Puerto Rico -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Oraciones, testimonios y reflexiones dieron al concierto la total apariencia de un culto religioso. En los intermedios de su presentación, el artista y empresario presentó vídeos en las tres pantallas del lugar, en las que se mostraban desgarradoras imágenes de destrucción social y moral: masacres, asesinatos, redadas, fenómenos atmosféricos, hambrunas.
El antes denominado “Rompe discotecas”, que en el pasado se caracterizó por su altivez y actitud orgullosa, lloró desconsoladamente en varias instancias del recital. Pidió perdón a Puerto Rico por el daño que éxitos pudieron contaminar a la juventud. Tampoco hubo “torta”, la peculiar costumbre de lanzar dinero al público que asistía a sus conciertos. Esta vez, dejó sobre las sillas del lugar una hoja de papel cuya parte superior representaba un billete de $50, la posterior tenía mensajes contra el materialismo y versículos biblícos.
El repertorio que se escogió para la “velada espiritual” fue de canciones de contenido social, pacífico, e incluso amoroso, distanciado por completo de la lírica alusiva al sexo y a la violencia que le dio fama internacional al reguetonero.
La apertura del concierto estuvo a cargo del duo Ángel & Caleb, que cantaron dos canciones y repartieron rosas rojas a algunas de la mujeres presentes.
Con cuerpo de baile llegó el Vico C, quien se sigue moviendo con la misma soltura y agilidad de hace dos décadas. Cantó “La Recta final” con un público al que luego de tanta reflexión, le hacía falta un poco de acción.
Luego el Father cantó “Mi testimonio” canción en la que habla de su proceso de conversión a la fé y narra el vacío existencial en el que estaba sumergido, y que casi lo lleva directo al suicidio.
El tema “Se nos cae la casa” fue interpretado por quien fuera miembro del extinto binomio “Los bambinos” junto con un coro de niños vestidos de blanco.
El medley de éxitos “Payaso” fue acompañada por un cuerpo de baile en el que sus integrantes se vistieron de payasos. En esta intervención, el exponente muestra los vídeos de sus éxitos más significativos, entre ellos “Travesura”, “Sácala”, “Calor”, los cuales condenó y criticó. Algunos miembros del público cantaron y bailaron durante la breve presentación de los hoy repudiadios éxitos del ex reguetonero.
Después de este “medley”, Héctor presentó un vídeo del convicto Alexander Capó Carrillo, mejor conocido como “Alex Trujillo” desde su celda hablando de su conversión a la fe y ofreciendo bendiciones a la cuidadanía.
“Hoy no me importa lo que digan los periódicos, ni lo que digan en la calle”, manifestó el reguetonero en respuesta a las críticas y dudas que se han corrido como pólvora en la calle sobre su conversión al cristianismo, entre ellas, que buscaba enfriarse tras el caso por violación a la Ley de Armas y tentativa de asesinato del que salió absuelto.
El también productor musical cantó junto con el Vico C los temas “Quieren”, Explosión”, y “Mendigo” (último tema compuesto por “Filósofo del rap”). “Quiero darle las gracias publicamente a Vico C, él impactó mi vida con sus canciones, aunque muchos lo critiquen y lo señalen, está haciendo lo que tiene que hacer, sembrar conciencia”, destacó sobre su homólogo musical.
“Hoy me retiro después de 15 años de carrera, pero no puedo dejar de dedicar esta canción a una persona que igual que yo, no entendieron” entonces, hizo su entrada Divino para cantar “Una lágrima”. Divino cantaba mientras las pantallas mostraban imágenes de varios jóvenes asesinados por la guerra del narcotráfico en el país y Héctor lloraba desconsolado mientras hablaba de la muerte de su amigo Miguelito.
El bautizado en la fe pidió “un fuerte aplauso para Dios, que los escuche en el cielo” y se cuestionó cómo sus conciertos anteriores, con una temática que inducía a los placeres mundanos y a la violencia, se llenaban a capacidad, mientras que la presentación de ayer, estaba vacía. Agradeció la presencia de algunos ex colegas, entre ellos Wisin y Yandel.
Dedicó la canción “Sola”, “La boda”, además de “Y Llora” a las mujeres víctimas de violencia doméstica, aquellas que se sienten solas o sufren de depresión mientras las pantallas mostraban portadas de periódicos y noticias de mujeres asesinadas por sus compañeros consensuales. Por otro lado, la balada no es el género en el que mejor destaque la voz del artista, sin embargo, sí fue evidente su buena intención de reinvindicar su postura en temas femeninos.
La aparición de la cantante sacro Nimsy López fue la que marcó la ruptura total de El father con su pasado musical. La joven , que cuenta con gran presencia escénica y poderío vocal terminó de convertir el “Choliseo” en un templo cristiano con sus llamados al Creador y sus oraciones.
Al final de la noche, el intérprete de música sacra y pastor Harry Maldonado subió al estrado. Héctor elevó su rostro para orarle a su nuevo “Father”, Dios. Entonces, buena parte del público elevó sus manos en dirección al cielo y oró junto al convertido. Se retiró por un momento las lujosas gafas de los ojos y secó sus ojos. Entre lágrimas, pidió por los enfermos, por los presos y por todo aquel que necesitaba una oración. Se podían destacar ojos llorosos de algunas personas en el público, que miraban asombrados al que sin lugar a dudas, parecía otro hombre. Héctor Delgado, el chico malo del reguetón, se despidió: “Puerto Rico, los amo”.