COLOMBIA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El también senador ha afrontado 27 procesos en juzgados civiles y 5 en laborales.
"Caen huestes de maldad, caen legiones, caen principados. Padre, mira esa poderosa vigilia, caen, son multitudes, caen, son miles (...) atamos los lobos carroñeros, atamos los lobos de la pereza. Apártanos de las trampas del diablo".
Este mensaje es pronunciado a gran velocidad por una voz ronca que sale de un pastor de espeso bigote, mientras la mayoría de fieles, en una especie de éxtasis, con los ojos cerrados y las manos hacia el cielo, trata de repetir esas palabras, al tiempo que otros oran a todo pulmón.
Todo este furor lo produce Jorge Enrique Gómez Montealegre. Un senador que, además, es el patriarca espiritual del Centro Misionero Bethesda, una organización religiosa con 140 templos en el país y más de 200 mil fieles.
A comienzos del 2006, el pastor Gómez sostenía que la política era "cosa del diablo". Pero se dejó tentar, y hoy, por cuenta de su curul en el Congreso, está en la boca de muchos, que lo cuestionan por los líos de sus supuestas deudas de dinero.
La vida pública de Gómez empezó con un hecho paradójico. Antes de ser pastor, practicó el ocultismo en su natal Ubaté (Cundinamarca). Pero luego tomó el camino del cristianismo y su habilidad con la palabra lo llevó a escalar rápidamente posiciones de liderazgo.
Arrancó en un sitio pequeño en el centro de Bogotá con escasos 15 fieles y hoy solo una de sus sedes en esta ciudad puede valer más de 20 mil millones de pesos.
Su expansión es abrumadora. Además de los templos,tiene nueve emisoras de radio en AM y un canal de televisión por cable, y cuenta con un colegio y un instituto bíblico para formar a sus pastores. También está extendiendo su iglesia a Venezuela, España y La Florida (Estados Unidos).
En la actualidad, nadie sabe cuánto pueden sumar los bienes de este hombre de 62 años y padre de 9 hijos.
En los círculos cristianos se le conoce como un persona de mucha fe, de ayuno y de oración, y hay quienes lo llaman "el maestro de la religiosidad popular", por su estilo particular de realizar el culto.
De pastor a congresista
Gómez aspiró al Congreso en el 2006 en la lista del polémico partido Colombia Viva y obtuvo 31.961 votos, pero no le alcanzó para salir elegido. Su esposa, la pastora Mélida Sánchez, le había advertido que no se metiera en esa aventura.
Pero Gómez finalmente terminó ocupando una curul debido a que el escándalo de la parapolítica sacó del juego a cuatro congresistas de esa colectividad: Dieb Maloof, Habib Merheg, Vicente Blel y Jorge Castro Pacheco. Es decir, el 'infierno' de sus copartidarios le abrió el camino al pastor.
Actualmente, hace parte de la bancada uribista.
Aunque Gómez no ha sido vinculado a ninguna indagación por parapolítica, sí ha tenido que afrontar 27 procesos en juzgados civiles y 5 en los laborales.
Prácticamente en todos ha salido airoso. Sin embargo, aún hay algunos pendientes. Al Consejo de Estado han llegado seis procesos que buscan la pérdida de su investidura. Tres de ellos están vigentes y los otros fueron fallados a su favor. En la Corte Suprema figuran tres denuncias en su contra.
Sueldo embargado
Gómez, quien en 2001 estuvo secuestrado por las Farc durante cerca de 6 meses y por cuya liberación en su momento se habló de un pago cercano a 2.000 millones de pesos, tiene líos que involucran grandes sumas.
Tiene problemas jurídicos por una finca que compró en Casanare y que no ha terminado de pagar. También tiene embargado su sueldo de congresista, hasta que le descuenten 300 millones de pesos.
Además, inconvenientes con una mina que compró en Ubaté y que no ha terminado de pagar. Igualmente, un proceso laboral iniciado por su nuera Luz Marina Barbosa.
Y en los últimos días han salido a relucir denuncias sobre obligaciones monetarias con algunas de sus 'ovejas', que no habría pagado. Se ha mencionado con insistencia el caso de Graciela Murillo, quien lo demandó por una deuda de alrededor de 100 millones de pesos.
"Sus líos comenzaron cuando decidió meterse a la política. Eso generó división en la Iglesia e incluso muchos fieles se fueron", contó una persona cercana al religioso.
El pastor Luis Eduardo Barbosa, presidente de la Asociación Nacional de Pastores, considera que al ser humano hay que verlo en dos facetas. "Lo respeto y lo admiro como pastor, como un hombre visionario, de fe y de conquista, porque él es un hombre referente -dijo-. Pero una cosa es hablar del pastor y otra cosa es hablar del ciudadano, del político".
"Como político que juró defender la Constitución, deja muchas cosas que desear", añadió Barbosa.
"El hombre que echaba afuera demonios en el nombre de Jesús fue al Congreso y se le metieron los demonios", dijo el pastor Luis Correa, de la Iglesia Metodista Misionera en Colombia.
En todo caso, los fieles de Bethesda cierran filas en torno al pastor y siguen elogiando sus dotes de guía espiritual.
EL TIEMPO intentó hablar con Gómez Montealegre, pero éste mandó a decir que no podía atender preguntas, pues estaba en ayuno.
Lo cierto es que el senador tiene un gran desafío por delante: demostrarles a sus colegas religiosos que la tentación por la política no ha puesto en riesgo sus 40 años como pastor.
Iglesia, afectada por escándalo
Varias iglesias evangélicas dicen que el escándalo desatado alrededor del pastor Gómez Montealegre las está afectando.
De acuerdo con el pastor Jorge Rey, de la iglesia Filadelfia, a raíz de estas denuncias, a los pastores se les está encasillado, como si todos fueran iguales. "Nos está afectando a todos", aseguró el líder religioso.
El pastor Luis Correa, de la Iglesia Metodista Misionera en Colombia, afirmó que "lamentablemente" su colega Gómez cada día se está haciendo más visible por los escándalos. "Nos está afectando en un ciento por ciento -dijo-. Los pastores nos preguntamos cuál es su liderazgo".
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