Por Viviana Hidalgo
EE.UU ( AGENCIALAVOZ ) Existe una relación muy especial entre estas dos generaciones, con características que muchas veces no se dan en las relaciones padres-hijos.
Los abuelos ocupan un lugar muy especial en la vida de los nietos.
Los abuelos ocupan un lugar muy especial en la vida de los nietos.
Frecuentemente, después de los padres, suelen ser las figuras más significativas para ellos. Cumplen un papel muy valioso, pues cuentan con la gran sabiduría de los años y las lecciones aprendidas de sus propias experiencias como padres y madres. Esto hace que los abuelos estén en condiciones de ser grandes colaboradores y consejeros, posibilitando muchas veces una mayor integración familiar.
Hay que reconocer, que entre abuelos y nietos existe un lazo especial. La mayoría de los abuelos ocupan un lugar muy importante en el plano emocional de los nietos. Basta con pedir a los niños un dibujo de su familia o preguntarles por ella, para que gran parte de ellos incluyan a sus abuelitos y abuelitas como figuras preeminentes.
Los abuelos y abuelas, además de cuidar voluntaria y desinteresadamente a los nietos y nietas, cuando sus padres están atareados por su trabajo, o ausentes por otras razones; entregan una dosis extra de cariño, que cae muy bien al bienestar emocional de los nietos.
El vínculo entre abuelos y nietos
Existe una relación muy especial entre estas dos generaciones, con características que muchas veces no se dan en las relaciones padres-hijos. Por ejemplo, algo que fortalece este lazo, es que muchos abuelos ya han salido de los años altamente competitivos a nivel laboral. Esto les permite tomarse con más calma y con menos presión el diario vivir. Igual sucede con los nietos, al menos con los que aún no han entrado al mundo de las presiones laborales. De esta forma, se facilita que ambas generaciones pueden compartir profusamente, recrearse juntos, tener largas conversaciones, etc. Esta característica se profundiza aún más, si los abuelos se ocupan, total o parcialmente, del cuido de sus nietos.
El hecho de que en la relación nietos – abuelos, no haya esa tensión que suele darse entre los padres y sus hijos por asuntos de disciplina y educación, hace que este sea un vínculo más flexible y “relajado”, aunque de respeto mutuo. Los abuelos no tienen el deber de disciplinar, pues esta función corresponde a los padres. Además, al no tener los abuelos la preocupación de ser los principales agentes de formación, pueden ahora entregar a sus nietos, aquellas cosas que tal vez, no pudieron o supieron dar a sus hijos e hijas.
Lo anterior no quiere decir que los abuelos no desempeñen el papel de educadores, pues aunque no es su obligación, con las mejores intenciones suelen transmitir a sus nietos, los conocimientos que han acumulado de las experiencias vividas a lo largo de los años. Ese saber único que el caminar por la vida les ha dado, y que no se aprende en ninguna escuela, es uno de los mejores legados que abuelos y abuelas pueden dar a sus nietos y nietas.
Los límites con los nietos:
Es común que padres y abuelos no estén de acuerdo en asuntos de disciplina, aún más cuando los abuelos por amor a sus nietos y nietas, consienten comportamientos que los padres, también por amor, no permiten. Estos desacuerdos pueden llegar a provocar tensión en la familia y los nietos terminan siendo los más afectados.
Es importante que los abuelos y los padres se comuniquen constantemente en cuanto a este tema. Sin embargo, hay que recordar que padres y madres son quienes tienen el deber de educar a sus hijos, por lo que las reglas y los límites que ellos establecen deben respetarse. Es crucial que no se desautorice a los padres, o se desacrediten las normas que ellos han establecido con sus hijos e hijas.
En algunas ocasiones, los abuelos se sienten mal aplicando reglas que consideran un poco duras o injustas. Esto se torna más complicado cuando los abuelos cuidan a sus nietos y nietas en su propia casa y no en la de los niños. En estos casos, se recomienda tener una abierta conversación con los padres para buscar acuerdos. Una posición sana que pueden asumir los abuelos, es decir a sus nietos y nietas: “Esto que estás haciendo te lo permitimos aquí en nuestra casa, pero cuando estés en la tuya, debes hacer lo que tus papás te indiquen”.
EN CUANTO A LÍMITES ES IMPORTANTE RECORDAR:
- No desacreditar las reglas de los padres.
- Cada vez que se vaya a discutir un asunto de disciplina con los padres, es importante que los nietos y nietas no estén presentes.
