jueves, 6 de noviembre de 2008

¿Habrá cumbres de Obama con Irán, Venezuela y Cuba?


Por Andrés Oppenheimer


EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Una de las mayores incógnitas que plantea la elección de Barack Obama es si cumplirá su promesa de campaña de reunirse sin condicionamientos previos --a diferencia del presidente Bush-- con los hombres fuertes de Irán, Venezuela, Cuba y otros países poco amigos de Estados Unidos. Yo lo dudo mucho.


A juzgar por mis propias entrevistas con Obama y por lo que me han dicho algunos de sus asesores, hay tres razones por las que es improbable que Obama se arriesgue a dar un paso en falso en aras de mejorar las relaciones de Washington con sus enemigos.
En primer lugar, la promesa de campaña de reunirse con los líderes máximos de estos países no surgió de un plan preconcebido de la campana de Obama, sino que muy probablemente fue fruto de una respuesta equivocada de Obama en medio de un acalorado debate durante las primarias del partido Demócrata.
Sucedió el 24 de julio del 2007, durante el debate organizado por CNN-YouTube, cuando le preguntaron a Obama si se reuniría por separado y sin condicionamientos previos con los líderes de Irán, Venezuela, Cuba y otros países que se oponen a las políticas de los Estados Unidos. Obama respondió: ``Lo haría''.

La entonces candidata a la nominación demócrata, Hillary Clinton, aprovechó inmediatamente la respuesta de Obama para mostrarlo como un inexperto en política internacional y agregó que ella no lo haría porque ''No quiero que me usen para efectos de propaganda interna''. Más tarde, la campaña del senador John McCain tomó ese intercambio verbal y lo transformó en una de sus principales armas publicitarias contra Obama.
Pero tengo razones para sospechar que Obama se equivocó en ese debate. Durante una entrevista que me concedió el día anterior, ante la misma pregunta me respondió que creía en el diálogo con los adversarios de los Estados Unidos ''bajo ciertas condiciones''. Una respuesta bastante diferente.
Después del debate de CNN-You Tube, Obama no tuvo más remedio que aferrarse a lo que había dicho, pero aclarando que ''sin condicionamientos previos'' no significaba ''sin preparativos''. Fue una salida semántica para controlar el daño, me admitió una fuente de la campaña de Obama.
La segunda razón por la que es improbable que Obama se siente a dialogar con los máximos líderes de Irán, Venezuela o Cuba sin condiciones es que quien sea nombrado como Secretario de Estado --los que más se mencionan en círculos cercanos al presidente electo son el senador Republicano Richard Lugar, el senador John Kerry o el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson-- seguro le recomendará firmemente que no lo haga. Le dirán que siendo un presidente joven que estará bajo la lupa por su relativa inexperiencia en política internacional, no pude arriesgarse a sostener conversaciones de este tipo sin ciertas garantías de que no serán un fracaso.


''No hay riesgo de que se reúna con esta gente por un buen tiempo, a menos de que haya cambios de importancia del lado de ellos'', me dijo una fuente cercana a la campaña de Obama el miércoles.
En tercer lugar, Obama querrá ser reelegido en el 2012, y buscará no antagonizar a varios grupos de votantes, como la comunidad hispana de Florida, que lo ayudaron a ganar esta elección. Obama obtuvo un porcentaje récord del 57 por ciento del voto hispano en Florida, un logro impresionante en un estado donde ningún candidato demócrata a la presidencia ha obtenido la mayoría del voto hispano desde la década de 1980.
Incluso entre los votantes cubanoamericanos de Miami, que votan masivamente por candidatos republicanos, Obama obtuvo un nada despreciable 35 por ciento del voto, según las encuestas de Bendixen y Asociados. Logró más del 25 por ciento que obtuvo el demócrata John Kerry en el 2004 y que el 20 por ciento del demócrata Al Gore en el 2000. Obama no querrá perder lo que ha ganado y, por el contrario, tratará de aumentar el camino abierto por su partido dentro de la comunidad hispana del estado.


Mi opinión:

Es probable que Obama cumpla su promesa de levantar las restricciones a los viajes y remesas a Cuba, que baje el tono de las referencias a Venezuela y que incluso le dé la mano al presidente venezolano cuando ambos coincidan en la Cumbre de las Américas que se ralizará en abril en Trinidad y Tobago. Pero la cosa no va a pasar de allí.
Muy pronto quedará claro que los gobernantes de Irán, Venezuela o Cuba no tienen mucho interés en mejorar sus relaciones con Estados Unidos, porque necesitan mantener vivo su conflicto con Washington para justificar su autoritarismo y permanencia en el poder. Aún en el caso de que Obama quisiera realizar estas reuniones, ellos no le darán espacio para hacerlo. Ya sea por prudencia política o por falta de oportunidad, Obama no va a dar un paso en falso en un campo tan minado como éste.

 
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