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Unos 10 mil niños y niñas pretenden ser adoptados por homosexuales y lesbianas en Colombia |
La del juez Jorge Iván Palacio favorecía la adopción y no se conoce aún el sentido de la del conjuez José Roberta Herrera. Aunque de tendencia conservadora, declaró en distintos medios de comunicación que haría su trabajo conforme a lo que dicta el Derecho y no a sus creencias personales. Pero ese tipo de decisiones siempre han tenido un tinte más político que jurídico.
"A mí me gusta que las parejas gays puedan adoptar niños", ha manifestado este miércoles en Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, miembro del Partido Liberal. "Hay suficientes dictámenes científicos que demuestran que no hay ninguna diferencia en la crianza de un menor entre parejas heterosexuales y parejas del mismo sexo", agregó.
En igual sentido declaró el Ministro de Justicia, Yesid Reyes, así como otros integrantes del Ejecutivo. Incluso el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, encargado de velar por lo de derechos de la infancia, envió a la Corte Constitucional un informe técnico en el que no consideraba perjudicial que los niños tuvieran padres del mismo sexo.
Uno de los documentos más polémicos que se remitieron a los magistrados lo envió la Universidad de la Sabana, del Opus Dei. En él manifestaban que la homosexualidad "es una enfermedad", aunque rectificaron después por la avalancha de críticas que soportaron.
La Iglesia Católica, por su parte, ha sido una de las pocas entidades que ha expresado su rechazo a dicho tipo de adopción. La mayoría de las voces que se oyen en los medios de comunicación son partidarios de las adopciones de gays. Una de las críticas que se oyeron más duras vino de la senadora y ex Fiscal General, Vivian Morales. Aunque es del Partido Liberal, que respalda las adopciones, ella es cristiana y ha puesto en marcha la recolección de firmas para convocar a un referendo. Para Morales, debe ser la ciudadanía la que tenga la última palabra en una cuestión vital para la infancia.
En todo caso, no es seguro que la Corte Constitucional termine por decidir sobre la materia. Puede seguir el ejemplo de Pilatos y pasar la patata caliente al poder Legislativo para que sean los parlamentarios los que se mojen en un asunto que divide a la sociedad casi que en dos mitades.
