BOGOTA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Los casos se presentan, aunque no son frecuentes en la adolescencia. Según estadísticas del Instituto Nacional de Cancerología, se registran en Colombia desde los 25 años de edad en adelante.
Sin embargo, los siguientes testimonios dan cuenta de la problemática.
Sin embargo, los siguientes testimonios dan cuenta de la problemática.
El hallazgo de una 'bolita mínima'
Los médicos del hospital le informaron que era parte del desarrollo normal de sus glándulas mamarias. Un mes después, la masa había crecido y tenía un aspecto oscuro y con pequeñas protuberancias, mientras que el otro seno no presentaba ningún cambio aparente.
Unas fuertes picadas la obligaron a consultar una segunda opinión; entonces viajó a Tunja en compañía de su madre.
Después de una larga 'tramitomanía' y ningún tipo de explicación, María Camila fue remitida por la entidad de medicina prepagada con un listado de especialistas a Bogotá.
"No sabíamos cuál era el mejor y dijimos que el primero que nos contestara, ese era. Diosito precioso nos envió con uno de los mejores", afirma Esperanza, la mamá de María Camila.
El 18 de enero llegó adonde el mastólogo oncólogo José Joaquín Caicedo, quien, al ver la apariencia del seno, programó una cirugía para cuatro días más tarde.
Los resultados de los exámenes que llevaba María Camila evidenciaban la presencia de un tumor filodes maligno y no había tiempo que perder.
La cirugía duró unas cinco horas y por el avanzado estado del tumor fue necesario quitarle toda la glándula mamaria con una incisión de 18 por 16 centímetros. Su pronóstico hoy es muy bueno, pero aún está en el proceso de curaciones posquirúrgicas y en espera de iniciar la quimioterapia.
La Fundación Ámese (encargada de apoyar a mujeres con enfermedades de seno) se dispone a ayudar a María Camila para demandar a la entidad de medicina prepagada por la negligencia y mal diagnóstico realizado cuando la enfermedad empezó.
Una 'pepita 'superpeque'
Sin embargo, además de María Camila, EL TIEMPO conoció el caso de Patricia*. Cuando tenía 16 años y pocos meses después de iniciar su vida sexual quedó en embarazo.
Desde el instante en que confirmó su estado, "sentí una 'pepita 'superpeque' de dos centímetros. Fui al primer control prenatal y el médico me dijo que era normal. Supuestamente cuando naciera mi hijo todo se arreglaba. Sin embargo, el día del parto, el médico que me atendió me vio y dijo que era necesaria una cirugía. Yo le dije que no y él me preguntó: ¿quién es el cirujano: usted o yo?".
Con la lactancia, la masa comenzó a crecer hasta alcanzar 8 centímetros. Las enfermeras del hospital aseguraron que era mastitis y que debía masajearla. Ocho días después, el dolor era insoportable y volvió a urgencias.
Los médicos le informaron que era un absceso y "me dejaron ocho días hospitalizada con antibióticos, pero la inflamación no cesó. Entonces, una doctora me ordenó una biopsia y me dijeron que tenía un tumor maligno y que debían hacerme un tratamiento pronto"; sin embargo, aún no lo ha recibido.
El ejemplo comienza en casa
Para el mastólogo José Joaquín Caicedo, estos dos casos ilustran que siempre existe una excepción a la regla.
"Aunque en mi vida profesional solo he tenido tres o cuatro adolescentes con cáncer de seno, nos queda la lección de que las madres también deben educar a sus hijas en la necesidad de practicarse el autoexamen de seno 8 días después del período", explica.
Para Caicedo, con la llegada de la primera menstruación, "los botones mamarios se palpan como pepitas y eso puede ser normal, pero tanto la mamá como la niña deben hacer un seguimiento de los senos para identificar cualquier irregularidad".
Y recalca que cuando hay una masa que no se encuentra en el otro seno, debe ser motivo de consulta. "Si el médico no le presta atención, yo les recomiendo que consulten una segunda opinión. Ojalá de un especialista en seno. Si a los 12 años una menor se acostumbra a hacerse el autoexamen, a los 30 años va a tener más posibilidad de detectar una anomalía a tiempo".
Según Caicedo, no todos los tumores son malignos; sin embargo, ha tenido varias pacientes de 12 años que llegan con fibroadenomas juveniles (masas benignas) gigantes de 6 centímetros. No es de alertarse, pero sí merece toda la atención.
Por ejemplo, en el caso de María Camila, los médicos, debido a la corta edad de la paciente, no sospecharon sobre la presencia de la enfermedad", puntualiza el especialista.
*Nombres cambiados por ser menores de edad.
Con mamografía digital, se atendería 10 pacientes por hora
La FDA (Food and Drug Administration) avaló la mamografía digital luego de probarla con más de 50. 000 mujeres en Canadá y Estados Unidos.
El estudio demostró que la calidad de la imagen es mayor gracias a que se pueden hacer contrastes, efectos y visualizar zonas específicas con mayor nitidez. El laboratorio que la practique quedará con un archivo.
Además, según María Lucía Bocanegra, médica radióloga especialista en seno, "con la mamografía convencional se están atendiendo cuatro pacientes por hora y con la nueva tecnología se podrían atender hasta diez pacientes por hora". Esto disminuiría favorablemente el tiempo de espera por una cita, que hoy es de 2 meses según la entidad de salud.
Factores de riesgo de la enfermedad
Según las Guías de Prevención del Instituto Nacional de Cancerología, algunos de los orígenes de la enfermedad son:
Alimentación: cuando la dieta no es balanceada existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Factores hormonales: las hormonas y los estrógenos influyen en la glándula mamaria. Pueden estar en riesgo las mujeres que se desarrollaron antes de los 12 años, quienes nunca han lactado, las mujeres que han tenido la menopausia tardía o que no han sido madres después de los 40 años debido a que tienen una exposición mayor a ciertas hormonas, como los estrógenos, incrementando el riesgo de padecer cáncer de mama.
Historia familiar: las mujeres que tienen antecedentes de familiares en primer grado de consanguinidad (madres o hermanas) que fueron diagnosticadas antes de los 50 años de edad tienen mayor riesgo y deben mantenerse en chequeos médicos permanentes.
Según José Joaquín Caicedo, mastólogo oncólogo, "de 100 mujeres que presentaron cáncer, el 25 por ciento tenía factores de riesgo; el 75 por ciento no los tenía, pero aún así las atacó la enfermedad. Eso es más alarmante, no es que no existan factores, es que no los conocemos y, por eso, no podemos enfocarnos solo en las que tienen el riesgo, porque son más las que pueden desarrollarlo sin tener las posibles causas conocidas".
Estos son los síntomas de alerta
El cáncer es el crecimiento desordenado de las células del cuerpo. Cualquier masa dura merece una pequeña punción para obtener las células y analizarlas. El patólogo es quien define si existen cambios significativos en las células. Los signos de alarma son:
Retracción o manchas de la piel.
Retracción o inversión del pezón.
Piel de 'cáscara de naranja' .
Úlceras, costras o secreción en el pezón.
Masa en la axila o inflamación de los ganglios axilares.
Cambios en lunares o cicatrices de la mama.
Crecimiento anormal de una de las mamas. Masa de cualquier tamaño.
Es la tercera causa de muerte
Según el Instituto Nacional de Cancerología, en la guía de Prevención publicada en el 2004, "el cáncer de mama es una enfermedad frecuente en mujeres entre los 35 y 70 años. Sin embargo, últimamente mujeres más jóvenes han desarrollado la anomalía.
De acuerdo con registros, es la tercera causa de muerte por cáncer en el país.