MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) La historia de amor entre Chrissy Davis, de 50 años y madre de tres hijos, y John Semple, de 54, comenzó, como tantos otros romances en la actualidad, en Internet. Sin embargo, la página en la que ellos se encontraron no era de contactos ni diseñada específicamente para encontrar pareja. El punto del ciberespacio en el que Cupido lanzó sus flechas fue un foro para afectados de hepatitis C, enfermedad que ambos padecen.
John se encontraba en un momento anímico delicado. Acababa de descubrir que tenía el virus de la hepatitis C y su mujer le había dejado por otro. No conocía a nadie con esa enfermedad que pudiera orientarle, así que decidió entrar en los foros de Internet en los que otras personas en su misma situación contaban sus experiencias. Ahí encontró a Chrissy, "una luz entre las oscuras nubes en que la hepatitis había convertido mi vida", afirma.
Ella ya había pasado por la fase de aceptación de la enfermedad, ya que contrajo el virus en 1980, tras recibir una transfusión de sangre durante el parto de su tercer hijo. Sin embargo, no lo supo hasta dos décadas más tarde, cuando "después de cuatro días sintiéndome como si tuviera una gran resaca acudí al médico y me lo detectó", según afirma en el periódico 'The Times'.
Ahora, ambos han dado pleno sentido a la fórmula tradicional del matrimonio, la que dice "en la salud y en la enfermedad", y han escogido el mes de mayo, en el que se conmemora el Día Mundial de las hepatitis, para celebrar su original boda, dedicada por entero al trastorno que les ha unido.
En Cornwall, al sur del Reino Unido, la pareja se dio 'el sí quiero' ante 70 invitados, 60 de los cuales tenían también hepatitis C. Como regalo de bodas, los novios sólo pidieron a los asistentes que hablaran, al menos a una persona, sobre la enfermedad y las vías de contagio. "Es el mejor regalo que podemos imaginar", declararon los recién casados a la prensa británica.
Tras completar los votos, el matrimonio se montó en un autobús con sus familiares para repartir 1.000 folletos con información sobre la patología en distintos puntos de la localidad, así como para ofrecer 'abrazos gratis', una forma de luchar contra la falsa creencia de que esta enfermedad se puede transmitir a través del simple contacto físico.
La enfermedad oculta
'El agente silencioso'. Así es como se conoce la hepatitis C entre la comunidad científica y entre los afectados, dado que ocho de cada 10 personas con el virus desconocen que lo tienen. Sólo en España, se calcula que hay entre 800.000 y 1.000.000 de individuos con hepatitis C, aunque muchos más portan el virus sin saberlo. En el mundo, la cifra de afectados es de 500 millones.
El matrimonio Semple-Davis ha aprovechado el día más feliz de sus vidas para hablar abiertamente sobre este trastorno, ya que considera que "sigue existiendo mucho estigma y mucha ignorancia al respecto, además de ciertos tabúes".
Así, con su particular boda temática quieren dejar claro que el virus no se transmite por tocarse. Las principales vías de contagio de la hepatitis C son las transfusiones de sangre infectada o el pinchazo con agujas contaminadas. Aunque, en ocasiones, también puede transmitirse por vía materno-fetal.
Una vez contraído, el virus va haciendo de las suyas en el organismo, especialmente en el hígado, sin que el afectado se entere, como le ocurrió a Chrissy. Cuando aparecen los síntomas, lo más normal es que la hepatitis ya sea crónica o, incluso, que haya derivado en una cirrosis.
En cuanto al tratamiento, el más efectivo en la actualidad consiste en la combinación del fármaco rivabirina, que se toma por vía oral, con el interferón pegilado, que se pincha por vía subcutánea. Esta terapia tiene éxito aproximadamente en un 54% de los casos. No obstante, presenta efectos secundarios como depresión, fatiga, erupciones o caída del cabello.
John se encontraba en un momento anímico delicado. Acababa de descubrir que tenía el virus de la hepatitis C y su mujer le había dejado por otro. No conocía a nadie con esa enfermedad que pudiera orientarle, así que decidió entrar en los foros de Internet en los que otras personas en su misma situación contaban sus experiencias. Ahí encontró a Chrissy, "una luz entre las oscuras nubes en que la hepatitis había convertido mi vida", afirma.
Ella ya había pasado por la fase de aceptación de la enfermedad, ya que contrajo el virus en 1980, tras recibir una transfusión de sangre durante el parto de su tercer hijo. Sin embargo, no lo supo hasta dos décadas más tarde, cuando "después de cuatro días sintiéndome como si tuviera una gran resaca acudí al médico y me lo detectó", según afirma en el periódico 'The Times'.
Ahora, ambos han dado pleno sentido a la fórmula tradicional del matrimonio, la que dice "en la salud y en la enfermedad", y han escogido el mes de mayo, en el que se conmemora el Día Mundial de las hepatitis, para celebrar su original boda, dedicada por entero al trastorno que les ha unido.
En Cornwall, al sur del Reino Unido, la pareja se dio 'el sí quiero' ante 70 invitados, 60 de los cuales tenían también hepatitis C. Como regalo de bodas, los novios sólo pidieron a los asistentes que hablaran, al menos a una persona, sobre la enfermedad y las vías de contagio. "Es el mejor regalo que podemos imaginar", declararon los recién casados a la prensa británica.
Tras completar los votos, el matrimonio se montó en un autobús con sus familiares para repartir 1.000 folletos con información sobre la patología en distintos puntos de la localidad, así como para ofrecer 'abrazos gratis', una forma de luchar contra la falsa creencia de que esta enfermedad se puede transmitir a través del simple contacto físico.
La enfermedad oculta
'El agente silencioso'. Así es como se conoce la hepatitis C entre la comunidad científica y entre los afectados, dado que ocho de cada 10 personas con el virus desconocen que lo tienen. Sólo en España, se calcula que hay entre 800.000 y 1.000.000 de individuos con hepatitis C, aunque muchos más portan el virus sin saberlo. En el mundo, la cifra de afectados es de 500 millones.
El matrimonio Semple-Davis ha aprovechado el día más feliz de sus vidas para hablar abiertamente sobre este trastorno, ya que considera que "sigue existiendo mucho estigma y mucha ignorancia al respecto, además de ciertos tabúes".
Así, con su particular boda temática quieren dejar claro que el virus no se transmite por tocarse. Las principales vías de contagio de la hepatitis C son las transfusiones de sangre infectada o el pinchazo con agujas contaminadas. Aunque, en ocasiones, también puede transmitirse por vía materno-fetal.
Una vez contraído, el virus va haciendo de las suyas en el organismo, especialmente en el hígado, sin que el afectado se entere, como le ocurrió a Chrissy. Cuando aparecen los síntomas, lo más normal es que la hepatitis ya sea crónica o, incluso, que haya derivado en una cirrosis.
En cuanto al tratamiento, el más efectivo en la actualidad consiste en la combinación del fármaco rivabirina, que se toma por vía oral, con el interferón pegilado, que se pincha por vía subcutánea. Esta terapia tiene éxito aproximadamente en un 54% de los casos. No obstante, presenta efectos secundarios como depresión, fatiga, erupciones o caída del cabello.