- Aceptar la responsabilidad de cuidar a los nietos y nietas, es algo que debe considerarse detenidamente. Es importante que los abuelos y abuelas asuman esta responsabilidad sólo si sienten deseos de hacerlo y si no tiene inconvenientes u otras prioridades que atender antes.
- Su principal función como abuelo y abuela es disfrutar a sus nietos y nietas y divertirse con ellos.
Abuelos de adolescentes:
No es lo mismo ser abuelo o abuela de niños pequeños, a serlo de adolescentes. Sin embargo, con los adolescentes, los abuelos también cumplen una función vital en esta etapa de la vida de sus nietos. Quizá la función de cuido o vigilancia no sea ya una prioridad, como si lo es con los nietos y nietas menores, sin embargo, los abuelos pueden ayudar considerablemente a los jóvenes como compañía y soporte emocional.
Frecuentemente, los adolescentes tienen sentimientos encontrados y conflictos con sus padres y madres. Generalmente se encuentran en una difícil búsqueda de identidad propia, por lo que distanciarse a nivel emocional de sus padres es parte del proceso. Es aquí donde los abuelos, al ser personas neutrales, pueden servir de gran apoyo y escucha. Con los abuelos, los adolescentes no suelen tener la resistencia que a veces experimentan con sus padres. Esto permite incluso que los abuelos se conviertan en una especie de mediadores en los conflictos de sus hijos e hijas con sus nietos y nietas.
El joven que sabe que sus abuelos están ahí, dispuestos a escucharlo sin juzgar, traicionar su confianza, o asumir una función de autoridad, se sentirá seguro y enriquecido por los consejos de personas mayores y con experiencia. Este aporte es muy oportuno, más aún cuando el o la adolescentes tienden a buscar el consejo de amigos, amigas u otras personas fuera del círculo familiar, con el riesgo de que no necesariamente se le dé el mejor consejo. Por esta razón, es importante que padres propicien una relación cercana entre nietos y nietas adolescentes y sus abuelos.
Los abuelos pueden también aprender mucho de sus nietos adolescentes. Al interactuar con ellos, se hace posible cambiar o renovar algunas actitudes que quizá como padres les fue difícil lograr. Por ejemplo, aprender a tener una mayor tolerancia, paciencia, volverse más comprensivos, construir nuevas ideas y aceptar más fácilmente los cambios.
En una misma “sintonía” con los nietos:
Es muy importante que los abuelos tengan una activa participación en la vida de sus nietos y nietas. De ser posible, acompañarlos a sus actividades escolares o de entretenimiento, invitarlos a la casa y que lleven a sus amigos para interactuar con ellos también. Esto propicia un gran acercamiento.
El hecho de que hayan muchos años de por medio entre ambas generaciones, no es razón para no estar en una misma sintonía. Existen muchos intereses en común y actividades que pueden compartir, desde juegos de mesa hasta largas conversaciones sobre un tema interesante.
Quizá le suceda que como abuelo o abuela, el pasar tiempo con sus nietos y nietas le haga sentirse a veces cansado, sin embargo, lo cierto es que ellos siempre le transmitirán una energía especial que hará que usted saque su niño interior, se sienta más joven y con una gran motivación por la vida.
Para sintonizarse con sus nietos:
1. Quiera y ame a sus nietos por lo que son, no por lo que usted piensa que deben ser.
2. Disfrute a sus nietos, diviértase con ellos. Acompáñelos en sus actividades, participe de sus logros.
3. Sea usted mismo, pero no los critique, sino que también aprenda de ellos.
4. Escuche su música y vea sus programas favoritos, pero también invítelos a escuchar sus historias y experiencias.
5. Cuando hable con ellos:
-Procure ir al grano, sin muchos rodeos o repeticiones que puedan distraerlos o aburrirlos.
-Trate de llamar su atención con personajes interesantes o anécdotas curiosas
-Evite las quejas o hablar de problemas de salud.
-Hábleles con emoción y entusiasmo, pero también recuerde escucharlos con mucha atención.
No se olvide de usted:
Muchos abuelos con gran entusiasmo colaboran con el cuidado de nietos y nietas, y se sienten muy realizados con esta labor. Sin embargo, no hay que olvidar que sus vidas no son para entregarlas totalmente a los nietos. Al haber concluido la crianza de sus propios hijos e hijas, es ahora cuando pueden dedicarse a sí mismos y a los proyectos o metas que no tuvieron oportunidad de alcanzar antes.
