Jerusalén.-( AGENCIALAVOZ.COM ) Israel impuso este viernes severas medidas de seguridad en Jerusalén y Cisjordania, para evitar nuevos episodios de violencia luego de que un hombre armado palestino mató a ocho estudiantes en una de las escuelas religiosas judías más importantes de la ciudad santa.
Miles de personas se volcaron a Jerusalén para participar de los funerales al aire libre de las víctimas, de entre 15 y 26 años. La policía estableció bloqueos en caminos y el Ejército reforzó las restricciones al traslado de los palestinos en y desde la ocupada Cisjordania durante 36 horas.
El hombre armado, cuya familia en Jerusalén del Este, zona árabe, dijo que alguna vez trabajó como chofer para la escuela, fue baleado tras abrir fuego con un rifle automático contra estudiantes en la biblioteca.
El seminario Merkaz Harav ha sido desde hace tiempo una base ideológica para el movimiento de colonos judíos en los territorios palestinos.
La policía identificó al atacante como Ala Abu Dhaim, un chofer. Este fue el ataque más sangriento contra los israelíes en dos años y el primero en cuatro años en Jerusalén, cuyos residentes árabes tienen libre acceso a las partes judías de la ciudad y el resto de Israel.
Hamas, el grupo militante islámico que controla la Franja de Gaza, elogió el "operativo heroico", pero no llegó a adjudicarse la responsabilidad.
Israel describió el tiroteo de ayer, jueves, como una "masacre", pero expresó que continuarían las conversaciones de paz con el presidente palestino Mahmoud Abbas, asentado en Cisjordania, quien condenó el ataque.
El Gobierno israelí cerró, desde hoy hasta el domingo, la frontera con Cisjordania en el marco de las medidas de seguridad adoptadas tras el atentado terrorista cometido en la noche del jueves en Jerusalén, que causó la muerte de ocho estudiantes.
El cierre implica que ningún palestino puede entrar en Israel, excepto en casos especiales de carácter humanitario o médico, informó una portavoz militar en Tel Aviv.