ASUNCIÓN.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Aún no habían cerrado las urnas, cuando los partidarios del ex obispo Fernando Lugo comenzaron a reventar petardos y a entonar la consigna de "se siente, se siente, Lugo presidente".
Y los resultados oficiales, por una vez, confirman los pronósticos, con el 85,21% de los votos escrutados, el ex obispo Fernando Lugo vence con una diferencia de casi 10 puntos a la candidata oficialista Blanca Ovelar.
De acuerdo con los datos provisionales del Tribunal de Justicia Superior Electoral (TJSE), Lugo, candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), tiene 651.992 votos, el 40,72%.
Ovelar obtiene 492.992 votos, el 30,79%, mientras que el general retirado Lino Oviedo, de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), logra 351.941 votos, que representa el 21,98%.
Rezagado de ambos se ubicaba el ex general Lino Oviedo, del partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE). Paraguay vive momentos históricos. Después de detentar el poder durante 60 años, más que ningún movimiento en Sudamérica, la hegemonía 'colorada' se cae a pedazos.
¿Y quien es el causante del descalabro? Un advenedizo de la política paraguaya, que hace tres años todavía andaba con sotana. Pero con la sotana roja de los curas de la Teología de la Liberación, que predican la igualdad no en el Reino de los Cielos sino en el pecador mundo en que vivimos.
Nadie sabe quién es realmente el nuevo gobernante de Paraguay: Unos lo consideran un santo que en sus funciones de obispo de San Pedro, compartía el pan de los pobres y los ayudaba a defender sus derechos. Otros lo asocian con el grupo extremista que en 2005 secuestró y ejecutó a Cecilia Cubas, la hija del ex presidente Raúl Cubas.
Dentro de un mes, cuando reciba el mando se resolverá el enigma. En el Partido Colorado ya ha comenzado la caza de brujas. Las bases atribuyen la derrota a la corrupción de algunos líderes, empezando por el propio presidente Nicanor Duarte, sospechoso de enriquecimiento ilícito. De cualquier manera, la alternancia en el poder abre nuevas perspectivas a la sufrida y bella patria de los guaraníes.