México -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Católicos de la comunidad de San Nicolás, en el municipio de Ixmiquilpan, intentaron frenar la construcción de un templo evangélico, lo que obligó al gobierno a enviar policías estatales para evitar un enfrentamiento ya que mantienen una disputa desde hace más de una década.
Encabezados por Roberto Barquera Joaquín, los evangélicos llegaron esta mañana a continuar con la obra, pero católicos liderados por Noé Gerardo Nicolás Guerrero llegaron para impedir la continuación de la obra y argumentó que los evangélicos violaban un acuerdo previo, según el cual la construcción del templo evangélico sería autorizado por la asamblea comunal.
Barquera Joaquín advirtió que sus representados no detendrán la obra y aunque dijeron que no responderán a agresiones de los católicos, se manifestó dispuesto a defender su libertad de culto y la edificación de su templo en la misma comunidad de San Nicolás.
El director de gobierno para el valle del Mezquital, Martín Quezada Salvador, reunió a representantes de los dos bandos en busca de una solución, pero ninguno cedió, por lo que se pidió la presencia de la fuerza pública en la construcción, que ahora se encuentra resguardada por los uniformados.
Los Evangélicos lamentaron que este conflicto sigue sin resolverse pese a la intervención de los tres niveles de gobierno y pidieron que se garantice la seguridad de los vecinos y aplique la ley contra quienes dirigen el movimiento por parte de los católicos, a quienes acusaron de violentar el derecho de culto en San Nicolás.
Los católicos señalaron que los evangélicos violaron un acuerdo interno de la comunidad, pues el proyecto para construir el templo sería abordado en una asamblea y por mayoría de votos decidirían si se construía.
La tensión en la zona se reactivó, luego que desde el 2006 evangélicos de San Nicolás tratan de construir un templo, el cual ha sido rechazado por católicos de la misma comunidad.
El conflicto, que data de 1991, en 2001 provocó la expulsión de nueve familias evangélicas, así como amenazas de desalojo a otras, y derivó en diversos enfrentamientos y negociaciones entre ambos grupos con el gobierno estatal.
Nicolás Martín Mendoza, presidente de la Comisión de Gobernación del cabildo, manifestó que la asamblea municipal no conoce oficialmente el caso, pero se convocará a sesión extraordinaria para exhortar a las autoridades municipales, estatales, federales y de la propia comunidad a resolver el problema.
Aseguró que la congregación cuenta con los permisos de construcción y que en todo caso se deberá garantizar que los grupos evangélicos tengan libertad de culto.