La derecha italiana se ha escandalizado porque el ministro del Interior, Giuliano Amato, del gobernante centroizquierda, ha señalado que una ley para prohibir el velo en los lugares públicos incluiría también a las monjas
ITALIA-. ( AGENCIALAVOZ ) Amato explica que si se hace una ley para prohibir el velo en los lugares públicos, afecta a todo tipo de religiones, lo que incluiría a las monjas. El responsable de la cartera de Interior advierte a quienes proponen prohibir el velo en los lugares públicos que reflexionen sobre las consecuencias que tal decisión implica. Amato afirma que si se prohíbe el velo solo a las mujeres islámicas en un lugar público -como por ejemplo un hospital- porque no ha de prohibirse también a una monja, ya que tanto para la musulmana como para la monja cubrirse la cabeza es un símbolo para su religión. El razonamiento del ministro ha desencadenado de inmediato el escándalo entre la derecha italiana, que se siente ofendida. Ese es el caso de Margherita Boniver, diputada de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, quien asegura que Amato ha pasado por alto la carga de violencia y opresión que en muchos casos se esconde tras el velo islámico, rara vez elegido libremente. Por su parte, Roberto Cota, de la ultraderechista y separatista Liga Norte, dijo que el ministro debe comprender que los principios de la religión católica son valores fundamentales de la identidad del país y hay que defenderla. Para Mauricio Ronconi, de los democristianos, es inimaginable e, incluso, ofensivo equiparar el velo islámico con el de las monjas. NACIONAL CATOLICISMO Una vez más se abre la brecha para un debate acerca de la libertad del uso de símbolos religiosos; y el identificar una confesión religiosa concreta como la católica con una identidad nacional, es decir, un nacional-catolicismo