martes, 4 de marzo de 2008

Cruzar la frontera para no morir de sida


MOZAMBIQUE.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Junto a sus hermanos, enfermos de sida, Emmaculate Mhlanga ha cruzado a pie las boscosas montañas que separan Zimbabwe y Mozambique, donde los pequeños podrán recuperarse poco a poco gracias a los antirretrovirales que se distribuyen gratuitamente en los hospitales del país.


"Caminamos durante todo un día; sin hacer ruido para no alertar a los vigilantes de la aduana. Fue duro para mis hermanos", recuerda Emmaculata, que vive desde principios de febrero con una tía que ya residía en Mozambique, en una localidad que no está lejos del puesto fronterizo de Machipanda.
Esta huérfana de 17 años y sus dos hermanos: Evans, de 13 años y Edmon, de ocho, vivieron durante un tiempo con su abuela cerca de Mutare, situada a una decena de kilómetros de su actual residencia. "Nos echó. Tenía miedo de los niños porque están enfermos", explica.
Sin papeles, cruzaron a Mozambique huyendo de un país arruinado donde, con una inflación de más del 100.000%, la comida y los alimentos no son fáciles de encontrar.
Desde que llegaron, Evans y Edmon ya reciben tratamiento. "Me encuentro mejor ahora", dice tímidamente el mayor, molesto por las pústulas de una infección cutánea que le cubre el cuerpo.
50 vigilantes para 500 kilómetros
Desde hace unos meses, el número de ciudadanos de Zimbabwe que pasan a Mozambique no hace más que aumentar.
"En enero, 22.636 zimbabwenses, sobre todo mujeres, han cruzado legalmente la frontera por los tres puestos de la provincia de Maniça, la mayoría en Machipanda, mientras que en enero de 2007 fueron 8.971", precisa Felipe Cumbre, director provincial del servicio de migraciones.
"Pueden quedarse 30 días, pero el 85% hace alguna compra y regresa. Ignoramos lo que ocurre con el 15% restante. Muchos otros, como niños y chicas muy jóvenes, pasan ilegalmente", admite Alberto Limeme, jefe de la aduana de Machipanda.
La frontera no es fácil de vigilar en esta región, pese a que alrededor de 50 funcionarios patrullan a pie sus 500 kilómetros.
"Cientos de ciudadanos de Zimbabwe vienen en busca de un tratamiento contra el sida porque en Mozambique es gratuito", añade Aarao Uaquiço, coordinador local del Consejo nacional de lucha contra el sida.
Oficialmente, el número exacto no se ha registrado. "Acogemos a todos los enfermos, sin discriminación", asegura la médico-jefe de la provincia, Marilia Pugas.

Tratamiento gratis
Distinguir a los oriundos de Zimbabwe es todo un reto: los que viven cerca de la frontera en ambos países hablan el 'shona', el dialecto local.
"Hay todos los días idas y venidas. Los habitantes de la zona fronteriza son étnicamente muy próximos", explica Maurico Cysne, representante de Onusida en Mozambique, un país "abierto, que practica una política sanitaria socialista y tiene un rol humanitario".
Más de 100.000 de seropositivos se benefician allí hoy en día de antirretrovirales gratuitos, frente a los 7.000 que lo hacían en 2005. "Es extraordinario", subraya Cysne. "Pero tiene unos costes enormes. El tratamiento cuesta 50 dólares al año".
País pobre, Mozambique, como todo el África austral, está tremendamente afectado por el sida, con unas tasas medias de prevalencia del 16%, una cifra que incluso puede alcanzar el 23% en ciertas zonas de Maniça, un punto de paso de vehículos de Zimbabwe, Zambia y Malawi que van al puerto mozambiqueño de Beira.
"Hay prostitutas a lo largo de todo el camino", precisa Uaquiço. "Muchas de ellas de Zimbabwe, más preocupadas por ganarse la vida que de protegerse contra el sida".

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Blogger Templates