( AGENCIALAVOZ ) En un trabajo realizado por el Hospital Universitario Austral, especialistas desentrañaron diferentes mitos que afectan la maternidad y la infancia. Enterate cuán efectivos son los remedios caseros y los riesgos con los que atentan a la salud.
Antojos. "Cuando no se satisface el antojo de una embarazada, el niño puede tener una mancha de nacimiento." Falso. El médico Ernesto Beruti, jefe de obstetricia de ese nosocomio, explicó que “las manchas de nacimiento en los recién nacidos no tienen ninguna relación con los "antojos" de las embarazadas”. Recalcó además que son muy comunes y en la mayoría de los casos desaparecen con el tiempo aunque deben ser evaluadas por el neonatólogo, pediatra o dermatólogo infantil. Forma de la panza. "La forma de la panza de la embarazada indica el sexo del bebé." Falso. “La única forma de saber el sexo del bebé es a través de una ecografía realizada a partir de las 16 a 20 semanas, o a través de estudios genéticos cuando se realiza una punción de vellosidades coriales”, puntualizó Beruti. Piojos. "Para atacarlos, nada mejor que poner vinagre o querosén en la cabeza." Verdadero. Existen muchos remedios caseros para combatir la pediculosis (aceite de cocina, manteca derretida, mayonesa o vaselina) aunque el único que fue evaluado científicamente como pediculicida fue el ácido acético -vinagre-, que en altas concentraciones inhibe los movimientos del piojo, luego de 10 minutos de exposición. Sin embargo, el dermatólogo Alejandro Olivera alertó que produce mucha irritación en la zona al igual que descartó el uso de querosén por su toxicidad y alto poder combustible. Sueño. "Es mejor que los niños duerman de costado, porque boca arriba pueden ahogarse." Falso. La recomendación actual es que todos los bebés duerman boca arriba ya que disminuye de manera importante el riesgo de fallecer por el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Sin embargo, Mariela Inés Borgogno Coordinadora de Internación Pediátrica, explicó que está contraindicado en el caso de bebés con determinadas patologías, como malformaciones, craneofaciales, obstrucción de la vía área superior. Chupete. "El uso del chupete puede deformar el paladar de los niños." Falso. Sin embargo, Borgono explicó que su uso es controvertido. “Durante las tres primeras semanas de vida, se desaconseja para evitar la "confusión del pezón" que puede interferir con la lactancia materna. Después de los 15 ó 20 días podemos ofrecerle el chupete al bebé sin forzarlo ya que la succión le produce sensaciones placenteras y alivio ante dolores, tiene un efecto pacificador y es un factor de prevención del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante”. Y advirtió que después de los 2 años, su uso debería desaconsejarse, ya que podría tener un efecto perjudicial en la oclusión dentaria. “El chupete deberá ser anatómico, de una sola pieza y no hay que untarlo con bebidas azucaradas”, puntualizó.