que hombres adultos embaracen a mujeres menores de edad y después recurran a abortos secretos para cubrir sus crímenes sexuales”.
Verástegui precisa que en la actualidad “más de 30 estados tienen leyes de participación de progenitores familiares vigentes como la Proposición número 4” y han “experimentado reducciones reales en abortos y en enfermedades transmitidas sexualmente entre los jóvenes”.

 
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