ARGENTINA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El aumento mes a mes de los precios de los alimentos en los supermercados no es un problema autóctono. Por motivos diversos, esos incrementos afectan a todo el planeta. Aunque las consecuencias no son las mismas para todos. Mientras unos ganan, otros pierden. En el grupo de los grandes beneficiados, se encuentra la Argentina.
Una cumbre de 44 jefes de Estado en Italia hace poco más de una semana se ocupó de analizar el problema y de proponer posibles soluciones. "Las amenazas son obvias", dijo en ese momento Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, a delegados de 191 países. En la variación de los precios de los alimentos confluyen varios factores, entre ellos se encuentra una mayor producción de biocombustibles.
De hecho, la mayora parte del crecimiento de la cosecha de maíz del año pasado fue utilizado en la elaboración de etanol. A eso se le suma que los chinos consumen cada vez más carne. Mientras que en 1980 cada habitante de China comía uso 20 kilos de carne por año, el año pasado ese consumo llegó a los 50 kilos. Y los animales que comen antes deben alimentarse con granos. Las consecuencias a nivel global no pueden ser buenas. Un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos muestra ganadores y perdedores como resultado de los cambios en el comercio internacional de alimentos.
Los países que no producen alimentos son los claros perdedores. Quedan es desventaja en mayor o menor medida todos los de Áfrtica, China, India, Japón y la mayor parte de Asia, y gran parte de Europa: Portugal, España, el reno Unido, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Italia, entre otros. En el viejo continente son ganadores Francia, Rusia y Ucrania. También figuran como “ganadores leves” Indonesia, Australia, Brasil y Estados Unidos. El grupo de los “grandes ganadores” es pequeño: Malasia, Kazajstán, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina
20:21:00


