Por Angel Diaz
( AGENCIALAVOZ ) Esparcido a través de los siete mares, el milenario arte de hacer tatuajes ha sobrevivido durante miles de años, llegando a nuestros días transformado en una verdadera moda...pero, pese a su masificación, continúa generando cierto rechazo social.
La historia cuenta que el viejo arte del tatuaje ha trascendido a tantas culturas como años tiene la existencia del ser humano, cálculo que no deja de ser menor si consideramos que uno de los ejemplos más antiguos que existen de una persona tatuada, se remontan a la era neolítica. La prueba de aquello se encontró en la década de los noventa al descubrirse un cazador momificado cuya espalda y rodillas estaban tatuadas. En la actualidad los tatuajes se encuentran literalmente "insertos" en nuestra cultura, transformándose en una moda que no deja indiferente a nadie.
Los hay de múltiples colores y formas, además muchos parecen ser entretenidos, pero tomar la decisión de "cargar" con una marca visible por el resto de la vida, amerita considerar una serie de factores que van más allá de lo meramente palpable y que inclusive involucra aspectos emocionales y que se relacionan con el sello que la persona voluntariamente, como ocurre en la mayoría de los casos, está aceptando llevar.
UN POCO DE HISTORIA
La práctica del tatuaje se hizo más masiva desde 1768, coincidiendo con la llegada de los ingleses a las islas del Pacífico. Ellos imitaron las marcas que vieron en los indígenas y pusieron de moda su uso entre los europeos, claro que pocos entendieron su significado original.
Los misioneros cristianos que se esparcieron por las diversas islas, convirtiendo a la totalidad de la población hacia la única religión que consideraban verdadera, vieron en los tatuajes un signo de pecado y conexión con creencias ancestrales que debían ser erradicadas, por lo que invirtieron el significado original de las marcas, usándolas para clasificar a los delincuentes.
Esta práctica hizo que actualmente sea casi imposible recabar información sobre cómo debieron ser los primero tatuajes. Gracias a lo anterior se puede inferir que el tatuaje ha sobrevivido gracias a los diversos significados que las sociedades le han dado. Para los británicos fue un arma para espantar al enemigo, los romanos lo usaron para marcar a los esclavos y criminales, mientras que los guerreros de las cruzadas lo usaron como una identificación que en caso de muerte les aseguraría un entierro cristiano.
"GOLPEAR LA PIEL"
El origen de la palabra tatuaje, proviene del término polinesio "Ta'", que significa golpear y que refiere a la antigua práctica para hacer un tatuaje por medio del golpeteo de un objeto filoso sobre la piel. Sin embargo las actuales técnicas usadas para realizar un tatuaje distan mucho del significado original del concepto. Se estima que alrededor de 1900 ya existían "estudios" de tatuajes en las principales ciudades de Norteamérica, lo que se logró gracias a C.H. Fellows, inmigrante alemán considerado como uno de los primeros tatuadores que inició el negocio en Nueva York. Sin embargo su mayor competencia fue Martin Hildebrandt, inventor de la máquina de tatuar, patentada en 1891, tras lo cual se inció la venta de colores, diseños y suministros varios.
En definitiva los múltiples avances de la técnica han permitido que el arte del tatuaje pase de un "golpe" sobre la piel, a una intervención a través de ella, gracias a la inyección de partículas de origen vegetal que permiten al diseño tomar un color determinado. Según los expertos las zonas del cuerpo mas idóneas para realizar un tatuaje son aquellas que no están constantemente expuestas a la luz del sol, lo que permite disminuir el riesgo de infecciones y de que la tonalidad del diseño varíe con el tiempo.
( AGENCIALAVOZ ) Esparcido a través de los siete mares, el milenario arte de hacer tatuajes ha sobrevivido durante miles de años, llegando a nuestros días transformado en una verdadera moda...pero, pese a su masificación, continúa generando cierto rechazo social.
La historia cuenta que el viejo arte del tatuaje ha trascendido a tantas culturas como años tiene la existencia del ser humano, cálculo que no deja de ser menor si consideramos que uno de los ejemplos más antiguos que existen de una persona tatuada, se remontan a la era neolítica. La prueba de aquello se encontró en la década de los noventa al descubrirse un cazador momificado cuya espalda y rodillas estaban tatuadas. En la actualidad los tatuajes se encuentran literalmente "insertos" en nuestra cultura, transformándose en una moda que no deja indiferente a nadie.
Los hay de múltiples colores y formas, además muchos parecen ser entretenidos, pero tomar la decisión de "cargar" con una marca visible por el resto de la vida, amerita considerar una serie de factores que van más allá de lo meramente palpable y que inclusive involucra aspectos emocionales y que se relacionan con el sello que la persona voluntariamente, como ocurre en la mayoría de los casos, está aceptando llevar.
UN POCO DE HISTORIA
La práctica del tatuaje se hizo más masiva desde 1768, coincidiendo con la llegada de los ingleses a las islas del Pacífico. Ellos imitaron las marcas que vieron en los indígenas y pusieron de moda su uso entre los europeos, claro que pocos entendieron su significado original.
Los misioneros cristianos que se esparcieron por las diversas islas, convirtiendo a la totalidad de la población hacia la única religión que consideraban verdadera, vieron en los tatuajes un signo de pecado y conexión con creencias ancestrales que debían ser erradicadas, por lo que invirtieron el significado original de las marcas, usándolas para clasificar a los delincuentes.
Esta práctica hizo que actualmente sea casi imposible recabar información sobre cómo debieron ser los primero tatuajes. Gracias a lo anterior se puede inferir que el tatuaje ha sobrevivido gracias a los diversos significados que las sociedades le han dado. Para los británicos fue un arma para espantar al enemigo, los romanos lo usaron para marcar a los esclavos y criminales, mientras que los guerreros de las cruzadas lo usaron como una identificación que en caso de muerte les aseguraría un entierro cristiano.
"GOLPEAR LA PIEL"
El origen de la palabra tatuaje, proviene del término polinesio "Ta'", que significa golpear y que refiere a la antigua práctica para hacer un tatuaje por medio del golpeteo de un objeto filoso sobre la piel. Sin embargo las actuales técnicas usadas para realizar un tatuaje distan mucho del significado original del concepto. Se estima que alrededor de 1900 ya existían "estudios" de tatuajes en las principales ciudades de Norteamérica, lo que se logró gracias a C.H. Fellows, inmigrante alemán considerado como uno de los primeros tatuadores que inició el negocio en Nueva York. Sin embargo su mayor competencia fue Martin Hildebrandt, inventor de la máquina de tatuar, patentada en 1891, tras lo cual se inció la venta de colores, diseños y suministros varios.
En definitiva los múltiples avances de la técnica han permitido que el arte del tatuaje pase de un "golpe" sobre la piel, a una intervención a través de ella, gracias a la inyección de partículas de origen vegetal que permiten al diseño tomar un color determinado. Según los expertos las zonas del cuerpo mas idóneas para realizar un tatuaje son aquellas que no están constantemente expuestas a la luz del sol, lo que permite disminuir el riesgo de infecciones y de que la tonalidad del diseño varíe con el tiempo.