75 años dejando huellas, sus inicios “debajo de un árbol de mango para adorar a Dios y estudiar su palabra”.

Puerto Rico -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Para la década de los 30, en medio de los tiempos difíciles que vivía Puerto Rico, surgió una pequeña luz entre las montanas del barrio Campo Rico de Canóvanas: un pequeño grupo de campesinos anhelantes de una nueva experiencia espiritual profunda, comienzan a reunirse debajo de un árbol de mango para adorar a Dios y estudiar su palabra.

De casa en casa, el grupo fue creciendo y desarrollándose hasta organizarse en la iglesia que hoy cumple 75 años de fundada. Sin recursos económicos, pero con mucha fe y amor por la obra de Dios, este grupo inauguró su primer templo en el 1937. La pequeña luz hoy es una antorcha que ha esparcido la luz del evangelio de Cristo por todo Puerto Rico y numerosos países vecinos.

Hoy, la Iglesia Evangélica El Tabor, por la gracia de Dios, es una congregación madura. Su actual y hermoso templo, con amplio estacionamiento, se ubica en la carretera 185 km 4.9 del barrio Campo Rico de Canóvanas. Posee instalaciones para impedidos y una librería cristiana que está localizada en el primer nivel del edificio. Su programa cuenta con una escuela bíblica dominical con grupos para todas las edades, estudios bíblicos dinámicos para niños, juveniles y adultos(los jueves), reuniones de oración (lunes), Instituto Bíblico (lunes y miércoles) actividades evangelísticas en la comunidad, campamentos de verano, programa de acción social y apoyo misionero, entre otros.

La presencia y el favor de Dios se hacen sentir en medio de esta congregación, lo que hace que sea sumamente atractivo el ambiente de amor, unidad y calor humano que comparten sus miembros. Por tal razón, su pastor por los últimos 28 años, Juan Torres Betancourt, a veces dice a las visitas: “está usted en el mejor lugar bajo el cielo”.

Durante todo el próximo mes de agosto la Iglesia celebra a todo dar su Aniversario de Diamante. El sábado 9 de agosto tendrán un día familiar; el sábado 16 la noche de la juventud y varias noches de servicios a Dios, con exponentes distinguidos de la Palabra de Dios.