Brasil (AGENCIA LA VOZ ).- Las cruzadas evangelísticas realizadas por el Misionero R. R. Soares en varios estados de Brasil han acelerado el crecimiento de los evangélicos en el país.
En São Paulo, por ejemplo, la mayor metrópoli brasileña, más de medio millón de personas entregó su vida a Jesús y otras fueron transformadas por el poder de Dios durante las predicaciones del líder mundial de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios.
En varios estados millares de personas también se convirtieron al Señor Jesús. Las últimas pesquisas del IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística) apuntan el crecimiento del Evangelio en Brasil en 8% al año. Alrededor de 2020, más de la mitad de los brasileños podrá ser evangélica.
Sordos, ciegos, deficientes físicos y portadores de varias enfermedades regresaron a casa, sanados y liberados por el Señor Jesús. En una de las reuniones, Pasqualina Mota, de 65 años, por ejemplo, abandonó el bastón, delante de la multitud, y volvió a andar y Elaine Maria França de Lima fue sanada de sordera.
En la reunión, el líder de la Iglesia de la Gracia destacó que la nación brasileña viene convirtiéndose y reiteró que, para todos los que siguen la Palabra de Dios, “el éxito es asegurado”. Destacó que no se debe confiar la vida espiritual a un líder religioso o a filosofías, reiteró la importancia de la unión de la familia y orientó, aún, acerca de los caminos de la fe, para que la gente reciba la bendición, se libere del pecado y gane la vida eterna. “Crea tan sólo en la Palabra de Dios y no acepte sufrimientos”, aconseja el líder. “Es necesario guerrear contra el mal, contra el adulterio, la deshonestidad, la mentira, la traición, la corrupción, la prostitución, la homosexualidad y los vicios”, enfatiza.
Además de las conversiones, en los encuentros de fe muchos han sido sanados de deficiencias físicas, como ceguera y sordera, mientras otros volvían a andar o eran liberados de varios males.
Víctima de osteoporosis, artritis y artrosis, Pasqualina Mota andaba con dificultad y usaba un bastón. “Desde hace un año, usaba eso para no caerme, pero, hoy, después de la oración, volví a sentir fuerzas en las piernas y abandoné el bastón, en nombre de Jesús”, conmemora.
Llorando mucho, Elaine Maria França De Lima afirma que recuperó la audición. “Desde hace muchos años que no escuchaba por uno de los oídos. Aquí recibí mi bendición. Estoy escuchando perfectamente. ¡Jesús es maravilloso!”, manifestó alegre.
sábado, 15 de septiembre de 2007
El Evangelio se propaga en Brasil
19:09:00