URUGUAY-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El Parlamento uruguayo aprobó hoy tras una dura polémica la Ley de Salud Sexual y Reproductiva , que autoriza el aborto y tiene el beneplácito de la mayoría de la población, pero sobrevuela el anuncio del presidente Tabaré Vázquez de vetarla.
La ley fue aprobada en la Cámara de Senadores con el voto a favor de los 17 representantes de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio, que fue la impulsora del proyecto, y los votos (13) en contra de los legisladores de los opositores Partido Nacional y Partido Colorado.
La ley fue aprobada, en medio de una fuerte polémica y por escaso margen (49-48), la pasada semana por la Cámara de Diputados pero regresó a la Cámara de Senadores, donde había tenido aprobación previa, porque fue parcialmente modificada por los diputados y los senadores debieron ratificar esos cambios, que no fueron de fondo.La Ley de Salud Sexual y Reproductiva incluye la despenalización parcial del aborto durante los primeros tres meses de embarazo, por riesgo para la madre y penurias económicas. El jefe de Estado, que es uno de los oncólogos más renombrados del paísy alterna sus actividades de presidente con la atención a sus pacientes, destacó en varias oportunidades su posición contraria al aborto y anunció que vetará la ley, posibilidad que brinda la Constitución.
En caso de que el presidente vete la ley, el parlamento tiene la posibilidad de levantar el veto y dejarla firme, pero para ello necesita de mayorías especiales (tres quintos de los votos de la Asamblea General: senadores y diputados) y no alcanzan los votos de los legisladores oficialistas.En los hechos, sin el apoyo de la oposición, que ya votó en contra en ambas cámaras, no sería posible levantar el veto.Cientos de personas, la mayoría mujeres, integrantes de organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos a favor y en contra del aborto se manifestaron la pasada semana frente al Parlamento mientras se analizaba el tema.
El jefe de la Iglesia católica en Uruguay, Monseñor Nicolás Cotugno, arrimó más leña al fuego al anunciar la pasada semana que todos los legisladores que votaran la ley quedarían excomulgados de manera automática en el país que es considerado entre los más laicos de América Latina.
La ley fue aprobada, en medio de una fuerte polémica y por escaso margen (49-48), la pasada semana por la Cámara de Diputados pero regresó a la Cámara de Senadores, donde había tenido aprobación previa, porque fue parcialmente modificada por los diputados y los senadores debieron ratificar esos cambios, que no fueron de fondo.La Ley de Salud Sexual y Reproductiva incluye la despenalización parcial del aborto durante los primeros tres meses de embarazo, por riesgo para la madre y penurias económicas. El jefe de Estado, que es uno de los oncólogos más renombrados del paísy alterna sus actividades de presidente con la atención a sus pacientes, destacó en varias oportunidades su posición contraria al aborto y anunció que vetará la ley, posibilidad que brinda la Constitución.
En caso de que el presidente vete la ley, el parlamento tiene la posibilidad de levantar el veto y dejarla firme, pero para ello necesita de mayorías especiales (tres quintos de los votos de la Asamblea General: senadores y diputados) y no alcanzan los votos de los legisladores oficialistas.En los hechos, sin el apoyo de la oposición, que ya votó en contra en ambas cámaras, no sería posible levantar el veto.Cientos de personas, la mayoría mujeres, integrantes de organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos a favor y en contra del aborto se manifestaron la pasada semana frente al Parlamento mientras se analizaba el tema.
El jefe de la Iglesia católica en Uruguay, Monseñor Nicolás Cotugno, arrimó más leña al fuego al anunciar la pasada semana que todos los legisladores que votaran la ley quedarían excomulgados de manera automática en el país que es considerado entre los más laicos de América Latina.