CHILE.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Día de resaca electoral. Los chilenos hablaron y la mayoría decidió romper con veinte años de coalición de centro izquierda, agrupada en la Concertación, para dar paso al cambio que abandera el candidato de derecha, Sebastián Piñera, el gran triunfador de estos comicios con el 44% de los votos.
Sin embargo, habrá segunda vuelta. El 17 de enero, Piñera se verá las caras con el rival oficialista, el ex presidente Eduardo Frei, que tan sólo obtuvo el 29% de los votos, 25 puntos menos que los logrados por su antecesora la actual presidente, Michelle Bachelet, cuatro años atrás.Piñera afronta ahora el mayor reto. Este empresario exitoso, que se declara admirador de las políticas que abanderó en España José María Aznar, se encuentra solo ante la izquierda, obligado a seducir al nutrido grupo de votantes descontentos tras años de hegemonía zurda.Piñera, poco dado a las entrevistas, recibe en su búnker electoral a LA RAZÓN junto a un reducido grupo de Prensa internacional. Sonriente, con el rostro tostado tras su paso por tierras patagónicas, intenta desligarse de los viejos estereotipos.«La derecha rancia. Esa terminología viene de la revolución francesa. Nosotros no queremos cortar la cabeza a nadie no queremos reinstaurar a ningún rey en el trono. Por supuesto que espero captar el voto de centro izquierda».Sin embargo, Piñera, tampoco esconde sus convicciones. «Soy un gran defensor de la vida y el aborto es un atentado de un ser indefenso. Por tanto, soy contrario al aborto. Respeto las uniones homosexuales, yo creo fuertemente en la familia, sinónimo de un país más sano. Creo que hay que proteger las distintas clases de familias. Sé que hay familias homos y heteros que nuestro gobierno va a tratar de defender, pero el matrimonio es, en esencia, entre hombre y mujer», afirma.En materia exterior, sus líneas quedaron claras. «Sin duda, en la región hay dos modelos: uno que abandera Chávez y otro que encabezan Calderón, Uribe, Lula, Bachelet… Ese es el modelo que vamos a seguir. Pero vamos a tratar de mantener las mejores relaciones con todos los países».Además, lejos de mostrar discrepancias con el Gobierno español, Piñera se mostró conciliador. «Me reuní hace poco con Zapatero y sólo hablamos de estrechar lazos. Vimos proyectos de colaboración, así que lejos de debilitarse las relaciones van a fortalecerse. España es uno de los países que más invierte en Chile».
Frei, sin apoyo de la izquierdaTras la primera vuelta, en Chile se abre un panorama incierto donde las distintas fuerzas deberán tejer alianzas, integrando los votos de los candidatos que se quedaron en el camino.Después de los resultados, el candidato de la Concertación, Eduardo Frei Ruiz, segundo en las encuestas, aprovechó para intentar agrupar el voto de la izquierda: «en la política hay que saber sumar». Todos querían los votos del tercero en discordia, Marco Enríquez-Ominami. Sin embargo el candidato independiente no dio su brazo a torcer. El joven político retiró su apoyo a cualquier candidato, «me nace del alma, no apoyar a ninguno», dijo.
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