EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ ) La revista “The International Journal of Clinical Practice” publicó un informe que, lejos del acartonamiento clínico, eligió un camino descontracturado para dar a conocer una buena noticia de ese ámbito.
“¿Qué tal si –además de recurrir a las drogas de la farmacia- miran también los estantes del supermercado, a la hora de pensar en alternativas farmacológicas útiles para cuidar y cerrar heridas generadas en una operación quirúrgica”, comenzaba el artículo donde un grupo de médicos alentaba al uso medicinal de la miel.
El informe de la revista llegó a estas conclusiones tras repasar las conclusiones de 18 estudios y seguimientos muy completos, realizados a lo largo de más de 60 años. Y, como dato curioso, los autores de la revisión también encontraron otros “elementos” muy particulares para curar heridas, como el uso de gusanos, una práctica que resultaba bastante común antes de la aparición de los antibióticos.
En pocas palabras, la conclusión general del trabajo es que recurriendo a la miel, parece posible acelerar el tiempo de cicatrización de una herida, que está contribuye a que la lastimadura permanezca estéril (sin bacterias) y que todo eso disminuye, también, los riesgos de infecciones asociadas.
Según el doctor Fasal Rauf Khan, del North West Wales NHS Trust, “la miel es una de las comidas más antiguas y desde hace miles de años se la usaba para hacer curaciones sobre las heridas”. De hecho, se han encontrado muestras de miel en la tumba egipcia del emperador Tutankamon y la miel todavía estaba en aceptable estado.
Fasal Rauf Khan afirmó también que “los investigadores contemporáneos han comenzado a reestudiar el uso, las propiedades y los cambios que provoca la miel en las heridas a principios del siglo XX, pero la introducción de los antibióticos, durante la década del ´40, frenó esa tendencia.
Las propiedades de la miel contra las bacterias son numerosas: es una sustancia que impide su proliferación porque tiene un alto contenido de azúcar, baja concentración de humedad, un sólido tenor ácido y perióxido de hidrógeno. Además, contribuye a reducir la inflamación.
Los estudios sugieren que aplicándola con continuidad una herida se vuelve –en promedio- estéril (queda sin bacterias) en un período que va de 3 a 10 días.
Y entre otros beneficios concretos, existen estudios que muestran que aplicar miel sobre la úlcera de pacientes diabéticos parece reducir las tasas de amputación.
Otro uso en el que parecería ser ideal es el de curar las heridas generadas por la cirugía laparoscópica.
Por supuesto, ningún paciente debería ensayar estos métodos en forma “casera” sin el control, consentimiento y seguimiento de su médico personal.
23:14:00


