7:09:00
Por José Linares Cerón
( AGENCIALAVOZ.COM )-. El día de hoy, solo confirma que seremos testigos, de hechos lamentables. Si nuestras naciones no cambiamos de parecer y tomamos las medidas correctivas. Para evitar hechos vergonzoso, evitar que los colectivos gay no sigan avanzado influyendo para cambiar las leyes en nuestras naciones.
( AGENCIALAVOZ.COM )-. El día de hoy, solo confirma que seremos testigos, de hechos lamentables. Si nuestras naciones no cambiamos de parecer y tomamos las medidas correctivas. Para evitar hechos vergonzoso, evitar que los colectivos gay no sigan avanzado influyendo para cambiar las leyes en nuestras naciones.
La comunidad cristiana tiene que participar en forma activa en defensa de nuestros derechos. Defender la esencia de nuestra sociedad que es la familia. Hoy esta promulgación ha despertado a una Iglesia todos sus sentidos que Nuestra obligación no solo es evangelizar, sino velar por nuestra sociedad, participando en medios públicos y tomar los gobiernos con autoridad en el nombre de Jesús
Luchar contra los políticos liberales. Castigar en las urnas electorales, a los defensores Liberales que lucran destruyendo la base principal de la sociedad, que es la familia.
La ley que el presidente Tabaré Vázquez promulgó convirtió a Uruguay en el primer país donde las parejas homosexuales contraer una unión civil.
Es el primer país de América Latina en legalizar la unión civil de parejas homosexuales.
Quien presento esta iniciativa fue el diputado oficialista Diego Canepa
De coalición izquierda y el partido Frente Amplio.
Consideramos que este gobierno mantiene una política liberal y las organizaciones de izquierda han mantenido una relación de choque durante muchos años, con una comunidad cristiana indiferente con excepciones algunas que son pocas, han participado en una reacción debilitara incluyendo a la Iglesia Católica.
En 1906 se quitaron los crucifijos de los hospitales, y en 1907 se aprobó la primera ley de divorcio.
Durante todo el siglo, la tasa de natalidad fue baja en relación con otras naciones de América Latina.
El regreso de la democracia, se verificó en Uruguay, un permanente crecimiento de los sectores de izquierda. Aclaramos que la izquierda uruguaya no se parece en casi nada a la izquierda europea: más bien tiene puntos de contacto con la izquierda cubana de Castro. En Uruguay, el concepto de izquierda permanece casi intacto desde la década del 70; huelga decir que los sectores más radicales son mayoría.
El único aspecto en el que lamentablemente parece haber “evolucionado” los marxistas uruguayos, es en su casi absoluto liberalismo en materia de aborto, reproducción artificial, promoción de la homosexualidad, etc. Así, los políticos de izquierda uruguayos se han convertido, junto a ciertos sectores liberales vinculados a la masonería, en los “tontos útiles” de la cultura de la muerte.
En cada una de las legislaturas posteriores al regreso de la democracia, se presentó algún proyecto de ley de aborto.
Algunos signos actuales de la cultura de la muerte en Uruguay, son los siguientes:
Proyecto de Ley de aborto aprobada en Diputados y a la espera de ser tratada en Senadores; este proyecto, es peor que todos los presentados anteriormente, puesto que entre otras “lindezas” pretende:
legalizar el aborto por la sola voluntad de la mujer,
consagrar al aborto como “acto médico”,
obligar a todas las instituciones médicas –también las católicas- a realizar abortos y
limitar la objeción de conciencia de los médicos.
Proyectos de Ley de eutanasia y testamento vital aguardando el momento de ser presentados.
Inclusión de los homosexuales en la ley antidiscriminación.
Prensa escrita favorable a la cultura de la muerte, siempre atenta al menor detalle que les permita armar un buen escándalo contra la Iglesia en general y contra sus enseñanzas bioéticas y sus autoridades en particular
Estrategias
Hace falta una enorme dosis de fe para seguir peleando, convencidos del triunfo final. Y como la fe es un don que se consigue a fuerza de pedirlo, nuestra primera estrategia es Orar. Para tener fe y para vencer en esta lucha.
