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WASHINGTON.-( AGENCIALAVOZ ) El joven colaboró con el Centro de Formación de Misioneros, pero fue expulsado. Las autoridades creen que los dos tiroteos ocurridos este lunes en dos centros religiosos de Colorado, EEUU, fueron realizados por la misma persona, un joven de 24 años llamado Matthew Murray, que murió abatido en el segundo asalto.
El joven atacó de madrugada un centro de formación de misioneros en Arvada, a las afueras de Denver, donde mató a dos jóvenes.
Posteriormente, se dirigió a una macroiglesia, situada a unos 100 kilómetros, en Colorado Spring, y atacó a los feligreses que salían del servicio religioso, lo que provocó la muerte de dos hermanas adolescentes que iban acompañadas por su padre.
Una de las agentes de seguridad que custodiaba la 'Iglesia de la Nueva Vida' alcanzó a disparar al joven, lo derribó, y le pidió que soltara las armas, si bien le abatió ante el indicio de que iba a coger una granada de mano, según declaraciones de la mujer, recogidas por la televisión CNN.
Las autoridades han investigado al muchacho con objeto de establecer un vínculo con los ataques, y han descubierto que durante un tiempo colaboró con el Centro de Formación de Misioneros, si bien fue expulsado hace dos años por una discusión. En este tiempo, mantuvo correspondencia amenazante con los responsables del centro.
Tres muertos en sus acciones
Murray -hijo de un prestigioso neurólogo, especializado en esclerosis múltiple- acudió al centro de misioneros con un revólver, con el que mató a dos de los jóvenes que trabajan allí, Tiffany Johnson, de 26 años, y Philip Crouse, de 24.
Doce horas después, se armó con granadas de mano y un rifle automático y se dirigió a la 'Iglesia de la Nueva Vida', la mayor congregación del Estado, y disparó contra los fieles que salieron del recinto. Acertó a disparar a una familia, lo que causó la muerte de Rachael Works, de 16 años, y Stephanie Works, de 18, e hirió al padre de ambas, antes de ser abatido por la agente.
Esta congregación, que cuenta con unos 10.000 feligreses, fue fundada por el reverendo Ted Haggard, que fue despedido el año pasado por 'inmoralidad sexual', después de que un hombre revelase que mantuvo sexo con él durante tres años a cambio de dinero.
