CHICAGO, Illinois -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El doctor estadounidense Jack Kevorkian, apodado "Dr. Muerte" por su controvertido respaldo a la práctica del suicidio asistido para pacientes terminales, planea luchar por un escaño en el Congreso de su país.
Promete honestidad y sinceridad
"Necesitamos un poco de honestidad y sinceridad en lugar de un gobierno corrupto en Washington", afirmó Kevorkian al anunciar el miércoles sus intenciones políticas en el periódico Oakland Press, un medio de prensa de Michigan, donde vive.Kevorkian, que ya cumplió más de ocho años de encarcelamiento por el asesinato de un hombre, cuyo suicidio asistido fue emitido en varios canales de televisión, asegura que ayudó a morir a unas 130 personas.Al ser liberado en junio de 2007, se comprometió a continuar su lucha en pos de la legalización del suicidio asistido, pero expresó su deseo de no regresar a una prisión.
Confirmó al diario Oakland Press que planea presentarse en calidad de independiente en el 9no distrito del Congreso.Pero el ex patólogo de 79 años de edad y debilitada salud deberá cuidar sus palabras: los términos de su libertad condicional por dos años le prohíben aconsejar personas sobre cómo suicidarse y el agente asignado para controlarlo escuchará todos sus discursos.Kevorkian logró, al publicitar en 1990 sus máquinas de suicidio y videos de sus pacientes implorándole ayuda para morir, que todo Estados Unidos se enfrente al polémico y delicado dilema sobre cómo es mejor tratar a los que sufren debido a enfermedades terminales.Pese a todo, la campaña del "Dr. Muerte" ha tenido un éxito limitado. En tanto su estado rechazó una propuesta para legalizar el suicidio asistido poco antes que el médico fuera preso, en Oregon se aprobó en 1997 el Acta de Muerte con Dignidad.Desde entonces han muerto casi 300 personas en Oregon por medio de la ingesta de una dosis letal de medicamentos recetados por su médicos, de acuerdo a documentos estatales.Y aunque iniciativas similares han fallado en otros estados, existe un gran respaldo de la opinión pública al derecho a morir.Un informe del Centro de Investigaciones Pew, de 2006, reveló que el 84 por ciento de los estadounidenses cree que los pacientes deben tener el derecho a rechazar tratamiento médico para prolongar sus vidas.Pero la cifra se reduce a 45 ó 46 por ciento cuando se pregunta si los médicos deben ayudar a sus pacientes a morir.