domingo, 2 de diciembre de 2007

Tony Blair asegura «tener fe», pero nada dice de cambiar de religión


LONDRES-. ( AGENCIALAVOZ ) La posible conversión al catolicismo del ex primer ministro británico, Tony Blair, es algo que nadie puede afirmar o desmentir con certeza. El ex líder laborista, como buen político, trata además el asunto en público con la sutileza que le dio el poder; es decir: ni afirma ni desmiente. Eso sí, el ex primer ministro siempre va acompañado de una Biblia.


Cuando el domingo de la semana pasada la BBC entrevistó al ex premier, sacó de nuevo la cuestión de sus creencias religiosas. Blair contestó lo siguiente: «No tiene sentido negarlo. Tengo una profunda fe religiosa. No creo que sea algo malo, sino todo lo contrario, porque da fuerza a la gente». Los que querían un «sí» o un «no», se quedaron con las ganas. Durante los diez años que residió en el número 10 de Downing Street sus asesores le aconsejaron no manifestarse sobre sus convicciones religiosas -por miedo a las consecuencias que esto supondría a la hora de valorar leyes como las del aborto, la misma guerra de Irak o las relaciones con la Iglesia anglicana (de la que él, hasta ahora ha formado y forma parte). Los argumentos se repiten ahora por la posibilidad de poner en peligro su labor actual de enviado del Cuarteto para Oriente Medio. Uno de los momentos con los que mayor intensidad se abordó el asunto fue cuando, poco antes de terminar su mandato, el pasado mes junio, el ex líder laborista visitó al Papa Benedicto XVI. Muchos creyeron que Blair anunciaría allí mismo su presunta conversión, pero, nada ocurrió, y sólo han seguido las especulaciones en uno u otro sentido. Ahora, los últimos rumores dicen que será después de Semana Santa de 2008 cuando Blair haga pública la noticia de su conversión al catolicismo.
HABLAR DE LA FE TRAE PROBLEMAS
Según el propio Blair, si su ex portavoz Alistair Campbell en cierta ocasión afirmó que el Gobierno laborista no «trabajaba a Dios», fue porque en el Reino Unido el hecho de que un político hable de religión sólo puede causarle problemas. «Mientras que en Estados Unidos y algunos otros países se considera normal que los políticos hablen con sinceridad de su fe, si uno lo hace aquí, la gente va a pensar que está loco», dijo el ex primer ministro. Es más, en el mismo programa de televisión, el ex líder del Partido Liberal Demócrata Menzies Campbell señaló que si los votantes británicos hubiesen sabido la influencia de la fe de Blair en su trabajo político, tal vez no le habrían dado la mayoría en tres elecciones consecutivas.
LA FE, BÁSICA EN SU VIDA
De momento, lo único que hace es hablar de la fe en general. «Si uno no tiene esa fuerza, es difícil hacer el trabajo (de primer ministro). Cuenta más que el carácter y el temperamento», matizó en la entrevista con la BBC. «Para mí, el hecho de tener fe contribuyó en buena medida a que pudiera hacer ese trabajo», agregó. Uno de los hombres que mejor le conocen, el actual comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, asegura que Blair va a todas partes con una Biblia, que es lo último que lee antes de dormir. Según Mandelson, dondequiera que se encuentre un domingo, Blair pide siempre a sus colaboradores que le encuentren una iglesia para asistir al culto religioso.

 
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