Poner todos los medios que tenemos a nuestro alcance para combatir la cultura de la muerte; o mejor, para difundir la Cultura de la Vida y la Familia. Que van juntas. No es posible defender la vida sin defender la familia y viceversa.
Para ganar esta batalla, tenemos que ganar el respaldo cierto de la inmensa mayoría de la opinión pública, y eso se hace a través de los medios de comunicación masivos.
Si esto no es posible, Internet es una buena herramienta. Pero no debería ser la única ni deberíamos darla por el arma definitiva. Hay que llegar a los medios, hay que hablar claro a la gente, hay que “aterrorizar” a los legisladores con la pérdida de las grandes mayorías. No con amenazas, sino con la manifestación de la voluntad popular a favor de la cultura de la vida. Lamentablemente, los políticos no entienden otro lenguaje que el de los votos.
Trabajar con todas nuestras fuerzas, por lograr cada vez más espacios en los medios masivos de comunicación.
El trabajo con los políticos, es muy importante también; pero ellos responden a las tendencias de la opinión pública. Y estas tendencias, las marcan los medios.
Tengo la absoluta convicción de que si oramos y trabajamos duro, venceremos. Cristo ganó la guerra hace más 2000 años; a nosotros sólo nos queda pelear –con oración y firmeza en las batallas diarias.
Espero de todo corazón que tomen las sugerencias y sumemos esfuerzos. Honremos al Señor con nuestras voces, rechazando la corrupción y el libertinaje
Te invito a unirte a nuestra cadena de oración
Escríbenos: oracioninternacional@gmail.com
Pastor José Linares Cerón. Es presidente de Coalición Presencia Internacional, preside Ministerio Oración Internacional, fundador Microbanco de fe
obligar a todas las instituciones médicas –también las católicas- a realizar abortos y
limitar la objeción de conciencia de los médicos.
Proyectos de Ley de eutanasia y testamento vital aguardando el momento de ser presentados.
Inclusión de los homosexuales en la ley antidiscriminación.
Prensa escrita favorable a la cultura de la muerte, siempre atenta al menor detalle que les permita armar un buen escándalo contra la Iglesia en general y contra sus enseñanzas bioéticas y sus autoridades en particular
Estrategias
Hace falta una enorme dosis de fe para seguir peleando, convencidos del triunfo final. Y como la fe es un don que se consigue a fuerza de pedirlo, nuestra primera estrategia es Orar. Para tener fe y para vencer en esta lucha.
Poner todos los medios que tenemos a nuestro alcance para combatir la cultura de la muerte; o mejor, para difundir la Cultura de la Vida y la Familia. Que van juntas. No es posible defender la vida sin defender la familia y viceversa.
Para ganar esta batalla, tenemos que ganar el respaldo cierto de la inmensa mayoría de la opinión pública, y eso se hace a través de los medios de comunicación masivos.
Si esto no es posible, Internet es una buena herramienta. Pero no debería ser la única ni deberíamos darla por el arma definitiva. Hay que llegar a los medios, hay que hablar claro a la gente, hay que “aterrorizar” a los legisladores con la pérdida de las grandes mayorías. No con amenazas, sino con la manifestación de la voluntad popular a favor de la cultura de la vida. Lamentablemente, los políticos no entienden otro lenguaje que el de los votos.
Trabajar con todas nuestras fuerzas, por lograr cada vez más espacios en los medios masivos de comunicación.
El trabajo con los políticos, es muy importante también; pero ellos responden a las tendencias de la opinión pública. Y estas tendencias, las marcan los medios.
Tengo la absoluta convicción de que si oramos y trabajamos duro, venceremos. Cristo ganó la guerra hace más 2000 años; a nosotros sólo nos queda pelear –con oración y firmeza en las batallas diarias.
Espero de todo corazón que tomen las sugerencias y sumemos esfuerzos. Honremos al Señor con nuestras voces, rechazando la corrupción y el libertinaje
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Pastor José Linares Cerón. Es presidente de Coalición Presencia Internacional, preside Ministerio Oración Internacional, fundador Microbanco de fe