Por ello, los abuelos y abuelas no deben sentir culpa si no cuidan siempre de sus nietos y desean dedicarse a sus propios proyectos u ocupaciones. En esta etapa de la vida, es cuando más tienen que consentirse a sí mismos e ir en busca de esos sueños que habían quedado en espera. Los nietos y nietas también llegarán a valorar y admirar mucho la superación de sus abuelos.
Hay que reconocer, que entre abuelos y nietos existe un lazo especial. La mayoría de los abuelos ocupan un lugar muy importante en el plano emocional de los nietos. Basta con pedir a los niños un dibujo de su familia o preguntarles por ella, para que gran parte de ellos incluyan a sus abuelitos y abuelitas como figuras preeminentes.
Los abuelos y abuelas, además de cuidar voluntaria y desinteresadamente a los nietos y nietas, cuando sus padres están atareados por su trabajo, o ausentes por otras razones; entregan una dosis extra de cariño, que cae muy bien al bienestar emocional de los nietos.
El vínculo entre abuelos y nietos
Existe una relación muy especial entre estas dos generaciones, con características que muchas veces no se dan en las relaciones padres-hijos. Por ejemplo, algo que fortalece este lazo, es que muchos abuelos ya han salido de los años altamente competitivos a nivel laboral. Esto les permite tomarse con más calma y con menos presión el diario vivir. Igual sucede con los nietos, al menos con los que aún no han entrado al mundo de las presiones laborales. De esta forma, se facilita que ambas generaciones pueden compartir profusamente, recrearse juntos, tener largas conversaciones, etc. Esta característica se profundiza aún más, si los abuelos se ocupan, total o parcialmente, del cuido de sus nietos.
El hecho de que en la relación nietos – abuelos, no haya esa tensión que suele darse entre los padres y sus hijos por asuntos de disciplina y educación, hace que este sea un vínculo más flexible y “relajado”, aunque de respeto mutuo. Los abuelos no tienen el deber de disciplinar, pues esta función corresponde a los padres. Además, al no tener los abuelos la preocupación de ser los principales agentes de formación, pueden ahora entregar a sus nietos, aquellas cosas que tal vez, no pudieron o supieron dar a sus hijos e hijas.
Lo anterior no quiere decir que los abuelos no desempeñen el papel de educadores, pues aunque no es su obligación, con las mejores intenciones suelen transmitir a sus nietos, los conocimientos que han acumulado de las experiencias vividas a lo largo de los años. Ese saber único que el caminar por la vida les ha dado, y que no se aprende en ninguna escuela, es uno de los mejores legados que abuelos y abuelas pueden dar a sus nietos y nietas.
Los límites con los nietos:
Es común que padres y abuelos no estén de acuerdo en asuntos de disciplina, aún más cuando los abuelos por amor a sus nietos y nietas, consienten comportamientos que los padres, también por amor, no permiten. Estos desacuerdos pueden llegar a provocar tensión en la familia y los nietos terminan siendo los más afectados.
Es importante que los abuelos y los padres se comuniquen constantemente en cuanto a este tema. Sin embargo, hay que recordar que padres y madres son quienes tienen el deber de educar a sus hijos, por lo que las reglas y los límites que ellos establecen deben respetarse. Es crucial que no se desautorice a los padres, o se desacrediten las normas que ellos han establecido con sus hijos e hijas.
En algunas ocasiones, los abuelos se sienten mal aplicando reglas que consideran un poco duras o injustas. Esto se torna más complicado cuando los abuelos cuidan a sus nietos y nietas en su propia casa y no en la de los niños. En estos casos, se recomienda tener una abierta conversación con los padres para buscar acuerdos. Una posición sana que pueden asumir los abuelos, es decir a sus nietos y nietas: “Esto que estás haciendo te lo permitimos aquí en nuestra casa, pero cuando estés en la tuya, debes hacer lo que tus papás te indiquen”.
EN CUANTO A LÍMITES ES IMPORTANTE RECORDAR:
- No desacreditar las reglas de los padres.
- Cada vez que se vaya a discutir un asunto de disciplina con los padres, es importante que los nietos y nietas no estén presentes.
- Aceptar la responsabilidad de cuidar a los nietos y nietas, es algo que debe considerarse detenidamente. Es importante que los abuelos y abuelas asuman esta responsabilidad sólo si sienten deseos de hacerlo y si no tiene inconvenientes u otras prioridades que atender antes.
- Su principal función como abuelo y abuela es disfrutar a sus nietos y nietas y divertirse con ellos.
