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BOGOTA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Dos evangelistas colombianos aseguran que la paz vendrá cuando se desate un avivamiento en su tierra. Por tal motivo es que ellos se adentran en las zonas más peligrosas, para llevar la Biblia tanto a guerrilleros como a paramilitares.
Para lograr su objetivo los evangelistas se internan en una región remota de Colombia, recorren un río en una zona conflictiva para llevar Biblias y otros libros cristianos a gente ansiosa de conocer el Evangelio. Ellos arriesgan sus vidas al hacerlo.
Celso uno de los misioneros es un hombre de 69 años, fue capturado por las FARC y secuestrado dos meses en el 2005. El comandante le preguntó porqué ingresó a la zona peligrosa. “Le dije que muchas personas están orando por ellos, no sólo colombianos, sino de otros países también y que esa gente cree que ellos tienen alma y que necesitan paz y que han hecho posible este viaje para poder traerles esto, porque ellos son parte de Colombia”, enfatizó el misionero.
Varios de los libros que Celso distribuye han enfurecido a la guerrilla. Entre ellos el de Richard Wurmbrand titulado: ‘Marx y Satanás’. Los guerrilleros dicen que les hace lucir mal.
Celso dice que realmente funciona advertir a los jóvenes colombianos de lo malo del comunismo. Aunque, asegura le podrían matar por distribuir el libro.
El otro evangelista es Henry, para iniciar su travesía carga su camioneta con Biblias y viaja por cuatro horas en zonas reconocidas por la producción de coca.
En la actualidad se siente bien, pero tuvo problemas en el último viaje. Los paramilitares le acusaron de conspirar con la guerrilla. Henry asegura que no está de ningún lado del conflicto. El dice que está del lado de Dios y ahora está pasando más tiempo con la guerrilla porque los paramilitares se han endurecido contra el Evangelio.
Henry enfatiza que esto se da porque han controlado estas áreas y han sacado a la guerrilla. Los paramilitares tienen poder y alimento. En cambio, asegura el misionero la guerrilla está mas abierta al Evangelio porque no tienen comida y están más desesperados por Dios.
Henry ha estado en lugares peligrosos, ha sentido las explosiones de minas y granadas muy cerca y ha oído el rechinar de las balas volando en el aire.
Confiesa que ha tenido temor, pero dice que Dios dirige sus pasos y lo guarda.
"Los quiero alcanzar. Sé que es peligroso y a veces no tengo mucho dinero, pero cuando muera, quiero saber que he llevado algunas de estas almas conmigo al cielo", asegura Henry.
