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| Muchas mujeres con los años encima han empezado a trabajar para forjar
un futuro lo cual valoro enormemente, pero es una canalla para alguien
que dice ser "hombre" abandone a su mujer, a sus hijos. |
Por: Ps José Linares Cerón
Cada día, vemos con mayor tristeza y frecuencia, que las parejas jóvenes deciden: separarse o darse una tregua para finalmente terminar cada uno por su lado. Desafortunadamente los jóvenes de hoy en día se casan con la mentalidad de que sea por un tiempo determinado y no con la plena conciencia de que un matrimonio debe ser para toda la vida. El matrimonio es una institución para toda la vida además son los pilares de la sociedad que constituye una nación. El matrimonio es una comunidad íntima de vida entre un hombre y una mujer, fundamentada en el amor responsable y en la mutua entrega, en vista del bien personal de los cónyuges y de la generación y educación de su descendencia.
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” (Efesios 5:25).El amor recíproco es esencial y tiene unas características que le distinguen de todas las demás formas de amor. Sin embargo, debemos basar ese amor en nuestra vida cristiana plena y activa, de lo contrario la crisis aparecerá en cualquier momento al no poder o querer fundamentar nuestra vida en común en la Palabra de Dios. Si uno de los miembros de la pareja no sigue las enseñanzas cristianas con respecto a su vida personal, menos aún las reflejará en su relación matrimonial. Peor panorama habrá aún si son los dos miembros de la pareja los que viven alejados de Dios. En ocasiones la pareja cree estar dentro de los caminos del Señor pero uno de los dos, o ambos, están actuando de una manera que dista mucho de ser la correcta, y ello repercute en su relación común.
“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” (Efesios 5:28-29)Lo cierto que el matrimonio está en una crisis por culpa de la irresponsabilidad de hombres y mujeres, causado por la violencia familiar y la infelicidad. Los hombres de ahora desean seguir teniendo su libertinaje, para irse con los amigos para emborracharse, son irresponsables en cuanto a proveer lo necesario para el hogar o bien muchos de ellos no pueden cortarse el cordón umbilical en relación a los padres, pues prevalece la obediencia a estos antes que darle el lugar que le corresponde a su mujer. El hombre tiene la obligación de mantener a su mujer y a sus hijos, la mayoría de mujeres dejando sus estudios y carreras para dedicarse en exclusiva al hogar, me parece una injusticia y cobarde dejarla en indigencia. Muchas mujeres con los años encima han empezado a trabajar para forjar un futuro lo cual valoro enormemente, pero es una canalla para alguien que dice ser hombre abandone a su mujer, a sus hijos. Los divorcios se están convirtiendo en una plaga ya que los jóvenes no desean luchar por conservar la familia, y mucho menos hacerse responsables de la misma.
Los niños y jóvenes son los más afectadosLo lamentable en esto, es cuando los hijos están de por medio, ya que al decidir separarse los padres los únicos que terminan perjudicados son los pequeños. Todo el amor que existía en aquella pareja, se transforma en odio, rencor y en querer vencer, al ahora enemigo, transformándose todo en una verdadera batalla campal, de la cual debe de quedar un ganador. Los hijos, llegan a sufrir considerables trastornos emocionales que deben de ser atendidos por un profesional que los ayude a salir del dolor que les provoca el ya no ver juntos a papá y mamá, incluso cuando llevan a cabo sesiones psicológicas y se les pide dibujar a su familia, se manifiestan los cambios; mamá e hijo son dibujados en la misma casa mientras que el progenitor aparece alejado del hogar y en otros casos ni siquiera aparece en el mismo, como pastor he tratado a miles niños la verdad que hasta ahora me estremece sus historias y el dolor conllevan. Por otro lado, las madres se aprovechan de estar protegidas por la ley, y utilizan a ésta para no permitirle al padre establecer ningún tipo de contacto con el menor, ya que automáticamente cuenta con la patria potestad de su hijo.
En cuanto al padre, éste se encarga de presionar a la madre con la pensión económica a entregar mensualmente, realmente resultan cantidades irrisorias las que se establecen para la manutención del hijo, debiendo ser éstas depositadas en el juzgado de lo familiar, sin olvidar que para con la madre no tiene ningún tipo de responsabilidad. Por tanto, el asunto se llega a convertir en una subasta, ya que si el marido desea estar más tiempo con su hijo, tendrá la obligación de depositar una mayor cantidad de dinero, a más dinero más tiempo, menos dinero se traduce en menos tiempo. Finalmente, después de las juntas de avenencia, en las que no se llegó a ningún arreglo, llega el día marcado para estampar las firmas en el acta de divorcio y ahora sí; cada cual por su lado, nuevamente a gozar de su libertad, pero ¿realmente la encontrarán?
