6:43:00
FRANCIA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) La cara totalmente desfigurada del francés Pascal Coler, conocido como “El Hombre Elefante”, gozó de una notoria mejoría luego de que un equipo de expertos cirujanos atacara con éxito parte de los tumores que lo obligaban a llevar una vida de “recluso”.
Basta con ver la cara anterior de este hombre de 30 años para tratar de comprender un poco del padecimiento que debió sufrir. Los tumores benignos que crecieron durante todo este tiempo en o bajo la piel no le dieron respiro.
Ninguna de las 30 operaciones a las que se sometió desde los seis años, cuando comenzó con este padecimiento, logró un resultado como la que le practicaron hace 14 meses, después de que enero de 2007 apareciera el donante con el que tanto soñaba.
“La operación revolucionó mi vida. Por primera vez, tengo la posibilidad de vivir como un ser humano normal”, se conmovió Coler, quien no duda en comparar su vida con la de “un recluso”, para evitar la discriminación social, según publica el diario Clarín.
“La gente en la calle me miraba raro. Nunca dejaron de decirme cosas crueles”, contó. Luego de la operación dirigida por Laurent Lantieri, jefe de cirugía plástica del Hospital Henri Mondor de Créteil, sueña con conseguir esposa y tener hijos.
La intervención quirúrgica se realizó con los tejidos de la nariz, la boca, el mentón, las mejillas del donante fallecido. Con ellos, y durante 16 horas, los cirujanos se abocaron a unir arterias, venas y nervios al receptor.
“Los tumores en mis labios eran tan grandes que me era casi imposible comer, hablar, sonreír”, se lamentó Coler, y añadió: “Era imposible para mi conseguir un trabajo. Nadie se sentía cómodo empleándome”.
Pero aquellos años quedaron atrás y unos nuevos, prometedores, esperanzadores y llenos de posibilidades parecen despuntar. “Ahora me encantaría conseguir una esposa, sentar cabeza y tener hijos”, sostuvo en voz alta.
Ninguna de las 30 operaciones a las que se sometió desde los seis años, cuando comenzó con este padecimiento, logró un resultado como la que le practicaron hace 14 meses, después de que enero de 2007 apareciera el donante con el que tanto soñaba.
“La operación revolucionó mi vida. Por primera vez, tengo la posibilidad de vivir como un ser humano normal”, se conmovió Coler, quien no duda en comparar su vida con la de “un recluso”, para evitar la discriminación social, según publica el diario Clarín.
“La gente en la calle me miraba raro. Nunca dejaron de decirme cosas crueles”, contó. Luego de la operación dirigida por Laurent Lantieri, jefe de cirugía plástica del Hospital Henri Mondor de Créteil, sueña con conseguir esposa y tener hijos.
La intervención quirúrgica se realizó con los tejidos de la nariz, la boca, el mentón, las mejillas del donante fallecido. Con ellos, y durante 16 horas, los cirujanos se abocaron a unir arterias, venas y nervios al receptor.
“Los tumores en mis labios eran tan grandes que me era casi imposible comer, hablar, sonreír”, se lamentó Coler, y añadió: “Era imposible para mi conseguir un trabajo. Nadie se sentía cómodo empleándome”.
Pero aquellos años quedaron atrás y unos nuevos, prometedores, esperanzadores y llenos de posibilidades parecen despuntar. “Ahora me encantaría conseguir una esposa, sentar cabeza y tener hijos”, sostuvo en voz alta.