Abuelos de adolescentes:
No es lo mismo ser abuelo o abuela de niños pequeños, a serlo de adolescentes. Sin embargo, con los adolescentes, los abuelos también cumplen una función vital en esta etapa de la vida de sus nietos. Quizá la función de cuido o vigilancia no sea ya una prioridad, como si lo es con los nietos y nietas menores, sin embargo, los abuelos pueden ayudar considerablemente a los jóvenes como compañía y soporte emocional.
Frecuentemente, los adolescentes tienen sentimientos encontrados y conflictos con sus padres y madres. Generalmente se encuentran en una difícil búsqueda de identidad propia, por lo que distanciarse a nivel emocional de sus padres es parte del proceso. Es aquí donde los abuelos, al ser personas neutrales, pueden servir de gran apoyo y escucha. Con los abuelos, los adolescentes no suelen tener la resistencia que a veces experimentan con sus padres. Esto permite incluso que los abuelos se conviertan en una especie de mediadores en los conflictos de sus hijos e hijas con sus nietos y nietas.
El joven que sabe que sus abuelos están ahí, dispuestos a escucharlo sin juzgar, traicionar su confianza, o asumir una función de autoridad, se sentirá seguro y enriquecido por los consejos de personas mayores y con experiencia. Este aporte es muy oportuno, más aún cuando el o la adolescentes tienden a buscar el consejo de amigos, amigas u otras personas fuera del círculo familiar, con el riesgo de que no necesariamente se le dé el mejor consejo. Por esta razón, es importante que padres propicien una relación cercana entre nietos y nietas adolescentes y sus abuelos.
Los abuelos pueden también aprender mucho de sus nietos adolescentes. Al interactuar con ellos, se hace posible cambiar o renovar algunas actitudes que quizá como padres les fue difícil lograr. Por ejemplo, aprender a tener una mayor tolerancia, paciencia, volverse más comprensivos, construir nuevas ideas y aceptar más fácilmente los cambios.
En una misma “sintonía” con los nietos:
Es muy importante que los abuelos tengan una activa participación en la vida de sus nietos y nietas. De ser posible, acompañarlos a sus actividades escolares o de entretenimiento, invitarlos a la casa y que lleven a sus amigos para interactuar con ellos también. Esto propicia un gran acercamiento.
El hecho de que hayan muchos años de por medio entre ambas generaciones, no es razón para no estar en una misma sintonía. Existen muchos intereses en común y actividades que pueden compartir, desde juegos de mesa hasta largas conversaciones sobre un tema interesante.
Quizá le suceda que como abuelo o abuela, el pasar tiempo con sus nietos y nietas le haga sentirse a veces cansado, sin embargo, lo cierto es que ellos siempre le transmitirán una energía especial que hará que usted saque su niño interior, se sienta más joven y con una gran motivación por la vida.
Para sintonizarse con sus nietos:
1. Quiera y ame a sus nietos por lo que son, no por lo que usted piensa que deben ser.
2. Disfrute a sus nietos, diviértase con ellos. Acompáñelos en sus actividades, participe de sus logros.
3. Sea usted mismo, pero no los critique, sino que también aprenda de ellos.
4. Escuche su música y vea sus programas favoritos, pero también invítelos a escuchar sus historias y experiencias.
5. Cuando hable con ellos:
-Procure ir al grano, sin muchos rodeos o repeticiones que puedan distraerlos o aburrirlos.
-Trate de llamar su atención con personajes interesantes o anécdotas curiosas
-Evite las quejas o hablar de problemas de salud.
-Hábleles con emoción y entusiasmo, pero también recuerde escucharlos con mucha atención.
No se olvide de usted:
Muchos abuelos con gran entusiasmo colaboran con el cuidado de nietos y nietas, y se sienten muy realizados con esta labor. Sin embargo, no hay que olvidar que sus vidas no son para entregarlas totalmente a los nietos. Al haber concluido la crianza de sus propios hijos e hijas, es ahora cuando pueden dedicarse a sí mismos y a los proyectos o metas que no tuvieron oportunidad de alcanzar antes.
Por ello, los abuelos y abuelas no deben sentir culpa si no cuidan siempre de sus nietos y desean dedicarse a sus propios proyectos u ocupaciones. En esta etapa de la vida, es cuando más tienen que consentirse a sí mismos e ir en busca de esos sueños que habían quedado en espera. Los nietos y nietas también llegarán a valorar y admirar mucho la superación de sus abuelos.