Con el paso del tiempo los niños deberán acostumbrarse a convivir con el novio de mamá, con la novia de papá, con los hijos del novio o de la novia, a estar un fin de semana con papá, otro con mamá, duele realmente decir que se convierten en pelotitas que van de un lado a otro. Ahora bien, la nueva generación al vivir la época de los divorcios, no cuenta con bases sólidas para formar y hacer duradero un matrimonio ya que los cónyuges se convierten en un artículo desechable de cuarto y hasta de quinto uso. Resulta impresionante darse cuenta de la cantidad de divorcios actualmente, la cual en un momento determinado llega a convertirse en una etapa de duelo para ambas partes, pues aunque se desee ansiosamente el divorcio, no deja de ser un fracaso moral, emocional y sentimental.
DIVORCIOS EN AMERICA LATINAA comienzos de 2000, los abogados de familia ya decían que se estaban divorciando parejas más jóvenes, de entre 30 y 40 años, que no superaban una década bajo el mismo techo y criaban hijos pequeños. Ahora, los especialistas aseguran que muchos matrimonios duran lo que un suspiro.
En Perú se divorcian más y se casan menos. Los maduritos de la ‘base 4’ son los que más se divorcian; y de los que deciden unir sus vidas, la mayoría lo piensa dos veces antes de dar el sí ante un altar y más bien prefiere la convivencia. De acuerdo con las estadísticas presentadas en este estudio, una comparación de los resultados de las últimas Encuestas Demográficas y de Salud Nacional (Endes) , solo en la última década (2000- 2010) los divorcios y separaciones se incrementaron en un 51,52% .
Bolivia el 72% de matrimonios termina en divorcio Un estudio de estadísticas de la Cooperación Técnica Alemana (GTZ), revela que hay en el país una mayor incidencia de divorcios, dejando a los hijos a la deriva, principalmente en la edad de la adolescencia.
En Chile hay menos matrimonios, más divorcios Respecto a los divorcios y notificaciones de cese de convivencia, cabe destacar que entre enero y junio 2013 se presentaron un total de 37.370 procesos de separación legal en tribunales de familia, lo que equivale a un promedio mensual de 6.228. En cambio, el promedio mensual de matrimonios celebrados este año en el Registro Civil ha sido de 6.089 mensuales. Las cifras se convierten así en una muy exacta radiografía de lo que está ocurriendo con el matrimonio y las relaciones de pareja en Chile: hay definitivamente mayor cantidad de matrimonios separándose, que aquellas casándose.
En Colombia: 3 parejas se divorcian ¡cada 2 horas! Durante el 2010, 13.346 parejas se separaron, según datos Superintendencia de Notariado y Registro.
Sabía que Estados Unidos existen menos matrimonios, pero duran más. Desde hace tres décadas, en Estados Unidos se escucha la cantinela de que uno de cada dos matrimonios acaba en divorcio. Pero ahora un informe de la Oficina del Censo de ese país revela que el matrimonio allí se está convirtiendo en una institución social más estable: se casan menos, cierto, pero los que lo hacen duran más en comparación con lo que ocurría en los años ochenta y noventa.
En Panamá, el número de divorcios sigue en aumento habiendo alcanzado durante el año 2003 los dos mil 732 casos, un promedio de siete divorcios cada 24 horas.
Opinión finalSi no entrenamos a la mayor cantidad de personas para que capaciten y entrenen a futuras familia, la crisis será imparable, también los matrimonios deben estudiar para tener herramientas de ayuda para afrontar crisis con responsabilidad. POR EJEMPLO: Si queremos tener éxito en nuestras empresas emergentes, que hacemos, contratamos a los mejores profesionales. Mis queridos amigos necesitamos profesionales o técnicos en la profesión más hermosa que Dios dio a la humanidad la FAMILIA. En definitiva, debemos comprometer nuestra vida matrimonial y nuestro amor de pareja en la plenitud de la vida cristiana y la oración. Debe ser una vida en el amor, mediante Cristo y por la acción del Espíritu Santo. Realmente vale la pena esforzarse, luchar por conservar la familia, darse una y mil veces oportunidades para valorarnos el uno al otro y comprender que la familia y el amor siempre que uno al otro se traten con dignidad, respeto, confianza, entrega, responsabilidad, etc.; es indispensable para que las familias florezcan y permanezcan día a día juntas, logrando así, reflejar la imagen de Dios en la sociedad