Por Claire de Mézerville López
( AGENCIALAVOZ ) El otro día escuché una frase: “Navidad es tiempo de amar” y explicaba la celebración del nacimiento de Jesús, como un evento que nos lleva a reflexionar sobre quiénes somos, sobre el amor de Dios y a compartir el cariño de nuestras familias y seres queridos. Navidad es tiempo de amar, porque se conmemora, en villancicos y por medio de colores y tradiciones, que Dios se acercó a la humanidad en su máxima expresión de amor.
Sin embargo es lamentable como, durante las festividades, nos quedamos sin tiempo y olvidamos el amor. Vivimos ahogados en el constante estrés de satisfacer demandas que cada vez se hacen más difíciles de cumplir. Cómo va a quedar “tiempo de amar” si, al listar rápidamente las cosas que hay que hacer, nos encontramos con pendientes tales como: 1. Comprar regalos para familia, seres queridos y cualquier persona que pueda ofenderse si no recibe algún “detalle”.2. Decorar la casa de acuerdo con las tradiciones familiares y locales: el árbol de navidad, las decoraciones navideñas, entre otras.3. Reuniones familiares: ponerse de acuerdo con la familia nuclear, la familia de origen, la familia política y las diversas amistades.4. Comida: la organización de celebraciones navideñas y de año nuevo generalmente implican la preparación de varias cenas o almuerzos.5. Adquisición de regalos personales: En esta época es especialmente tentador darse uno (a) mismo (a) el lujo de adquirir aquella posesión que se ha deseado todo el año.6. Administración de tiempo y dinero: A todo lo anterior, solo queda añadir que hay que administrar el tiempo y el dinero para poder cumplir con todo.No se trata de concluir que los regalos, las reuniones y las comidas tengan algo de malo: todas estas actividades son positivas y pueden ser muy enriquecedoras. Sin embargo, cumplir con tantos pequeños y grandes detalles es una ardua tarea, especialmente considerando que la época de las festividades tiene una duración de aproximadamente dos semanas. Es decir, ¡hay que abarcar cada uno de los puntos descritos anteriormente en menos de quince días! No es de extrañarse, entonces, que el mes de enero nos encuentre agotados, frustrados y sin dinero.¿Y los niños?Cuando era pequeña, la época de Navidad era muy emocionante. Los días eran demasiado largos ante la espera de que llegara Noche Buena. Me era difícil entender porqué los adultos corrían tanto. Ahora como adulta reconozco que en esta época hay mucho que hacer, sin embargo esto no debería llevarnos a olvidar las atenciones que hay que dispensar a los niños, así como los cuidados que hay que tener en cuanto a aspectos como: la publicidad de juguetes que escapan al presupuesto familiar y, en general, la inculcación de anti-valores como el materialismo desenfrenado y la superficialidad. La Navidad es, en gran medida, para los niños y las niñas. En medio del presupuesto, de las prisas, de la comida y de los regalos, la Navidad es el tiempo propicio para inculcar valores en los hijos: para mostrarles quien es Dios y quiénes somos nosotros para Él. Navidad es para los niños y es nuestra responsabilidad permitirles que conozcan su esencia y su significado. Algunas ideas sobre cómo permitir a los niños experimentar la época navideña en forma más plena son las siguientes:• Carta de regalos para Jesús: Muchas familias acostumbran enseñar a sus hijos e hijas a escribir una carta con los regalos que quieren recibir en Navidad. Ahora bien, sería positivo enseñar a los niños a escribir OTRA CARTA, en la que expresen, más bien, qué regalos pueden hacer ellos a Jesús, por medio de sus actitudes y comportamientos. Después de todo, Él es el cumpleañero. Algunos ejemplos pueden incluir: “ser más servicial”, “ayudar con algún quehacer de la casa”, “tratar bien a los amigos”. Una buena idea consiste en leer las cartas como familia, antes de abrir los regalos de Navidad.• Que los niños hagan la decoración: Es posible que consideremos que el arte infantil no cumple los estándares de belleza de las revistas de decoración. Sin embargo, para los niños y niñas es motivo de orgullo y alegría hacer ángeles de papel, o dibujos y adornos para el árbol de Navidad. Permitir a sus hijos decorar una parte del hogar es una forma de ayudarlos a aprovechar el tiempo, a la vez que les permite comprender que, en ésta época tan especial, la casa se viste de fiesta.• Contribuir con personas que atraviesan necesidad: Como familia, es positivo involucrarse en alguna causa solidaria. Un ejemplo es cuando se compra algún regalo para niños que tienen una situación vulnerable. Es recomendable permitir a los hijos escoger el regalo y que ellos mismos lo entreguen. Así, se les puede enseñar el valor de la generosidad y del desprendimiento.Navidad es tiempo de AmarEl amor no es un sentimiento: es una decisión consciente y estable. Expresar amor a nuestros seres queridos –especialmente en tiempos que pueden ser muy estresantes-, requiere de apertura en el corazón y de un poco de organización en la vida cotidiana. ¡Celebrar las festividades sin estrés es posible! Algunos consejos útiles son los siguientes:1. Compre los regalos con tiempo: Establezca una lista y un presupuesto para cada regalo. El comprar las cosas con anticipación le permitirá ahorrar tiempo y dinero (las compras de último minuto se caracterizan por el estrés, las filas y el aumento en los precios).2. Establezca prioridades: En una época de constantes fiestas, no siempre pueden aceptarse todas las invitaciones. Es válido establecer prioridades y no comprometernos con actividades para las cuales no tenemos tiempo. Por otro lado es importante considerar, con sensibilidad y franqueza, cómo se visitarán a las familias de origen y a los parientes políticos: esto le permitirá establecer el tiempo apropiado para cada cosa.3. Sujétese al presupuesto: Decida cuánto piensa gastar en regalos, decoraciones, comidas, etc. Establezca un presupuesto de antemano y sujétese a él. Esto requiere disciplina, pero tiene una valiosa recompensa de tranquilidad durante el mes de enero.4. ¡Cuidado con el desenfreno! Las festividades son tiempos de comer mucho, beber mucho y participar de muchas fiestas. A veces el estrés nos da la engañosa y arriesgada sensación de que tenemos derecho a perder el control por un momento. No obstante, recuerde compartir la alegría de la época con responsabilidad. No olvide que somos modelos para las generaciones más jóvenes. 5. Cuide su corazón: El cierre del año conlleva, para muchas personas, sentimientos de soledad, remordimientos y la sensación de ser incomprendidos. En la medida en la que procuremos no agotarnos y fomentar en nuestra mente y en nuestro corazón sentimientos de gratitud y de cariño, podremos cuidarnos a nosotros mismos en una época particularmente sensible.El estrés es parte de la vida: nos obliga a esforzarnos para que nuestros proyectos salgan bien. Sin embargo, las festividades son una oportunidad de reencuentro con nosotros mismos y con los demás. No permitamos que las demandas de una sociedad de consumo nos roben esa oportunidad. Navidad es tiempo de salvación: nació un niño, al que le pusieron por nombre Jesús –Dios Salva- y, ante un regalo como ese, lo menos que podemos hacer es responder con amor. Después de todo, “Navidad es tiempo de amar”.
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